miércoles, 2 de noviembre de 2016

EN CHINA HAY EXTRANJEROS DE PRIMERA,SEGUNDA Y TERCERA CLASE

Una extranjera en la ciudad china de Xian

Extranjeros de primera, segunda y tercera clase.


China pone en marcha un sistema que clasificará a los expatriados según su utilidad para el país.

A partir de este martes, muchos de los extranjeros que residimos en China empezaremos a ser clasificados en tres categorías: A, B y C. Los primeros no tendrán por qué preocuparse, son los que las autoridades quieren atraer y mantener en el país. Los segundos tampoco serán un problema, mientras su número esté bajo control. Los terceros... aún no se sabe exactamente lo que pasará con ellos, más allá de que su entrada y posibilidad de trabajar en el país "se limitará de forma estricta".
El nuevo sistema se enmarca en el objetivo de lograr una economía "más enfocada hacia la innovación" y se presenta con el pretexto de "simplificar" el proceso actual. Los A, según el periódico oficial del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, son "creativos y destacados jóvenes talentos"; los B, "extranjeros que pueden cubrir un hueco de manera temporal, especialmente en las áreas técnicas y de gestión"; mientras que el grupo C incluirá "los trabajadores temporales, estacionales o no cualificados y los del sector servicios".
Por el momento, el Ministerio no ha dado ejemplos específicos sobre quién podría ir a cada grupo, ni ha aclarado qué medidas tomará para "limitar de forma estricta" los que obtengan la peor calificación.
¿Cómo saber, entonces, en cuál de los tres grupos recaerá uno? Según lo poco que ha trascendido de la nueva directriz, la clasificación se establecerá según un sistema de puntuación entre cero y cien que se calculará de acuerdo con seis variables: el sueldo, el nivel educativo, el número de años de experiencia en China, el nivel de conocimiento del mandarín, la edad y el lugar de residencia. Quienes obtengan más de 85 puntos serán A, los que estén entre los 60 y 85 serán B y los que no lleguen a los 60 irán al grupo C.
No se ha informado, por el momento, si todas estas variables tendrán el mismo peso o cómo se distribuirán los puntos. Se entiende que, por ejemplo, a más salario, conocimientos del mandarín, nivel educativo y años de experiencia en China, más posibilidades habrá de acabar en el grupo A. También que residir en lugares menos desarrollados dará más puntos que hacerlo en las grandes ciudades. En el caso de la edad, ser muy joven o muy mayor podría ser una desventaja.
Pero estas, a falta de un anuncio más específico, son solamente algunas de las conjeturas que se hace la comunidad extranjera en China, algunos de cuyos miembros empiezan a estar preocupados. "Espero y deseo estar en el grupo B, si no me temo que renovar mi visado va a ser un infierno", asegura un profesor de inglés residente en Pekín que prefirió que su nombre no se hiciera público. Sus bazas son el nivel de mandarín y los años de experiencia en China, pero teme que el sueldo, el hecho de vivir en la capital o hasta su nivel de estudios (a pesar de contar con un grado universitario) puedan jugar en su contra.
La incertidumbre acerca de la normativa fomenta asimismo la picaresca entre los que se ven en el limbo: ¿Si me apunto a un máster o me voy a vivir en otra provincia más pobre podré mejorar mi puntuación?, se pregunta el profesor.
El nuevo sistema de permisos de residencia se pondrá marcha primero en nueve provincias —incluidas las municipalidades de Pekín, Shanghái y Tianjin— y en marzo del próximo año se ampliará al resto del país. El último censo de China, del año 2010, situaba en alrededor de 600.000 el número de extranjeros que residen en el país, una cifra que según varias estimaciones se queda muy corta en comparación con la actual.
AQUÍ TAMBIÉN HAY LA MISMA DIVISÓN DE CLASES, AUNQUE NO SE HABLE DE ELLO.SON SOCIEDADES INJUSTAS.

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