Dos vuelos de Ryanair estuvieron cerca de colisionar en el espacio aéreo español.
La aeronave que cubría la ruta Santiago-Palma se posicionó a tan solo 122 metros en vertical, a la altura de Navarra, de otro vuelo que viajaba de Sevilla a Toulouse.
El transporte en avión sigue siendo estadísticamente el método más seguro para emprender un viaje a cualquier destino. Pero, en ocasiones, la seguridad de los pasajeros puede estar en peligro por multitud de riesgos que implica moverse en este medio. El pasado 2 de octubre las personas que volaban en una aeronave Boeing 737-800 de Ryanair, que cubría la ruta de Santiago a Palma de Mallorca, estuvieron cerca de colisionar con otro avión de la misma compañía, que viajaba de Sevilla a Toulouse, a la altura de Navarra, sobre las 15:30 horas.
Los hechos sucedieron concretamente a 30 kilómetros al este de Pamplona, cuando, según informa «La Voz de Galicia», el Boeing 737-800 que había partido de la capital andaluza invadió el espacio aéreo del primero, posicionándose a solo cuatro kilómetros de distancia en horizontal y a 122 metros en vertical. Dicho incidente se produjo a una altura estimada de diez kilómetros (10.000 metros). El diario gallego cita datos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), una entidad que funciona de manera independiente pero que está relacionada con el Ministerio de Fomento.
Cuando ambos aviones se aproximaron los sistemas anticolisión de los que dispone el avión activaron la alerta máxima. De este modo, la CIAIAC considera como «grave» el suceso y tendrá que ser investigado a fondo para evitar sucesos similares, pues se corrió cierto riesgo.
El organismo encargado de la investigación informa que las dos aeronaveas estaban «en frecuencia» con el «centro de control de área de Madrid». También explica las que las señales de alarma se pusieron en marcha: «Durante el evento se activaron sendos avisos de resolución de conflicto del sistema anticolisión en vuelo (TCAS RA) –Trafic Collision Avoidance System– en ambas aeronaves, los cuales fueron ejecutados por las respectivas tripulaciones. Tras resolverse estos, los dos vuelos continuaron hacia su destino sin ninguna incidencia». El suceso, por suerte, terminó con un final feliz y las dos aeronaves pudieron llegar tanto a Palma de Mallorca como a Toulouse sin mayor problema.
Más incidentes de este tipo
Pese a las tecnologías tan desarrolladas que se utilizan en el sector de la aviación, la enorme cantidad de vuelos que parten diariamente de aeropuertos de todo el mundo, provoca que estos incidentes ocurran cada cierto tiempo. Así, en 2008, un avión de pasajeros de Delta Air Lines y otro de Comair estuvieron a punto de chocar en el aeropuerto de Nueva York JFK, según informaba entonces el diario «Atlanta Journal», que citaba fuentes de la Administración Nacional de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés). En esta ocasión, los dos aparatos estuvieron a punto de colisionar y, de hecho, quedaron separados a una distancia vertical de cerca de 200 metros.
Además, estos incidentes no solo ocurren durante el vuelo, sino también en la propia pista de despegue o aterrizaje. ABC informaba en 2014 que, en el aeropuerto de El Prat, «una nave de Aerolíneas Argentinas y otra de UTAir fueron las protagonistas del suceso, que felizmente no tuvo consecuencias. El Airbus 340 300 se encontraba en la pista cuando el Boeing 767 300 procedente de Moscú enfiló para aterrizar en el mismo lugar donde se encontraba el avión argentino, que en ese momento se desplazaba para partir hacia Ezeiza». La pericia del piloto permitió que realizase la maniobra conocida como «Go around», consistente en volver a elevar el vuelo y, de esta manera, evitar el choque.
SIEMPRE ME HA DASO MIEDO A QUE ESTO ACURRIERA, PUES VES CUANDO VAS EN EL AVIÓN MUCHOS VUELOS ES TU CAMPO DE VISION DESDE LA VENTANILLA.
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