miércoles, 30 de mayo de 2018

PIDEN TRES AÑOS DE CÁRCEL PARA UNA PROFESORA POR LLAMAR CORTITOS Y ANORMALES Y SUS ALUMNOS.

Imagen de archivo de una alumna escribiendo en la pizarra de un colegio

Piden 3 años de cárcel para una profesora por insultar a sus alumnos llamándoles «cortitos» y «anormales».

La acusada tiene un trastorno de ideas delirantes y trastorno de personalidad paranoide.

La Fiscalía Provincial de Madrid ha solicitado tres años de prisión para Adela M. G., una profesora interina que impartía clases en un colegio de Madrid y que vejaba a sus alumnos de edades comprendidas entre los 15 y los 17 años con calificativos como «cortitos», «anormales» o «barriobajeros», entre otros insultos. Según la Fiscalía, que imputa a la acusada tres delitos de contra la integridad moral, la profesora presenta una trastorno de ideas delirantes y trastorno de personalidad paranoide, «que aunque no merma su capacidad de juicio y raciocinio, puede ocasionar la presencia de alteraciones emocionales que producen la aparición de alternaciones de conducta o comportamiento social inadecuado».
La acusada, durante el curso escolar 2016-2017, se dirigió desde el principio a sus doce alumnos con afirmaciones en las que decía estar dando clase «en el aula de los tontos» y que eran «cortitos», «anormales» o «barriobajeros». «Incluso les comentaba que sólo iba a subir la nota a los que le caían bien o les ponía un parte sin motivo alguno. También faltaba el respeto a los otros profesores delante de sus alumnos. Así opinaba en voz alta que el jefe de estudios era un “dictador” o que el profesor de tecnología era un “gordo guarro”. Al mismo tiempo la acusada se postulaba como tutora porque la persona que desempeñaba el cargo era una “pelota”, una “traidora” y una “mala persona”», informan desde el Ministerio Público.

Un alumno con discapacidad sensorial

Del mismo modo, asegura que aquella situación provocó en los menores una «situación de angustia» y que la profesora interina reprochó a los alumnos que por su culpa sufría una crisis de ansiedad. Estos alertaron a sus padres sobre las prácticas de la profesora y hasta intervino el director del centro. Pese a ello la acusada, «lejos de deponer su actitud», focalizó su comportamiento en tres alumnos: dos niñas y un niño con un grado de discapacidad sensorial del 37 por ciento. «Al chico, delante de todos sus compañeros, le llamó “sudaca”, “cabrón”, “gilipollas” o “drogadicto”. Es más, le advirtió de que iba a acabar en la cárcel porque era un desequilibrado mental y que no se aprovechara de la muerte de su madre (fallecida a consecuencia de una sobredosis) “provocando que (…) abandonara llorando la clase”. A las otras dos chicas se refería a ellas como que eran antisistema con insultos como “hija de puta”, “roja”, “anarquista” o “subnormal”», concluye la Fiscalía.
SI LA PROFESORA NO ESTA BIEN QUE LA RETIREN, PERO POR USAR ESOS TÉRMINOS NO CREO QUE SEA MOTIVO PARA ENCARCELARLA, HAY OTRAS SOLUCIONES PARA QUE TRATE CORREPTAMENTE A LOS ALUMNOS.¿NO ESTAMOS CREANDO JÓVENES MUY BLANDOS Y CAPRICHOSOS?

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