Interior teme que siga la oleada de pateras tras arribar casi un millar de irregulares.
La crisis coincide con los anuncios del Gobierno en materia de inmigración.
Las medidas anunciadas por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre inmigración -anuncio de retirada de las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla, sanidad para todos y «enfoque humanitario» del fenómeno-, ha coincidido con una nueva oleada de pateras que entre el viernes y las primeras horas de la tarde ha tenido como consecuencia la llegada a España más de 1000 inmigrantes irregulares localizados en el Estrecho y el Mar de Alborán, además de localizarse cuatro cadáveres de subsaharianos cuya patera había naufragado. Se trata de cifras sin precedentes desde 2014 que han llevado la preocupación a los actuales responsables de Interior.
Atribuir lo ocurrido a los nuevos planteamientos del Ejecutivo sobre la inmigración es, según los expertos consultados por ABC, erróneo y precipitado, porque no ha habido tiempo material para que eso se produzca. Ahora bien, este tipo de mensajes siempre han sido aprovechados por las mafias que trafican con seres humanos para aumentar su actividad, ya que les permite hacer creer a sus «clientes» que su entrada en territorio español -y por extensión en Europa-, va a ser más sencilla a partir de ahora.
Las mismas fuentes temen que en los próximos días continúe la llegada de numerosas embarcaciones, quizá no en número tan importante como el viernes, cuando arribaron 57 con 629 personas a bordo, pero sí en buen número. Hasta este sábado, eran unos 300 los inmigrantes irregulares que habían llegado a España.
Silencio de Marruecos
En esta nueva oleada de pateras se junta, por una parte, la llegada del buen tiempo y por otra lo que parece una relajación de Marruecos en la vigilancia de sus costas. El Gobierno de Marruecos y los medios oficiales guardaban ayer un sigificativo silencio sobre este asunto.
En la oleada del viernes pudo influir que ese día coincidió con el Aid al Fitr o fiesta del fin de ramadán, uno de los festivos más importantes del año en el que cierran oficinas, empresas y comercios de todo tipo y en el que también la Policía y los servicios de seguridad tienen menos agentes en la calle. Será en los próximos días cuando se puede hacer un análisis más riguroso.
Algunas fuentes consideran que el cambio de Gobierno ha sido aprovechado por Rabat para relajar la vigilancia en sus costas y presionar de esta manera al Ejecutivo para conseguir más beneficios. Otros interpretan que el gobierno marroquí puede alegar que si desde España se lanzan mensajes «buenistas» que provocan un «efecto llamada» ellos no tienen por qué seguir haciendo el esfuerzo de contener la inmigración irregular hacia nuestro país, ya que en última instancia Marruecos es solo zona de tránsito.
Dispositivo de asistencia
La atención a los recién llegados -hay que recordar que son 300 más que los que llegan a Valencia a bordo del Aquarius-, está siendo un reto para las Fuerzas de Seguridad y las ONG. De hecho, la masiva llegada de inmigrantes irregulares obligó a activar nuevos puntos de atención en Cádiz, Tarifa y Jerez y a liberar a recién llegados retenidos en calabozos de comisarías de Granada.En todo este dispositivo no ha habido que lamentar incidentes, si bien tanto las ONG como la Policía y la Guardia Civil se están viendo obligados a hacer un enorme esfuerzo para mantener el control de la situación. «Sánchez tiene que hacer un discurso de Estado en inmgración, porque si no lo vamos a pagar caro», remachan las fuentes.
EUROPA DEBE DE DAR SOLUCCIÓN INMIGRACIÓN Y AYUDARLES EN DESTINO.
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