sábado, 30 de diciembre de 2017

EL PARQUE EÓLICO, MADE IN SPAIN, DE WIKINGER EN EL BÁLTICO, DE IBERDROLA.

Parque marino al norte de la isla de Rügen

Parque marino al norte de la isla de Rügen


El parque eólico «made in Spain» de Wikinger, en el Báltico, de Iberdrola.

Varias empresas españolas han fabricado la mayor parte de la infraestructura.

Iberdrola ha conectado a la red eléctrica alemana su parque eólico marino de Wikinger en la costa alemana de Sassnitz, en el mar Báltico. Con una inversión cercana a los 1.400 millones de euros, esta planta evitará la emisión de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
Wikinger aporta 350 megavatios (MW) de capacidad al sistema a través de 70 aerogeneradores, capaces de suministrar energía renovable a unos 350.000 hogares, cuyo consumo equivale a más del 20% de la demanda de energía del estado de Mecklemburgo-Pomerania occidental, donde está situado el parque.
Iberdrola ha cumplido con los exigentes plazos previstos en su construcción después de superar los retos tecnológicos propios de este tipo de obras y las dificultades derivadas de las condiciones meteorológicas extremas del mar Báltico durante los meses de otoño e invierno.

La fase de construcción de este parque ha sido especialmente compleja y sus principales etapas han sido el hincado en el fondo marino de 280 pilotes que sujetan las cimentaciones, la instalación de los jackets o base de la subestación marina, la puesta en marcha de la subestación Andalucía, la instalación y puesta en marcha, en coordinación con 50Hertz, de los dos cables submarinos que conectan la energía del parque con la subestación terrestre de Lubmin y de más de 80 kilómetros de cables submarinos entre los aerogeneradores del parque. Cada aerogenerador tiene una altura, desde su base bajo el lecho marino, de 270 metros y su peso es de 2.000 toneladas.
Al parque de Wikinger se le puede poner la etiqueta de «made in Spain», ya que gran parte de su infraestructura ha sido construida en nuestro país. Como los 116 pilotes, fabricados en Avilés (Asturias) por la compañía Windar, que también se ha ocupado de la elaboración de 70 torres y de 29 piezas de transición. Por su parte, Navantia ha realizado en sus astilleros de Fene (A Coruña) 29 «jackets» (anclajes) y en los de Puerto Real (Cádiz) la subestación marina Andalucía. Esta infraestructura pesa 8.500 toneladas, más que la torre Eiffel y la estatua de la Libertad juntas.
La empresa española Gamesa, ahora Siemens Gamesa, ha sido la encargada de la fabricación de las 70 turbinas. «Esto ha permitido que compañías proveedoras nacionales sean compañeras de viaje en la expansión internacional, facilitándoles la apertura a nuevos mercados y negocios», subraya la multinacional que preside Ignacio Galán.
Estas adjudicaciones a Navantia han supuesto también el impulso de decenas de empresas de las comarcas donde se ubican los astilleros, a las que se les ha abierto una nueva línea de negocio. Un ejemplo es el contrato con la compañía viguesa Industrias Ferri para la fabricación de 71 grúas para la carga de equipos en el montaje del parque marino en aguas alemanas.
Navantia consiguió en 2016 nuevas adjudicaciones para la construcción de un nuevo parque eólico marino de Iberdrola en Reino Unido, el East Anglia One, por el que la eléctrica ha realizado contratos por más de 185 millones de euros en los astilleros de Fene y Puerto Real y que están suponiendo carga de trabajo para más de 1.000 profesionales de los astilleros durante aproximadamente dos años.
ESTAS INSTALACIONES LAS PAGAMOS EN EL RECIBO DE LA LUZ LOS CLIENTES Y NO NOS ENTERAMOS, DE AHÍ LAS ENORMES SUBIDAS DE LOS RECIBOS DE LUZ.

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