Perplejidad en la bacanal sexual de los Teatros del Canal: «Al actor le ha sangrado el ano»
La polémica obra, que comenzó a las 19 horas del viernes, sigue adelante con altibajos en la afluencia de público
Pasado el ecuador de «Mount Olympus», el espectáculo de 24 horas que se representa en los Teatros del Canal desde el viernes, la mayor parte del público mantiene la energía, pese a que una de las escenas de mayor expectación -la del «fisting»- se ha representado en un momento de menor afluencia de espectadores en la sala.
En torno a las 7 de la mañana, se ha representado la escena que, se sabía, estaría acompañada de mayor polémica: la del «fisting», una práctica que consiste en introducir un puño por el ano. Esa mano que penetra a uno de los actores simboliza a los tres hijos de Hércules, algo que ha impactado sobremanera a los espectadores cuando la mitad del patio de butacas estaba vacío.
«He pensado que era un artificio hasta que he visto que era de verdad y que incluso ha sangrado el chico. Es impactante verlo incluso desde lejos», asegura Jorge Menéndez sobre una escena que le ha «revuelto el estómago» a otra joven, María Ruiz, quien considera «una brutalidad» esa parte del espectáculo.
En ese momento algunos de los espectadores ausentes ocupaban la habitación preparada con mantas y cojines para el descanso o una de las dos salas «dormitorio», a pesar de que estas dos últimas áreas han resultado insuficientes para todos los que querían dormir, ya que solo hay cabida para 110 personas y, por momentos, había que esperar para entrar en ellas.
Horas de sueño
Si el objetivo de Jan Fabre con «Mount Olympus. To Glorify the Cult of Tragedy» era sacudir la mente y el cuerpo del público durante 24 horas, se puede decir que lo ha logrado, a tenor de las reacciones de quienes ocupan las más de 800 butacas de la Sala Roja de los Teatros del Canal en el estreno en Madrid de la obra.
Sin embargo, después de 15 horas de representación, los asistentes a esta bacanal aún mantienen la energía y la mayoría de ellos permanecen en el recinto desde que entraron ayer por la tarde. Durante las dos primeras «horas de sueño» marcadas en el programa (una de 50 minutos y otra de algo más de hora y media) los actores también han podido descansar sobre el escenario, repleto de sacos de dormir.
¿ES ARTE PONER LAS INMUNDICIAS DE DEPRAVACION DEL SER HUMANO AL ALCANCE DEL PÚBLICO Y EXIBIRLO DE FORMA CRUDA? NO LO CREO, LO PADECEMOS CON FRECUENCIA A LO LARGO DE LA VIDA SIN PODERLO EVITAR.
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