Un fondo offshore controla la universidad de Pedro Sánchez desde Nueva Zelanda para eludir impuestos.
La matriz española del grupo, con 101 millones en activos, declara pérdidas acumuladas de 19 millones de euros, mientras que el «trust» neozelandés está exento de pagar el impuestos sobre los beneficios.
La Universidad Camilo José Cela, donde Pedro Sánchez consiguió su doctorado en 2012 y en la que ejercía como profesor, pertenece a un grupo de sociedades pantalla diversificado en seis países. Empieza en España, donde se generan los ingresos, y termina en el punto más alejado del planeta, Nueva Zelanda, donde disfrutan de un impuesto de sociedades al 0%. Se trata de una estructura offshore diseñada para eludir el pago de impuestos y que ABC ha desentrañado mediante la consulta de los registros mercantiles de España, Francia, Reino Unido, Irlanda, Holanda y Nueva Zelanda.
Institución Educativa SEK S.L. es la sociedad matriz española que controla a la Universidad Camilo José Cela y nueve colegios SEK: seis en España y tres en los Alpes (Francia), Dublín (Irlanda) y Doha (Qatar). Esta mercantil, que contabiliza 101 millones de euros en activos, es la cabecera de otras quince empresas, de las que posee entre el 50,15 y 100% de su accionariado.
A partir de aquí, la propiedad del grupo trasciende nuestras fronteras hacia territorios offshore o de baja fiscalidad. El 9,26 por cien de Institución Educativa SEK S.L. pertenece a la holandesa Hotam BV, domiciliada en la ciudad de Dronten, mientras que el 90,74% restante es propiedad de Education Management Corporation LTD,. registrada en el Reino Unido.
Esta estructura societaria declara cuantiosas pérdidas, por lo que no paga un solo euro en concepto de impuesto sociedades, el que grava los beneficios de las empresas. De hecho, la matriz española, Institución educativa SEK S.L., contabiliza pérdidas acumuladas de 18,83 millones de euros. En el último año, 2017, se dejó 3,33 millones, según datos del Registro Mercantil de Madrid e Iberinform.
Su sociedad cabecera, Education Management Corporation LTD, domiciliada en el municpio londinense de Harrow, también está en números rojos, en concreto pérdidas de 5,58 millones de euros, tal y como refleja su última balance contable, cerrado a 31 de agosto de 2017.
Con estas cifras, aparentemente catastróficas, ¿cómo se mantiene a flote una institución académica con más de un siglo de historia? Gracias a las sociedades aún no descritas en este esquema de «matrioskas»: Education Management Corporation LTD, la dominante británica de la matriz española, pertenece a XXI Learning Limited, una mercantil radicada en Dunedin, ciudad de la isla meridionial de Nueva Zelanda.
A su vez, esta se gestiona desde In Fiduciary Services LTD, un fondo neozelandés en manos de dos administradores, Nicolaas e Irina Francken.
Los «trust» o fideicomisos creados en Nueva Zelanda cuentan con una gran ventaja impositiva: no pagan impuestos siempre y cuando la actividad de las empresas que poseen no se produzca en suelo nacional. Lógicamente, este es el caso: los negocios del grupo SEK se producen, y se facturan, en España -principalmente-, Francia, Irlanda y Qatar. De hecho, este fondo ni siquiera tiene que informar de sus resultados. Según la documentación oficial consultada por ABC, la última cabecera, Nueva Zelanda, obtiene sus ingresos desde las sociedades españolas que posee, y que están en pérdidas.
Tras el último fideicomiso está como beneficiaria la familia Segovia, encabezada por Nieves Segovia, actual presidenta de la Institución Educativa SEK.
El despacho del matrimonio Francken, In Fiduciary Services, al que contrataron los dueños de la Universidad Camilo José Cela, está especializado en estructuras financieras offshore para evitar impuestos. Cuenta con oficinas en territorios de baja o nula fiscalidad: Singapur, Holanda, el estado de Wyoming (EE.UU.) y la isla malaya de Labuan, además de Nueva Zelanda.
Para poder beneficiarse de la exención de impuestos, las leyes neozelandesas exigen, además de que los ingresos y los activos provengan del extranjero, que el beneficiario del fondo no sea residente en el país -los dueños de la universidad- y contar con un «fideicomisario residente de Nueva Zelanda o compañía fiduciaria», el despacho de los Francken.
Silencio en la UCJC
ABC se puso en contacto con la portavocía de la Universidad Camilo José Cela en la mañana del pasado viernes para preguntar por el motivo de haber creado esta estructura internacional. Fuentes oficiales de la institución académica declinaron ofrecer cualquier tipo de respuesta. ABC aprovechó para reiterar la petición de una entrevista con el rector, Samuel Martín-Barbero, a propósito del doctorado que concedieron a Pedro Sánchez, ante lo que tampoco hubo respuesta.
TODO ES CORRUPCIÓN Y NO SE CONTROLA LO SUFICIENTE.
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