foto. José Ángel Miyares Valle
Mala
planificación en nuestra Sanidad, peor las urgencias y cruel las listas de
espera.
Titula
un artículo de LA NUEVA ESPAÑA: "Asturias afronta el difícil relevo de los
50 médicos de familia que se jubilan en 2020". Para ustedes señores
políticos todo se hace difícil o imposible. Tratar de dificultoso el relevo
generacional que debiera estar previsto, es de una irresponsabilidad
profesional que roza el ridículo. Ya que, esos médicos que se jubilan no se van
de repente por un virus de vejez precipitada, todo debiera estar anticipado.
Con
el desempleo que existe en nuestro país, con los miles de jóvenes deambulando
por el mundo porque aquí no encontraban acomodo laboral, ahora nos vienen
ustedes, señora ministra, que es difícil encontrar médicos para suplir a 50 o
5.000 que debiera estar planificado que se tenían que ir en fecha señalada a su
casa como se van miles de trabajadores de otros ramos cuando cumplen la edad
estipulada. Claro, están nuestros médicos jóvenes trabajando por otros países,
les pagamos los estudios y luego los aprovechan esos países con políticos
mejores que ustedes. Hagan una política de vuelta a casa de nuestros jóvenes
valores, no solo en el ramo de la medicina, de todos. Páguenles buenos sueldos
como los que se reparten ustedes y regresarán de inmediato.
No
puede ser que se haga todo a golpe de salto de mata, así está nuestra sanidad
en sus manos. Ya denunciamos sin mucho resultado las listas de espera de
nuestros hospitales, donde un paciente si quiere ser atendido, tratado y curado
en tiempo y manera en algunas especialidades debe acudir a la consulta del
especialista de turno a su consulta privada para desde allí colarlo por la
puerta de atrás saltándose listas que se consiente desde la organización,
gestión y dirección del hospital. Un traumatólogo o un oftalmólogo si tiene
listas de espera de meses en su consulta pública, alguien debe ponerle en su
sitio si se observa que los clientes de su privada los introduce para pruebas,
hospitalizaciones y operaciones sin espera de lista alguna ¿Quién dirige esta
empresa? Lo saben muy bien, saben que es así, pero como muchos se benefician de
este sistema corrupto que juega con la salud y la vida de las personas y entre
ustedes no hay listas de espera ¡que los pacientes sin enchufe se j....!
Si
lo anterior es de juzgado de guardia, nos encontramos con una atención primaria
en decadente proceso, se salvaban por ahora, pero cada día es más común pedir
cita para el médico de cabecera y que le den para dos, tres o cuatro días de
espera, por no decir más según leemos. Eso colapsa las urgencias de nuestros
hospitales. Donde te puedes tirar 4, 7 o más horas sentado en bancos por los
pasillos en salas de espera abarrotadas donde las personas mayores además de su
enfermedad y el peso de los años, deben cargar con esa instancia tan poco
apropiada con sillas para solo un ratito. Es curioso, esto ocurre en un
edificio nuevo, un armatroste que tiene pasillos inmensos por todos lados, pero
que dejaron las urgencias a la altura del anterior hospital, quizás para los
médicos y enfermeras mejoró todo, pero para los pacientes es un sacrificio
saber que tendrás que acudir a urgencias, pasarse horas y horas tirados por esa
sala y pasillos aglomerados. Extiendan un adosado a esas urgencias, una sala en
condiciones con sillones más adecuados para al menos los ancianos y quienes de
verdad están mal. Que son la mayoría, ya que no me creo que nadie acuda a
urgencias por gusto y se diga hoy en vez de irme al cine o al teatro me voy de
urgencias.
Señora
ministra: no solo cambiaron las patologías en 35 años, los que cambiaron a peor
son nuestros gestores políticos. Por aquella no había listas de espera, los
médicos de cabecera eran verdaderos héroes y en los hospitales con muchos menos
medios había especialistas que daban mucha confianza al enfermo, ahora, solo si
vas a su consulta privada se te hace más agradable, sencillo, rápido y benigno
todo.
Señora
ministra: una primera consulta con espera de días y meses puede que lo que
tenía arreglo ya no lo tenga. Lo saben, lo cual están siendo participes de un
delito consentido contra la salud pública.
Es
más fácil agradecer atenciones, muchas veces salidas de esos mismos enchufados.
Denunciar cuesta mucho, existen fuera de la sanidad gente con influencia y
amistades que también se lucran de este corrupto proceder de enchufismo
sanitario. Por eso leemos más agradecimientos que quejas, crítica y denuncias.
El cuarto poder es participe de estos desajustes crueles porque se beneficia
también. Les prima ese favor de llevar a su mamá sin esperas para ser atendida,
que la profesionalidad que les obliga su código deontológico a fiscalizar el
poder y censurar las corruptelas.
No
se me enfaden, si lo hacen me sentiría compensado, sería porque mi critica está
cargada de argumentos incuestionables.
DOY FE DE ELLO COMO CIERTO,FALTAN MEDICAMENTOS IMPORTANTES.
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