lunes, 26 de noviembre de 2018

CIENTOS DE INMIGRANTES FUERZAN LA FRONTERA ENTRE EEUU Y MÉXICO.

Una de las barreras policiales montadas para impedir el paso de inmigrantes

Cientos de inmigrantes tratan de cruzar por la fuerza la frontera entre México y EE.UU. en Tijuana

Los miembros de la caravana rompen el cerco policial y corren para intentar pasar a Estados Unidos.

En torno a un millar de centroamericanos fracasaron este domingo en su intento de asalto a la frontera de Tijuana (México) con Estados Unidos.
Poco más de una hora después de que empezase una manifestación que había sido convocado para esta mañana, numerosos integrantes de la caravana de inmigrantes que se encontraban a la espera de poder cruzar la frontera entre los dos países trataron de atravesar el límite entre ambos países por la garita de El Chaparral. La Policía fronteriza estadounidense les lanzó gas lacrimógeno para contenerlos.
Por otro lado, la Policía de la localidad fronteriza mexicana montó varias barreras de agentes antidisturbios para tratar de frenar el avance de la caravana. Sin embargo, los inmigrantes rompieron el cerco policial situado en el puente que les da acceso a la garita, que conecta Tijuana con la población de San Ysidro, ya en territorio estadounidense. Una y otra vez, los inmigrantes se zafaban de los policías, corriendo de forma descontrolada hacia el paso de El Chaparral.

«Queremos entrar de manera legal, pero no hay otra forma», afirmaba un joven inmigrante mientras corría hacia su destino. «¡Vamos, banda!», «ya vamos para Estados Unidos», se animan otros a gritos.
Después de unos 20 minutos caóticos, la Policía tijuanense evitó que se aproximaran, acorralándolos en una verja que da a unas vías de tren. Ante la incertidumbre sobre qué hacer para alcanzar la garita fronteriza, miles de centroamericanos comenzaron a correr hacia las vías del tren, un territorio que es parte de México y en el que no hay entrada a Estados Unidos. Poco después de llegar a la parte de las vías, algunos extendieron las banderas de Honduras y EE.UU. subidos a los vagones.
En ese momento, al menos dos helicópteros estadounidenses sobrevolaban la zona y mantenían controlados al centenar de personas que entraron en la parte cercana a las vías.
«Ninguno ha llegado a la garita», confirma un policía local a ABC. De hecho, la garita fue cerrada indefinifamente hasta nuevo aviso. «No es justo que nos estén afectando, ¿dónde está el Gobierno para evitar este "pinche" desmadre?», dice enojada una ciudadana de Tijuana a este diario.
«Es una tontería lo que están haciendo», asegura por su parte Enrique Morones, presidente de Ángeles de la Frontera, una ONG que ayuda a los inmigrantes que quieren llegar a Estados Unidos. «Estas imágenes no les van a hacer ningun bien», lamenta Morones, quien estuvo este sábado con ellos y confiesa que no se esperaba esta reacción por parte de los migrantes.
«Van como ratón que no sabe donde va», afirmaba un tijuanense, lamentando la actuacion de los migrantes.
Pasados varios minutos, varios inmigrantes decidieron dar la vuelta al darse cuenta de que el camino que estaban tomando no llevaba a ningún lado. «No hay muro que nos detenga, si no es hoy será otro día», confiesa a ABC un inmigrante justo cuando había decidido retornar al albergue. «Dios nos va a dejar pasar, David también venció a Goliat», afirma desafiante.
Por el momento, por tanto, los inmigrantes no han conseguido pasar al otro lado de la frontera. Ni siquiera han podido alcanzar la garita de El Chaparral, ya que los policías volvieron a formar una barrera para impedirlo.
El alcalde de Tijuana declaró este sábado una crisis humanitaria en la ciudad ante la masiva presencia de inmigrantes llegados en la caravana y pidió ayuda a Naciones Unidas para tratar con los aproximadamente 5.000 migrantes centroamericanos, la mayoría de los cuales acampados en un complejo deportivo.
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