viernes, 22 de junio de 2018

JUSTICIA CUESTIONA LAS DEVOLUCIONES DE INMIGRANTES EN CALIENTE.

Varios inmigrantes rescatados, ayer, en aguas internacionales del Mediterráneo a bordo del barco holandés Lifeline

Interior entrega a Marruecos ocho inmigrantes mientras Justicia cuestiona las devoluciones

La delegación del Gobierno en Melilla culpa a su antecesor, que recibió la autorización de Marlaska

Han echado devolviendo en caliente a personas que había en Chafarinas. Eso es lo que acaban de hacer y están diciendo todo lo contrario», El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, criticaba así la «incoherencia» del PSOE por anunciar ayer que iniciaba los pasos para eliminar los también llamados «rechazos en frontera» a la misma vez que trascendía la entrega a Marruecos a 8 de los 13 inmigrantes que el pasado 17 de junio alcanzaron en una patera las Islas Chafarinas, de soberanía española y situadas a 1,9 millas de las costas marroquíes.
La controversia en torno a estas acción se intensificó a lo largo del jueves, en tanto la recién nombrada delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, intentó responsabilizar de esas devoluciones a la anterior Administración del PP, afirmando que se trató de «una decisión» de su antecesor, que se había encontrado «encima de la mesa». El aludido, Abdelmalik El Barkani, contradijo esa versión al subrayar en declaraciones a Efe que él mismo consultó al ya ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que personalmente «dio el visto bueno» a la entrega de los ocho inmigrantes.
La excusa de Moh intentando atribuir a otros este traslado ha resultado muy llamativa, en tanto que la institución que dirige indicó ayer en todo momento que esas personas «pasaron a disposición de las autoridades marroquíes en aplicación del Acuerdo de Readmisión que existe entre España y Marruecos de 1992».

Con respecto a los otros cinco ocupantes de la misma patera, la Delegación del Gobierno informaba de que se encuentran en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, mientras que otras 14 mujeres que llegaron también a Chafarinas una semana antes, el domingo 10 de junio, fueron llevadas al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid.

Contra la ley de Seguridad

Se da la circunstancia de que ayer mismo se conoció que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, revisará el recurso que el anterior Gobierno presentó contra una condena de Estrasburgo a España en 2017 por la devolución en caliente de dos inmigrantes subsaharianos. La retirada de ese recurso supondría el primer paso para laminar la ley de seguridad ciudadana.
Todo apunta a ello: Delgado solicitó el 11 de junio aplazar la vista prevista para el próximo 4 de julio para «revisar la postura que el anterior Gobierno del Partido Popular decidió mantener ante el TEDH». Este tribunal consideró que la práctica de las devoluciones en caliente suponía una violación del Convenio Europeo de Derechos Humanos y condenó a España a indemnizar a cada uno de los subsaharianos con 5.000 euros.
En un comunicado, el Ministerio recuerda que las devoluciones en caliente (la figura jurídica se llama «rechazo en frontera») fueron avaladas por la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana impulsada por el Ejecutivo del PP en 2015 y conocida como «ley mordaza» y que su aprobación provocó también una modificación de la ley de Extranjería.

Expulsión inmediata

El rechazo en frontera permite la expulsión inmediata de quienes superan de manera irregular los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla sin que puedan acceder a los procedimientos legales a los que hasta entonces tenían derecho: apertura de un expediente administrativo, asesoría jurídica y proceso de identificación para determinar si pueden solicitar asilo o refugio.
El Ministerio que dirige Delgado recuerda que organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados o el Consejo de Europa, así como numerosas ONG, han puesto en duda que esa normativa se adecue a la legislación internacional en materia de derechos humanos.
AQUÍ HAY UN GRAVE PROBLEMA, QUE EUROPA NO ESTA DISPUESTA A SOLUCIONARLO, DICE QUE LOS PAISES QUE RECIBAN ENMIGRANTES QUE SE ARREGLEN CON ELLOS.LA UNIÓN EUROPEA SÓLO QUIERE DINERO Y COMERCIO, LOS TEMAS SOCIALES LE TRAEN SIN CUIDADO Y ESO LA VAN A DESTRUIR.

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