EUROPA EN GUARDIA
En los sesenta años de vida del proyecto comunitario, nunca había habido una percepción más aguda de que los problemas de seguridad son de orden colectivo, que ningún país por sí solo es capaz de hacer frente al desafío terrorista. Las fuerzas populistas antieuropeas luchan por lograr que se restablezcan las fronteras y que se endurezca la política de inmigración, en contra de las tesis que sostienen que es necesario aumentar la cooperación entre las fuerzas de seguridad de todos los países, informa desde Bruselas Enrique Serbeto.
Pero eso no impide que en Bruselas se mantenga un nivel tres (sobre cuatro) de alerta antiterrorista, con el Ejército desplegado en las zonas estratégicas de la ciudad. Los funcionarios europeos viven, como los belgas, bajo el recuerdo de los atentados de abril en el aeropuerto y en el metro de Bruselas, que siguen presentes en todas las recopilaciones de los acontecimientos del año que termina y que han marcado para siempre la historia de esta capital y de los europeos en general.
Los dirigentes comunitarios han reforzado la legislación introduciendo, por ejemplo, el control obligatorio de la identidad de todos los viajeros que entran en Europa, sin excepciones, para tratar de conjurar el peligro que supone el regreso de los que fueron a combatir con Daesh. Más inmediata es la amenaza que pende sobre las celebraciones de esta Nochevieja, para las que se han adoptado medidas de seguridad excepcionales.
Y esa es la peor de las amenazas que penden sobre la UE. El miedo a que entre los millones de refugiados se hayan infiltrado células terroristas que puedan permanecer en un estado latente hasta que reciban la orden de actuar. Y, aún peor, el regreso de los miles de ciudadanos europeos o residentes que partieron a hacer la yihad a Siria o Irak. La participación de los países europeos en la coalición internacional anti-Daesh mira especialmente hacia ese componente y sus posibles implicaciones para la seguridad de los europeos.
Alemania
Un tribunal administrativo de Colonia denegó este viernes las solicitudes para manifestarse en Nochevieja en la Plaza de la Catedral de la ciudad del Rin, que habían presentado por separado el partido xenófobo y antieuropeo Alternativa para Alemania (AfD) y la formación de extrema derecha Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD). En el aniversario de los abusos sexuales a más de mil mujeres por parte de refugiados, ambos partidos deseaban expresar su protesta contra la política de inmigración de la canciller Merkel precisamente en el principal escenario de los hechos, y el tribunal ha respondido que resulta «imposible» porque «la Policía no dispone de personal para la seguridad de las marchas, debido a que está volcada en garantizar una Nochevieja pacífica en Colonia», informa desde Berlín Rosalía Sánchez.
Efectivamente, 1.500 agentes de la Policía federal serán desplegados esta Nochevieja en el centro de Colonia, junto a los más de 500 guardias de seguridad que aportan tres empresas privadas subcontratadas y entre los que figuran unos 60 refugiados, procedentes del norte de África, Siria y Afganistán y contratados este viernes para ayudar a las fuerzas de seguridad a identificar situaciones ajenas a la cultura local y que puedan suponer una amenaza.
Muros de hormigón impiden ya los accesos a las zonas de celebración, con la excepción de numerosos vehículos policiales que operarán en grupo y camiones cisterna contra potenciales disturbios. Además se han instalado comisarías móviles y un sinfín de cámaras de vigilancia, al igual que en Hamburgo, Düsseldorf, Múnich, Fráncfort, Stuttgart o Dortmund. El ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziére, garantizó este viernes en una entrevista que «no se repetirá la Nochevieja de Colonia», pero este dispositivo de seguridad sin precedentes no resulta suficiente para AfD, y el partido populista alemán ha desarrollado una App de seguridad con recomendaciones para los ciudadanos y con cuya descarga el partido obtiene ingresos.
La app denominada «Safemyplace», que puede descargarse en smartphones y dispositivos móviles, sirve para organizar rápidamente grupos de autodefensa gracias a la geolocalización en tiempo real de usuarios que se han registrado voluntariamente para acudir en ayuda de quien lo necesite. También permite advertir sobre individuos sospechosos, siempre al margen de la Policía, por lo que la prensa alemana ha criticado la iniciativa calificando su objetivo como «organización de linchamientos».
En Berlín, donde se espera un millón de personas en torno a la Puerta de Brandeburgo, el área permanece vallada y precintada, en una noche en los que los petardos, pequeños explosivos y fuegos artificiales pertenecen a la tradición. La Policía efectuará registros en los accesos y confiscará el material que considere peligroso.
Francia
El Gobierno francés va a movilizar a más de 96.000 personas entre policías, gendarmes y militares para garantizar la seguridad de los festejos para recibir el año nuevo, indicó ayer el ministro del Interior, Bruno Le Roux.
