Podemos rompe con Sánchez y pone en duda su integridad: «No es de fiar»
Casado emplaza al presidente a ir empaquetando su colchón de La Moncloa mientras Rivera se reafirma en no pactar con el líder socialista.
La campaña electoral ha entrado de lleno en el Congreso sirviendo este miércoles un bronco debate entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los distintos líderes de la oposición que ha servido a la portavoz de Podemos, Irene Montero, para dejar claro que desde ahora y hasta el 28 de abril su asociación está rota y vuelven a ser enemigos acérrimos.
Dentro de lo que aparentaba ser una inocente pregunta de balance de gestión, Montero ha introducido un negro resumen de los ochos meses de presidencia de Sánchez para acabar asegurando que «es más que evidente» que s us hasta ahora socios «no son de fiar».
La queja de Montero venía de la orden que, según ella, ha dado el Gobierno «por la puerta de atrás» para que los ministerios no gasten más del 50 por ciento de lo presupuestado. «Cuando creen que nadie les ve se comportan igual que el PP», ha reprochado Montero con dureza. «Es exactamente lo mismo que hizo el señor Montoro hace un año y por lo que le pusimos la cara colorada», ha recriminado a Sánchez, que escuchaba con gesto serio desde su escaño.
Al presidente no le ha gustado ni el tono ni el contenido utilizado por Montero, con quien se ha medido hoy por primera vez en duelo parlamentario por la baja de paternidad de Pablo Iglesias. El jefe del Gobierno ha acusado a Montero que utilizar el debate para hacer campaña y, aunque ha agradecido el apoyo de este grupo desde la moción de censura, ha pasado al ataque reprochándole las equivocaciones que, a su juicio, ha cometido en estos meses.
Y lo ha hecho recalcando dos de las cuestiones más sensibles para el electorado de este partido: la vivienda y las pensiones. Sánchez ha recordado así la frustración del decreto para el alquiler de inmuebles y el bloqueo del Pacto de Toledo, todo a manos de la formación morada. «Me gustaría que reflexionaran», ha emplazado Sánchez a Montero, «y lanzáramos un mensaje de tranquilidad sobre las pensiones de nuestros mayores».
Casado y Rivera
Previamente, el presidente del PP, Pablo Casado, también atacó con dureza a Sánchez, en línea con el tono que mantiene desde que fue elegido nuevo líder de los populares. Así, resumió su balance de gobierno en un frase «nadie hizo tanto daño a España en tan poco tiempo». Según Casado, Sánchez intentó «vender la nación a los que quiseron destruirla» y hubiera aceptado el derecho de autodeteminación de Cataluña si el PP no lo hubiera denunciado. No ha dejado de recordar que el Gobierno socialista instó a la Abogacía del Estado a retirar la acusación de rebelión y que ayer el PSOE votó en contra de penalizar de nuevo la convocatoria de un referéndum ilegal.
No obstante, Casado también se permitió hoy utilizar la sorna y hacer chanzas con el libro publicado por el líder del Ejecutivo «Manual de resistencia». Así, le emplazó a empaquetar el colchón que mandó comprar para su cama de matrimonio en La Moncloa y le afeó que confunda una cita de fray Luis de León a san Juan de la Cruz.
Sánchez ha replicado con mucha dureza a Casado al que ha acusado de introducir en el Congreso «el insulto y la mentira como proyecto político». Siguiendo este hilo, ha asegurado que el líder del PP «tiene la lengua larga del insulto y las patas cortas de la mentira». Y ello, según Sánchez, porque no tiene «razones ni argumentos para hacer oposición al Gobierno». Sánchez ha rematado deseando que Casado salga derrotado en las próximas elecciones.
El tono del duelo entre Sánchez y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, no podía ser distinto. El líder de la formación naranja ha puesto el acento de reafirmar su promesa de que no pactará con Sánchez tras las elecciones del 28 de abril, algo que el PP sigue cuestionando. «Nunca podremos apoyar a un presidente como usted», ha asegurado Rivera, quien alcanzó un acuerdo de gobierno con Sánchez en el año 2016. «Olvídese de cualquier pacto que no pase por separatistas y golpistas», ha abundado, despidiéndose hasta las urnas de las que ha confiado que surja un gobierno constitucionalista.
Sánchez le ha replicado acusándole de pretender colocar un cordón sanitario al PSOE y recordando las principales leyes sociales aprobadas por los distintos gobiernos socialistas. Además, ha atacado sus cambios de posición ideológica dibujándole como líder «del cambio de chaqueta permanente». «¿Qué concepto tiene de la democracia?», la continuado Sánchez, antes de reprocharle que pretenda excluir a los millones de españoles que votarán al PSOE. «Tiene una concepción de la democracia excluyente. Debe tener un armario lleno de chaquetas. El domingo dejó la chaqueta de liberal y se ha puesto una chaqueta que huele a naftalina: la de la ultra derecha», remachó Sánchez.
SON ESTRATEGIAS ELECTORALES,CADA UNO TIENE QUE BUSCAR SUS VOTOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario