Madrid, una de las capitales europeas que menos aporta a la economía nacional
Según economistas alemanes, Madrid solo está por delante de Lisboa, Roma y Atenas.
Las capitales europeas han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, tanto en su actividad económica como en su acogida de población, lo que las convierte en uno de los agentes de mayor dinamismo a escala comunitaria. Pero unas más que otras. Un estudio realizado por el prestigioso Instituto de Investigación Económica (IW) de Colonia, en Alemania, sitúa a Madrid a la cola del ranking europeo, solo por delante de Lisboa, Roma y Atenas.
Las capitales son cada vez más importantes para la economía de los estados miembros de la Unión Europea. No solo están atrayendo a más y más habitantes, sino que también se han convertido en los centros de dinamismo económico. Pero al comparar el desarrollo de las capitales europeas entre 2011 y 2016, en términos de población y crecimiento económico, se aprecia que Madrid se está quedando fuera, junto a otras capitales mediterráneas, de este efecto potenciador. Durante este período, por ejemplo, la población aumentó con mayor intensidad en la capital sueca, Estocolmo (8,6%), en Viena (8,1%) y Londres (7,8%). Berlín está, con un aumento de la población en un 7,4%, a la par con Roma y en el cuarto lugar. Lisboa, con el -0,4%, y Atenas, con -5,3% incluso perdieron habitantes. Madrid ganó solo un 0,47%, por lo que apenas registra aumento.
Aquellas ciudades a las que llegan más habitantes son también las que asisten a una dinamización de sus economías y pasan a ser pilares de los datos de PIB nacional, como sería el caso de Londres, cuya producción económica creció entre 2011 y 2016 un 35,4%, mientras que el promedio nacional fue de un 26,3%. Le siguen Berlín (20.1%), Copenague (19.9%) y Estocolmo (18.8%). A la cola vuelven a estar Lisboa (0.7%), Roma (- 0.9%) y Atenas (-17.3%), muy cerca de las que se vuelve a situar Madrid con el 6,35%.
El investigador de IW Matthias Diermeier relaciona directamente la afluencia de nueva población con el dinamismo económico de las capitales y señala que «lo vemos en el fuerte crecimiento económico en Berlín, que ha de ponerse en perspectiva con el hecho de que Berlín también ha experimentado una afluencia superior a la media. El desarrollo económico per cápita sigue siendo inferior a la media en comparación con el resto de Alemania». Por eso el IW ha añadido al estudio la observación de lo que ha denominado «efecto capital», que describe la pérdida de producción económica per cápita que un país sufriría sin su capital. Como resultado, el producto interno bruto per cápita en Bulgaria, excluida Sofía, disminuiría un 26%. Se trata del caso más marcado. En Grecia, el efecto es del 19,8%, lo que aporta una idea de la importancia de la capital a pesar del dato negativo de crecimiento. En Francia estaríamos hablando de un 15,1% y en la República Checa del 14,7%. Si la economía española tuviese que prescindir de la economía madrileña no sería un golpe agradable, pero el PIB perdería solamente un 5,91%, lo que habla de un efecto limitado en comparación con el resto, una situación muy parecida a la de Amsterdam y Viena.
Unos datos que difieren de los que desprende la Comunidad de Madrid. Según el presidente Ángel Garrido la CAM es el principal atractivo de España para los inversores extranjeros. Hasta el pasado septiembre Madrid captó 29.830 millones de euros, el 85% de lo que invirtieron los extranjeros en España.
Los casos más impactantes, de todas maneras, son los de Roma y Berlín, donde el país ganaría en productividad si sus capitales fuesen borradas del mapa económico, con una descarga del 1,51% y 0,16% respectivamente.
Y ESO QUE PRESUME DE QUE ES LO CONTRARIO.
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