Imagen de la base de Torrejón tras el accidente del caza F-18. En primer plano, un avión apagafuegos.
Un fallo de motor, causa del accidente del F-18 en Torrejón.
En el siniestro ha fallecido el teniente Fernando Pérez Serrano, de 26 años.
Terrible racha para el Ejército del Aire. El teniente Fernando Pérez Serrano, de 26 años, perdió este lunes la vida al estrellarse un caza F-18 durante su despegue de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). El aparato sufrió un fallo de motor, “no tuvo fuerza suficiente” para completar la maniobra y se precipitó al suelo a pocos metros de la pista. Hace sólo cinco días, el capitán Borja Aybar García falleció en el accidente de un Eurofighter cuando volvía de particiar en el desfile del 12 de Octubre. En apariencia, no hay relación entre ambos siniestros.
A falta de que la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) elabore su informe, todos los indicios apuntan a que fue un fallo de motor lo que provocó el accidente del F-18 que pilotaba el teniente Fernando Pérez Serrano.
Pasaban las 11 de la mañana cuando el caza del Ala 12 del Ejército del Aire inició la maniobra de despegue para un vuelo de instrucción. Tras recorrer prácticamente toda la pista, en contra de lo habitual (con 4,2 kilómetros, es una de las más largas de Europa) se levantó unos metros y se precipitó a tierra. El avión cayó dentro del perímetro de la base, a unos 100 metros a la derecha del final de la pista y a unos 200 del centro comercial Parque Corredor, desde donde se escuchó la colisión y pudo verse una columna de humo elevarse hacia el cielo.
El piloto no eyectó el asiento para saltar en paracaidas, aunque puede hacerlo a cota cero (a nivel del suelo), quizá porque no tuvo tiempo o por evitar que el aparato fuese a estrellarse contra el centro comercial.
Fuentes militares indicaron que el mecánico de vuelo había advertido, poco antes del despegue, un ruido extraño en el motor. En un comunicado, el Ministerio de Defensa apuntó a una “pérdida de potencia del aparato” como causa del siniestro; mientras que la ministra María Dolores de Cospedal explicó que el accidente se había producido porque el F-18 “no ha podido terminar de despegar, no ha tenido fuerza suficiente para hacerlo”.
El F-18 tiene dos turbinas y puede volar y aterrizar con una sola. Es posible que la avería afectase a un elemento común a ambos motores o que, al fallar uno, careciera de potencia suficiente. El fallo debió producirse cuando ya había sobrepasado el punto de no retorno y no era posible abortar el despegue.
En el siniestro ha fallecido el teniente Fernando Pérez Serrano, natural de Murcia, de 26 años y soltero. Pertenecía a la 65 promoción de la Academia General del Aire, donde ingresó en 2009. Sumaba más de 700 horas de vuelo. Desde julio de 2014 estaba destinado en la Ala 12, a la que pertenecía el F-18.
Se trata del segundo accidente de un caza en cinco días, tras el que sufrió el pasado día 12 un Eurofighter cuando se disponía a aterrizar en la base de Los Llanos (Albacete), después de haber participado en el desfile de la Fiesta Nacional en Madrid.
Fuentes militares descartan que exista relación entre ambos siniestros. Aparte de que son modelos distintos, en Torrejón se trata del fallo del sistema de propulsión, mientras que en Albacete las hipótesis apuntan a un problema con los mandos o a un desfallecimiento del piloto.
La ministra de Defensa, que estaba realizando una visita a las instalaciones militares en Cataluña, decidió acortar su estancia tras conocer el accidente. En una breve intervención pública, aseguró que “cuando sepamos los motivos [de los dos últimos siniestros en el Ejército del Aire] yo misma compareceré donde sea necesario, en el Congreso de los Diputados, si así se estima necesario”.
La comparecencia de Cospedal en la Comisión de Defensa del Congreso para que informe de “la sucesión de accidentes graves, con consecuencias humanas y operativas para el Ejército del Aire”, ya ha sido solicitada por Unidos Podemos y por el Grupo Socialista.
El F-18 consituía, hasta la llegada del Eurofighter, la espina dorsal de la aviación española de combate. España compró 72 aviones a McDonnell Douglas por unos 300.000 millones de pesetas (1.800 millones de euros) que entraron en servicio a partir de 1986. En 1995,adquirió otros 24 de segunda mano a la Marina estadounidense por 55.000 millones (330 millones de euros). Los primeros fueron destinados al Ala 12 (Torrejón de Ardoz) y al Ala 15 (Zaragoza) y los últimos a la base aérea de Gando (Gran Canaria), por lo que el avión siniestrado este lunes tiene casi tres décadas.
De los 96 aparatos adquiridos en total por el Ejército del Aire español se han perdido 11 en nueve accidentes en los que han fallecido tres pilotos.
Se trata del segundo accidente de un caza en cinco días, tras el que sufrió el pasado día 12 un Eurofighter cuando se disponía a aterrizar en la base de Los Llanos (Albacete) tras haber participado en el desfile de la Fiesta Nacional en Madrid.
La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que estaba realizando una visita por las instalaciones militares en Cataluña, ha acortado su estancia para regresar a Madrid. Aunque ha anunciado que, cuando disponga de datos de los dos últimos accidente de aviones del Ejército del Aire comparecerá en el Congreso, ha avanzado que el del F-18 se ha producido porque "no ha podido terminar de despegar, no ha tenido la fuerza suficiente para hacerlo". También el Grupo Socialista y Podemos han anunciado que pedirán su comparecencia pra que informe sobre las causas de ambos siniestros.
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