miércoles, 16 de agosto de 2017

LA PRESIDENTA DEL PARLAMENT SE NEGÓ A FIRAMR LA LEY DEL REFERENDUM

La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell.

La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell

La presidenta del Parlament se negó a firmar la ley del referéndum.


Carme Forcadell y los otros tres miembros independentistas de la Mesa argumentaron que no suscribían el texto para salvaguardar su perfil institucional.

La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, y los otros tres miembros de la coalición independentista que forman parte de la Mesa, el órgano de gobierno de la Cámara, no quisieron firmar el 31 de julio junto con los otros 67 diputados separatistas la llamada ley del referéndum, de la que tendría que depender la convocatoria de la consulta ilegal del 1-O. Forcadell y sus tres compañeros independentistas en la Mesa justificaron su rechazo a asumir esa responsabilidad en su voluntad de mantener un perfil institucional.
Entre el viernes 28 de julio, día en el que se despidió la actividad oficialmente en el Parlamento catalán, y el lunes 31, cuando se tramitó con las firmas debidas en el registro la llamada ley del referéndum, fueron estampando sus rúbricas en el documento de 30 folios, 34 artículos y dos disposiciones desde el presidente Carles Puigdemont y todos los componentes de su Gabinete hasta un gran número de los 61 diputados de la coalición secesionista Junts Pel Sí y los diez de la CUP. Pero no todos.
En teoría, no hacía falta semejante alarde de apoyos. El artículo 109.b del reglamento de la Cámara permite que una proposición de ley de ese tipo pueda tramitarla desde un portavoz de un grupo hasta un solo diputado con la firma delegada de otros cuatro compañeros. Los responsables de Junts Pel Sí, sin embargo, quisieron dar una imagen de unidad interna después de semanas de disensiones y crisis entre los dirigentes del PDeCAT y ERC. Anunciaron por ello que la ley del referéndum la suscribirían todos: los 71 diputados que suman ambas formaciones y la CUP (excluido Germà Gordó, expulsado del PDeCAT), y entre los que se cuentan los integrantes del Gobierno catalán y de la Mesa del Parlamento. Pero no fue cierto. Al final, en el documento presentado para su registro, que hoy debe admitir a trámite o no la Mesa, solo figuraron 67 firmas. Faltaban cuatro muy significativas.
Los nombres y las firmas de la presidenta de la propia Cámara, Carme Forcadell, que se presentó a las elecciones de 2015 como número dos de ERC; la secretaria primera de la mesa, Anna Simó, también de ERC; Ramona Barrufet, secretaria cuarta; y Lluís Guinó, vicepresidente primero de la Mesa tras la última crisis del Ejecutivo de Puigdemont, no figuran en el documento. La Mesa del Parlamento catalán la dominan esos cuatro diputados de Junts pel Sí frente a los tres en minoría de Catalunya Sí que es Pot, Ciudadanos y PSC.

“Perfil institucional”

Forcadell y sus tres compañeros nacionalistas argumentaron ante los responsables de Junts Pel Sí y otros dirigentes independentistas que no firmaban esa propuesta “para preservar su perfil y su función institucional”, según fuentes de esos partidos. Pero las mismas fuentes creen que la razón real que explica la ausencia de esas firmas es que Forcadell y los otros tres diputados no querían asumir esa responsabilidad.
El Tribunal Constitucional ya sentenció en febrero pasado que son ilegales todos los actos preparatorios de un acto ilegal y que quienes los promuevan pueden incurrir personalmente en responsabilidades penales.
Con respecto a la tramitación de la ley del referéndum, fuentes del bloque independentista apuntan a que se optará al final por utilizar el procedimiento recogido en el artículo 81.3 del reglamento para cambiar el orden del día de un pleno.
Ese punto reseña que se puede alterar el orden del día si el pleno lo acuerda “a propuesta del presidente o a petición de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los miembros del Parlamento, y cuando así lo obliga el cumplimiento de una ley”. “Si debe incluirse un asunto, este debe haber cumplido los trámites reglamentarios que lo permiten, salvo un acuerdo explícito en sentido opuesto, por mayoría absoluta”, reza el artículo del reglamento.
ME PARECE QUE ES MÁS FÁCIL BRABUCONEAR QUE FIRMAR. QUE LO HAGA EL ESCURRIDIZO JUNQUEREAS QUE TIRA LA PIEDRA Y ESCONDE LA MANO.

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