Pedro Sánchez, en la clausura del Congreso Federal del PSOE
Sánchez se compromete a buscar una mayoría parlamentaria contra Rajoy.
El secretario general creará un espacio de coordinación de distintos partidos para "desmantelar" las políticas del PP.
Pedro Sánchez se ha comprometido en el cierre del 39º Congreso del PSOE a trabajar "sin descanso" para lograr una "mayoría parlamentaria alternativa que acabe con esta época negra del gobierno de la derecha". Una tarea difícil, visto el recelo mutuo entre Unidos Podemos y Ciudadanos. El secretario general reelegido por más de la mitad de la militancia que participó en las primarias ha insistido en que el cambio depende de estas tres fuerzas políticas. Sus respectivos líderes, Pablo Iglesias y Albert Rivera, rechazaron esta semana la invitación a alcanzar acuerdos que Sánchez realizó a través de una tribuna en El Mundo. "Si persisten los vetos, en las próximas elecciones pediremos que, si siguen así, apoyen al único partido que puede garantizar el cambio", ha advertido.
Entretanto, su intención es "coordinar" con las fuerzas del cambio en el Parlamento para "desmantelar" las políticas del PP. En esta línea, ha instado a entenderse "semanalmente" para derogar "buena parte" de la legislación del Gobierno de Mariano Rajoy. "Vamos a hacer una oposición de Estado, vamos a estar con el Estado, pero no con este Gobierno. Rajoy debe tenerlo claro: estaremos frente a este Gobierno, que corrompe todo lo que toca, empezando por la Constitución", ha subrayado. "La oposición de Estado es defender precisamente la Constitución ante este Gobierno", ha sentenciado, tras recalcar en varias ocasiones la corrupción que afecta al PP.
Sánchez ha defendido su ideario para que "la socialdemocracia regrese a La Moncloa" ante unos 8.500 militantes y simpatizantes en el recinto ferial IFEMA de Madrid, según cálculos de la organización. Lo ha hecho a escasos metros de donde Susana Díaz presentó su candidatura a las primarias a finales de marzo. La dirigente andaluza no ha acudido al acto. De los siete con que cuenta el PSOE, solo la presidenta de Baleares, Francina Armengol, tomó parte por Sánchez. El resto se alinearon con Díaz. Tampoco han asistido los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, ni el antecesor de Sánchez en la secretaría general, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El secretario general ha hecho varios guiños hacia los Gobiernos del PSOE en las comunidades autónomas, presentándoles de forma implícita como un modelo de responsabilidad frente a Unidos Podemos, con quien el PSOE mantiene un pulso por la hegemonía de la izquierda. "Somos la izquierda que gobierna. Ahora que se dice que somos el nuevo PSOE, sí, el nuevo PSOE, pero también el de siempre. El PSOE que gobierna, que no tiene miedo al cambio y que va a ganar las próximas elecciones", ha sido su declaración de principios. En ella, Sánchez no ha obviado su pretensión de ser el modelo alternativo al del PP. "Nosotros miramos al PP de frente, no desde abajo. Nosotros solo competimos con el PP", ha aseverado.
"La izquierda de Gobierno es la que hace lo que dice y dice lo que hace", ha insistido Sánchez. Una de sus prioridades, como ha demostrado al inicio de su discurso de una hora de duración, es obtener la confianza de quienes en mayo de 2011 encontraron sentido a las reivindicaciones, denuncias y demandas del 15-M. "Esa demanda de regeneración aún insatisfecha pronto va a llegar". "Somos la izquierda de gobierno, que tiene que hacer las cosas de forma serena. Estamos aquí para representar a quienes hace seis años decían que nadie les representaba", ha enfatizado. "Sois los protagonistas del futuro de España. No vamos a permitir el precariado ni que tengáis que emigrar", ha sido el mensaje que ha trasladado a la generación de los millennials.
La crisis política e institucional en Cataluña también ha centrado la intervención de Sánchez. La reforma de la Constitución hacia una España federal es la solución que propone el PSOE. Los textos aprobados en el Congreso abogan por el reconocimiento de la "plurinacionalidad" del Estado. El objetivo último lo ha dejado claro: un modelo de Estado "que dé cauce a que Cataluña encuentre su sitio". "España no es anticatalana, España quiere a Cataluña, España es plural y diversa". "Estoy a favor de España y del catalanismo", ha apostillado.
Las palabras de Carme Chacón en el congreso de Sevilla cuando se enfrentó a Rubalcaba le han servido para su broche final. "Si decimos izquierda es izquierda. Si decimos cambio es cambio". Y ha añadido de su cosecha: "Pongamos rumbo a La Moncloa". Y tras ello, La Internacional se ha cantado con todo el público en pie y muchos puños en alto.
HACE FALTA UNA OPOSICIÓN SERIA Y NECESARIA BASADA EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN.
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