domingo, 18 de diciembre de 2016

EXTINCIÓN DE LOS GRANDES MAMÍFEROS DEL PLANETA.


                                                            Un oso polar en el Ártico
La pérdida de hábitats y el cambio climático desencadenan la sexta extinción que nos dejará sin tigres o jirafas.
Uno de los relatos más importantes de la ficción contemporánea se titula 'El gran silencio', está protagonizado (y contado) por un loro y apenas supera las cuatro páginas. Su autor es Ted Chiang, un informático estadounidense que, con un puñado de reveladoras narraciones, entre ellas la que inspiró el filme La llegada, ha sido capaz de tocar nuestras fibras más sensibles. El pájaro-narrador vive junto al telescopio de Arecibo, en la selva de Puerto Rico, dedicado a tratar de captar un sonido inteligente proveniente del espacio exterior, escrutando lo que se denomina "el silencio del universo". Sin embargo, el loro se pregunta por qué los humanos nunca han tratado de hablar con los seres de otras especies con los que comparten el planeta: "Hace cientos de años, mi especie era tan abundante que nuestras voces resonaban por todas partes. Hoy casi hemos desaparecido. Dentro de poco, la selva estará tan silenciosa como el resto del universo". La desaparición de la fauna ha sido una pesadilla recurrente de la ficción —el título del libro de Philip K. Dick en el que se basa Blade Runner es ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? porque describe un mundo de megaciudades en el que no existen los animales—, pero ahora mismo es un proceso que ya está en marcha. Es lo que se llama la sexta extinción.
"Es el acontecimiento más importante de nuestro tiempo. La situación es muy seria. De hecho, no podría ser más seria", explica Elizabeth Kolbert, una periodista estadounidense que ganó el Premio Pulitzer el año pasado por su libro titulado precisamente así, La sexta extinción (Crítica), que el presidente Barack Obama ha recomendado en numerosas ocasiones. "Es importante darnos cuenta de que algunos ecosistemas, como los arrecifes de coral, están entrando en colapso en estos mismos momentos", agrega esta periodista de la revista The New Yorker. Y National Geographic, en un reciente artículo, planteó el asunto de forma todavía más dramática: "¿Sobrevivirán los humanos a la sexta extinción?".
La misma institución publicó el 8 de diciembre otro informe en el que señalaba que uno de los animales más icónicos y reconocibles, la jirafa, el mamífero más alto del mundo, está sufriendo "un devastador declive en sus poblaciones, debido a la pérdida de hábitats, las guerras civiles y la caza ilegal". Su población global ha descendido en un 40% en 30 años. En total, esta Lista Roja incluye 85.604 especies, de las que 24.307 están amenazadas de extinción.
Parafraseando al gran Ennio Flaiano, podríamos decir que en este caso la situación es grave y además muy seria. Los caminos que toma la naturaleza cuando desaparecen especies son impredecibles, porque estas dependen unas de las otras y, si una parte del sistema falla, es difícil saber cómo se reequilibrará.
La mayoría de los científicos que estudian la sexta extinción llegan a la misma conclusión: se trata de un proceso en marcha, pero puede ser reversible. "No es demasiado tarde", asegura Jonathan L. Payne, profesor asociado de la Universidad de Stanford (EE UU) y uno de los autores de otro informe, publicado en septiembre por la revista Science, que anunciaba una extinción "sin precedentes" de los grandes animales marinos. "El porcentaje de especies que ya se han extinguido es todavía muy inferior al porcentaje que desapareció en episodios anteriores".
El biólogo José Vicente López-Bao, investigador de la Universidad de Oviedo que participó en el informe Saving the World's Megafauna, señala por su parte: "Las sociedades modernas deben demandar un mayor compromiso político en materia de conservación, lo que incluye respetar las decisiones adoptadas en los tratados y convenciones internacionales, coordinar esfuerzos y un mayor apoyo financiero a la conservación de la biodiversidad. De lo contrario, muchas poblaciones y especies corren el riesgo de no llegar al próximo siglo".
Elizabeth Kolbert agrega: "Es obviamente demasiado tarde para muchas criaturas que ya se han extinguido o que se han visto reducidas a unos pocos individuos. Pero no lo es para millones de especies". Preguntada sobre la influencia en este proceso de las posibles políticas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump —que ha nombrado como jefe de la Agencia de Medioambiente a un negacionista del cambio climático, Scott Pruitt—, esta periodista responde: "Me temo que puede empeorar las cosas".
EL HOMBRE ACABARÁ  CON LA VIDA EN ESTE PLANETA Y LA SUYA PROPIA,SINO TOMA EN SERIO EL DETERIORO CLIMÁTICO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario