Imagine acudir a terapia de pareja y confesar haber sido infiel mientras su otra mitad se deshace en lágrimas. Ahora imagine que su terapeuta les invita a ambos a ponerse los cuernos de manera frecuente para mantener la llama. En este escenario, quien les daría este atrevido diagnóstico es Esther Perel. La polémica escritora belga de 'best sellers', casada y con dos hijos, tumba con su libro 'The State of Affairs: Rethinking Infidelity' la idea instalada en la opinión pública de que el adulterio es perjudicial.
Y es que la incidencia de la infidelidad ha ido en aumento en las últimas décadas, en las que la mujer se ha incorporado al trabajo no doméstico. Sobre todo, porque la vida actual favorece las oportunidades para el sexo ilícito. Por no hablar de invenciones como la Viagra o Tinder.
"La infidelidad tiene una tenacidad que el matrimonio sólo puede envidiar", escribe Perel, que viene a decir que abriendo nuestras mentes quizás encontremos un mundo nuevo. Uno en el que crecer de la mano de otras personas con las que compartir nuestros deseos (y la cama).
Para ello, recomienda Perel, es necesario que la pareja converse. El comportamiento habitual al encontrarte a tu novio in fraganti con otra es montar en cólera. Hasta aquí todo sigue el guión clásico, pero esta especialista sugiere administrar el deseo de venganza "de una manera sana". Es decir, no invita a reprimir las preguntas, pero sí a evitar aquellas que hagan referencia a la tercera persona. Considera que culpar al infiel no ayuda y cierra la puerta a una experiencia estimulante.
Si ambas partes son capaces de llevar a cabo una aventura sin juzgar y separando amor y sexo, descubrirán que no sólo les fortalecerá, sino que además podrían considerarlo un "prolongado trayecto emocional" que prosiga y conviva con su relación en lugar de fracturarla.
Perel no está de acuerdo con colegas de profesión que en sus terapias atribuyen el papel de perpetrador y parte afectada sin profundizar en cuál fue el motivo de la infidelidad. Lo manifiesta con contundencia en otro pasaje de su libro: "Las complejidades del amor y el deseo no ceden a simples categorizaciones de bueno y malo, víctima y culpable".
Según Perel, este enfoque no le hace justicia a la "experiencia multifacética de la infidelidad". Criminaliza a los adúlteros sin analizar por qué lo son. Se centra en los efectos traumáticos de los 'affaires' sin admitir sus posibilidades "generativas".
Mantener la llama encendida
La gurú de las relaciones extramatrimoniales defiende la creatividad y el juego en la pareja. No está de más tener un amante para favorecer "el continuo reto" de mantener encendida la llama... A no ser que, como Perel, vivas en Nueva York, donde el adulterio aún es ilegal.
Como tampoco está de más tener de vez en cuando una cita romántica en pareja con velas o mandarse mensajes picantes durante aburridas reuniones.
Como era de esperar, hay quien alza la voz contra el atrevimiento de Perel y se postula del lado de las relaciones monógamas tradicionales. Para Raúl Padilla, sexólogo y terapeuta de pareja, la escritora no está contemplando el hecho decisivo de que "la percepción de su pareja [a la que han sido infiel] se escinde en dos y por un lado tenemos a la persona de siempre y, por otro, a quien ha podido mantener el engaño tanto tiempo". Otras publicaciones, en cambio, como 'It's called Polyamory', de Tamara Pincus y Rebecca Hiles, incluso establecen un término propio para calificar el rechazo de la monogamia para relacionarse con varias personas: el poliamor.
Aunque la terapeuta ha sido acusada de trivializar el recurso de la infidelidad y de promover ideas que son hostiles al matrimonio, tiene sus fans. ¿Se convertirán los españoles, los más infieles de Europa según la web de citas Ashley Madison, en sus nuevos seguidores?
HAY QUE SER MUY ANALISTA,CEREBRAL Y TENER LA MENTE FRIA,LAS DECISIONES SUELEN SER DEFINITIVAS Y MUY DOLOROSAS.
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