Esas fuerzas se van a centrar en los lugares «particularmente concurridos», señaló Le Roux a la prensa, durante un recorrido por el centro más turístico de París en torno al museo del Louvre en compañía de su colega de Defensa, Jean-Yves Le Drian, con quien verificó la coordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad.
El titular de Interior hizo hincapié en que las vacaciones escolares han permitido recolocar a los militares que vigilan los alrededores de las escuelas en estaciones, aeropuertos y, en general, «en todos los lugares que acogen a turistas». En total, estarán operativos 52.600 policías, 36.000 gendarmes y 7.000 militares de la misión Sentinelle, que patrullan las calles, instituciones sensibles y centros estratégicos por todo el país.
Las medidas de seguridad para Nochevieja incluyen la instalación de «elementos pasivos» como vehículos o bloques de hormigón en los posibles accesos de áreas peatonales de fuerte afluencia.
Para tener una visión de conjunto e intentar detectar situaciones anormales, habrá helicópteros que sobrevolarán las grandes aglomeraciones que se prevén esta Nochevieja, empezando por la avenida de los Campos Elíseos de París y sus alrededores, donde se esperan a unas 600.000 personas en los fuegos artificiales, informa Efe.
La prefectura de Policía de París ha previsto movilizar a cerca de 10.300 personas entre policías, gendarmes, militares, bomberos y personal municipal para la seguridad de la capital francesa. Eso incluye agentes de civil que circularán de paisano para vigilar comportamientos sospechosos en zonas de fuertes concentraciones como los propios Campos Elíseos.
Reino Unido
La Policía Metropolitana de Londres (MET) intensificará su presencia en la capital británica durante las celebraciones de Nochevieja tras los ataques terroristas en Berlín y Niza. Unos 3.000 agentes estarán de servicio esta Nochevieja en la capital, donde tendrá lugar un espectáculo público de fuegos artificiales que suele atraer a cientos de miles de personas. «Hemos revisado y ajustado los planes de seguridad. Vigilamos cerca de 3.500 grandes eventos al año, y planificamos su seguridad meticulosamente», afirmó Phil Langworthy, comisario de la MET.
Bélgica
El alcalde de Bruselas, ciudad donde un ataque suicida acabó con la vida de 32 personas e hirió a otras 300 el pasado mes de marzo, ha decidido seguir adelante con los fuegos artificiales para recibir el nuevo año, algo que canceló en 2015 tras los ataques a París, informa desde la capital belga Enrique Serbeto. Entre las medidas tomadas por el Ayuntamiento se encuentra el cierre de dos estaciones de metro y todos los accesos, menos cinco, entre la Place de la Bourse y la Place de Brouckère, donde se congregará más gente en la calle, que estará vigilada bajo estrictos controles de seguridad. La zona ha sido recientemente peatonalizada y es muy complicado para un camión llegar hasta allí.
Pero la situación sigue siendo de gran preocupación y en el diario Le Soir se han publicado críticas contra el Gobierno federal, que no ha previsto ningún refuerzo presupuestario para la policía municipal del barrio de Molenbeek, que se considera como una zona de especial importancia en las redes yihadistas.
Italia
Italia vive un fin de año en alerta máxima, informa desde Roma Ángel Gómez Fuentes. Las consecuencias del atentado de Berlín se perciben en todas las grandes ciudades italianas, donde se han establecido medidas como nunca antes se habían visto. En Roma, por ejemplo, se han colocado vehículos blindados en lugares simbólicos, como el Coliseo y el Vaticano, definidos por la Policía como «objetivos sensibles».
En lugares estratégicos se han desplegado policías expertos en tiro, patrullas a pie y a caballo, además de agentes en bicicleta. El ministro del Interior, Marco Minniti, afirmó que «la guardia es altísima». «Tenemos un sistema de seguridad en este momento a todos los niveles, con el objetivo de garantizar a todos los italianos la máxima tranquilidad», explicó el ministro.
En Milán se ha protegido la plaza principal, frente a la catedral, con bloques de cemento para contener el eventual ataque de un camión.
Como en muchas ciudades hay programados conciertos de Nochevieja, se han dispuesto rígidos controles, que incluyen detectores antimetales. Se experimentarán además nuevas técnicas. Por ejemplo, en Milán policías de paisano utilizarán teléfonos móviles de última generación para filmar en directo lo que sucede en las calles principales. Gracias a una parte exclusiva de la banda de transmisión, se tendrán imágenes nítidas sin sobrecargar la red. Por su parte, Bolonia utilizará un dron que transmitirá en directo las imágenes de la céntrica Plaza Mayor.
Una característica que domina en todas las grandes ciudades es la barrera de protección que se ha situado en sus plazas principales. En Turín, por ejemplo, se han cerrado al tráfico las vías de acceso a la plaza de San Carlo. De estas forma se blindan los conciertos y manifestaciones públicas de estas fiestas, para evitar que se conviertan en objetivo de un ataque terrorista.
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