El ciclón arrasa islas orientales del Caribe a su paso y enfila directo hacia Puerto Rico
Puerto Rico contiene el aliento. El huracán María atravesará mañana su territorio golpeándolo de lleno con vientos sostenidos de unos 250 km/h (entre fuerza 4 y fuerza 5, máxima categoría ciclónica), lluvias torrenciales y posibles marejadas ciclónicas.
María tocó tierra esta madrugada en la isla Dominica devastándola y dejándola incomunicada. Esta mañana se ensaña con el archipiélago de Guadalupe con una tromba de agua, viento y rayos. A Puerto Rico le quedan las horas de luz de hoy para terminar de prepararse lo mejor posible para un hachazo que podría sumirlo en una catástrofe nacional de propociones inéditas.
"El mensaje principal en estos momentos es que este es un huracán extremadamente peligroso con el potencial de infligir impactos catastróficos", ha dicho antes de mediodía (horario de la costa este de EE UU) el meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes Pablo Santos. "Si tiene orden de evacuación, por favor, cumpla con esas órdenes", ha añadido.
Hundido en una crisis de deuda de 120.000 millones de dólares y con la juventud emigrando desde hace años en masa a EE UU, María podría ser un golpe fatal. Esta mañana el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, llamaba a la población a seguir las instrucciones de seguridad con el objetivo prioritario de evitar víctimas. "[El huracán] va a impactar en todo Puerto Rico con una fuerza y violencia que no hemos visto en varias generaciones", ha dicho el mandatario, que explicó que las casas vulnerables con techos de zinc o madera, numerosas en la depauperada isla, no podrán resistir y rogó a los ciudadanos que en vez de aferrarse a sus hogares vulnerables se pongan a salvo en los refugios del gobierno: "Si no estamos seguros, nuestra vida corre peligro. Las propiedades se pueden arreglar, las vidas no se pueden sustituir". Puerto Rico ha abierto 500 refugios con capacidad máxima para unas 120.000 personas y ha iniciado a evacuación de las zonas costeras.
La fuerza destructora de María ya ha quedado demostrada. Dominica (73.000 habitantes) está hecha trizas. El primer ministro de la isla, Roosevelt Skerrit, ha escrito en Facebook: "El viento arrasó los techos de la vivienda de casi todas las personas con las que hablé o contacté de otra manera. El techo de mi propia residencia oficial fue uno de los primeros en volar". Skerrit pide "ayuda de todo tipo". En Guadalupe la situación es dantesca. "Todo tiembla en torno a mí", ha contado a una cadena francesa el exministro francés de Ultramar Victorin Lurel, confinado en su casa del sur del archipiélago, desde donde describió "lluvias infernales, con un viento que no cesa desde hace horas y relámpagos por todas partes".
María se convirtió ayer, de manera súbita, en un aterrador monstruo ciclónico que amenaza con machacar el Caribe siguiendo la estela destructora de Irma. El lunes por la mañana su potencia subió a fuerza 3, por la tarde a 4 y al anochecer a 5 con vientos sostenidos de 257 kilómetros por hora, rachas de 300 y capacidad para dejar enormes inundaciones por lluvia y desencadenar marejadas ciclónicas. Tras su paso por Dominica, María ha perdido algo de fuerza y ha bajado a 4 pero poco después ha vuelto a subir a 5 con vientos de hasta 260 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de EE UU. Su pronóstico es que este nuevo buldózer meteorológico se vaya adentrando en la región este martes por el archipiélago del este del Caribe y golpee el miércoles a Islas Vírgenes y Puerto Rico.
Las proyecciones de la ruta de María indican por el momento que no impactará contra la península de Florida ni contra el resto de la costa Este de EE UU, pero su trayectoría podría variar. Un costado del huracán pasará por el este de República Dominicana. Haití parece quedar a salvo. En Cuba podría verse algo afectado, indirectamente, el extremo oriente del país pero no el centro ni el occidente. Los cayos cubanos, detrozados por el viento, y La Habana, que padeció inundaciones históricas, estarían según los pronósticos provisionales fuera del camino apisonador de María.
Puerto Rico declaró ayer por la mañana el estado de emergencia nacional. El gobernador Rosselló ha dicho que este nuevo ciclón será "más devastador que Irma" para su territorio. "Nunca antes ha ocurrido un evento como este", ha añadido. "María puede ser el peor en un siglo en la isla, peor incluso que el huracán San Felipe, de 1928". Irma pasó a unos 80 kilómetros de la costa de Puerto Rico y aún así su coletazo desde lejos dejó al menos tres muertos y a un millón de boricuas sin electricidad. María, que tiene menos tamaño que Irma pero similar intensidad, parece que lo golpeará directamente.
El huracán podría traer inundaciones por lluvias de medio metro de alto y ser más dañino que otros que impactaron fuerte en la isla como Hugo en 1989 o George en 1998. "La tormenta podría ser catastrófica para nuestra isla", ha dicho a Associated Press Ernesto Morales, del Servicio Meteorológico de Puerto Rico, que afirma que María afectará a "todo el país". Ante el desolador panorama de este país en bancarrota financiera y víctima de los huracanes, se prevé que en las próximas semanas visite la isla (Estado Libre Asociado a EE UU) el presidente Donald Trump –que, por otro lado, siempre se ha pronunciado en contra de que Washington rescate a San Juan de su hoyo de deuda–.
Otro tormento para las Antillas menores
Antes que a Puerto Rico le tocará a Islas Vírgenes británicas y americanas. De las de EE UU ha sacado este martes en un vuelo privado la Universidad de Miami a 72 personas entre profesores, alumnos y administrativos de un centro universitario. Pero el primer golpe ya se lo están llevando las Antillas menores, donde Irma destrozó hace dos semanas islas como Barbuda y San Martín, arruinando tres cuartas partes de sus viviendas y dejándolas casi inhabitables.
María está pasando ahora mismo por las Antillas menores a unos lentos 14 km/h –lo que la hace más dañina porque tarda más en irse–. Dominica, Martinica –menos afectada según los primero reportes– y Guadalupe han sido las primeras damnificadas. Las próximas en recibir al huracán serán las islas Saint Kitts y Nevis y Montserrat (Reino Unido).
El Centro Nacional de Huracanes de EE UU ha afirmado que María podría producir "una peligrosa tormenta y olas grandes y destructivas" que elevarían los niveles del mar en 1,2 a 1,8 metros cuando pase por las islas de Sotavento. Además ha pronosticado inundaciones por lluvia de hasta 51 centímetros en dichas islas, en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes el miércoles por la noche.
Un comunicado del servicio de meteorología francés Météo France advierte de que las olas provocadas por el huracán María pueden llegar hasta 10 metros y pronostica que sus lluvias serán torrenciales. "La amenaza debe ser tomada muy en serio", alerta la agencia francesa.
La alerta de huracán también incluye a la isla Antigua y Barbuda, diezmada por el huracán Irma. Fue la primera isla en recibir a ese ciclón de categoría cinco. Alrededor de 40 personas murieron al paso de Irma por el Caribe antes de que golpease Florida, donde murieron al menos 42 personas más, según el último recuento de las autoridades estatales este martes.
Un segundo huracán, José, también está activo en el Atlántico y ha motivado alertas de tormenta tropical en el noreste de Estados Unidos.
EL CAMBIO CLIMÁTICO ES EMINENTE Y ME TEMO QUE NO TENEMOS FORMA DE MODIFICARLA LA SITUACION. LA TIERRA SE HA REBELADO Y NO HAY FORMA DE CALMARLA.
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