Foto: José Ángel Miyares Valle
HOY
DE CAMINO MATINAL, NAVIDAD.
Hoy,
en mi paseo matinal, en la ruta de los chalets, observé que escaseaban los adornos
navideños de otros tiempos, todo estaba en silencio, no se oía música ni
villancicos y me repreguntaba, si es que estamos deprimidos o es que se ha
perdido el espíritu navideño de otras épocas, llegando a la conclusión, que un hay poco de todo.
Hasta
los perros los vi en sus jardines alicaídos, sin ánimo de ladrar e incluso las
campanas del un lejano campanario tañían
de forma perezosa.
Mis
recuerdos se retrotrajeron a los tiempos de los villancicos en cualquier lugar,
calles, comercios, casas , risas de chiquillos y mayores, canciones y chistes
en los bares, hoy nada silencio y nostalgia del caminante.
Contrasta
con la alegría que las televisiones y periódicos que quieren transmitirnos, familias felices, pero por más qué propaguen felicidad,
ésta no se fabrica lejos del corazón y hoy
el corazón de los españoles está triste.
No me
hagan mucho caso, quizás sea la nostalgia de otros tiempos, mis párpados se
cierran con la esperanza de que me arrullen con villancicos en el sueño.
¡Felices
fiestas navideñas, amigos¡, a esperar por tiempos mejores.
José
Ángel Miyares Valle.
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