lunes, 24 de octubre de 2016

COMIENZA LA EVACUACIÓN DE LA "JUNGLA" DE CALAIS DE 7.000 MIGRANTES.

Migrantes en Calais desalojan el campamento

La evacuación de la ‘Jungla’ de Calais ya ha comenzado.



En total, en una semana, casi 7.000 migrantes serán trasladados y realojados en Francia para demoler el campamento.

La evacuación de la Jungla de Calais para iniciar su demolición ya ha comenzado. Lentamente, en tres filas formadas en torno a vallas metálicas, los primeros cientos de los 7.000 migrantes y refugiados en el campamento se han acercado al hangar donde funcionarios y policías les ofrecen destinos dentro de Francia para ser trasladados a centros donde refugiarse dignamente. Lo hacen voluntariamente. No se obliga a nadie. Pero el campamento, el más grande de Europa, un auténtico agujero negro, va a ser destruido en unos días.
Cargados con sus mochilas, maletas o grandes bolsas, los emigrantes caminan lentamente hacia una de las tres colas asignadas para menores no acompañados, adultos solos y familias. Esta última ha sido sustituida inmediatamente por más adultos solos. La vida en la jungla de Calais no es apta para familias con niños. Hace frío. Son solo ocho grados, pero cargados de humedad (91%) que se mete hasta los huesos. Para llegar al hangar, los migrantes deben caminar casi un kilómetro desde el campamento, la jungla.
Todos ellos han madrugado para ser los primeros en acceder a las mesas de selección, todavía de noche. En las proximidades les esperan aparcados decenas de autobuses, la mayoría blancos, con las luces encendidas. En grupos de 50, los extranjeros serán llevados a los cientos de centros de acogida establecidos por todo el pais. El primer autocar ha partido a las 8.20, con destino a la Borgoña. El segundo, minutos después, hacia Ródano-Alpes. La operación ha comenzado con un ritmo más rápido de lo previsto, dadas las circunstancias. Para hoy se prevé la salida de 60 autocares: 3.000 personas, aproximadamente, que podrán abandonar hoy este infierno. Mañana serán 40 autobuses. El miércoles, otros 40.
1.250 policías, ayudados también por agentes británicos, vigilan una operación que durará una semana para poder reubicar y realojar lejos del puerto de Calais a los 6.484 habitantes censados de la jungla. Al final, el campamento será desmantelado totalmente y, por tanto, no se descarta el uso de la fuerza. Se cumple así, aunque casi al final de su mandato, una de las promesas del presidente François Hollande, durante su campaña electoral en 2012: terminar con un campo vergonzante.
"Ningún emigrante se quedará sin solución", ha prometido la prefecta de Nord-Pas-de-Calais, Fabienne Buccio, que supervisa el dispositivo sobre la zona. El arranque del controlado desalojo se realiza ante las cámaras de cadenas de televisión y más de setecientos periodistas. Todos ellos actúan a modo de observadores internacionales.
El Gobierno francés ha optado por la mayor transparencia para demostrar que esta no es una operación represiva, sino humanitaria. El dispositivo está planificado como para que "Francia esté a su altura", ha dicho en París el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. Pero junto a los periodistas, muchos migrantes observan la escena de la evacuación con cierta desconfianza. No piensan embarcar. Su determinación es la de lograr cruzar el canal de la Mancha y establecerse en el Reino Unido, a tan solo 40 kilómetros de este lugar.
"Esta vez, el desmantelamiento será total", ha reiterado en el campamento el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, desplazado al lugar. Los anteriores desalojos fueron "parciales", ha recordado. En los meses previos, funcionarios y expertos enviados por el Gobierno han trabajado con los habitantes de la Jungla para convencerles de que era mejor abandonar el lugar mediante, por ejemplo, la petición de asilo en Francia, en lugar de seguir insistiendo en llegar a Reino Unido poniendo en riesgo sus vidas en muchos casos.
"El flujo de voluntarios para irse muestra que la labor de captación ha sido eficaz", ha comentado junto a las filas de migrantes el portavoz Brandet. "Ha sido una labor pedagógica que ha durado meses". Se lucha contra la desinformación interesada de las mafias, aseguran los funcionarios franceses que velan por el correcto desarrollo de la operación. A media mañana, los habitantes de la Jungla seguían acudiendo al hangar que hace las veces de estación de autobuses para dejar este lugar.
Inmigrantes hacen cola para subir esta mañana para subir a los autobuses que los trasladarán.

 "Ya he tenido suficiente jungla. Estoy feliz por salir de este sitio", ha asegurado Abbas, sudanés de 25 años, ya situado en una de las colas de evacuación. "Hay mucha gente que no quiere salir de aquí y eso puede traer problemas. Por eso quiero salir de los primeros", añe. El domingo, por el contrario, cuatro etíopes del campamento aseguraban que, aunque sean trasladados, ellos regresarán a la zona para alcanzar su destino, el Reino Unido. "Lo intentamos todos los días," decía el más joven, de 17 años.
Activistas de varias organizaciones humanitarias que han ayudado estos años a los migrantes critican la decisión del Ejecutivo francés. Miembros de alguna de esas organizaciones han ayudado a los migrantres a encontrar fórmulas para pasar a Reino Unido.
Muchos han pagado incluso su pasaje a las mafias que se encargan de facilitarles el asalto a los camiones que embarcan en los transbordadores o pasarlos a pie por el eurotúnel, donde han muerto varios refugiados. La Jungla es un serio problema en las relaciones con Londres y despierta la ira de la derecha y la ultraderecha francesas, que ahora se oponen también al masivo realojo.
Sin embargo, el Ejecutivo que preside François Hollande está decidido a que el desalojo sea definitivo esta vez, y no se convierta en un parche como el del pasado mes de marzo, tras el cual la población de la Jungla se disparó. El poblado, lo más parecido a un asentamiento descontrolado en África, tiene un kilómetro de largo por medio de ancho.
Entre los migrantes y refugiados a trasladar, hay unos 1.300 menores. Muchos de ellos están solos, debido a que sus padres ya han logrado alcanzar la costa británica. Londres y París han negociado esta semana pasada una solución para ellos. Dos centenares ya han sido trasladados a Inglaterra a lo largo de la pasada semana una vez comprobado que, en la mayoría de los casos, tenían familiares directos al otro lado del Canal de la Mancha. Otros serán acogidos en Francia en "centros provisionales" situados en Calais. De ahí que muchos aseguren ser menores a pesar de exhibir una densa barba.
ES LA TRAGEDIA HUMANA DEL SIGLO XXI, QUE EUROPA TIENE QUE SOLUCIONAR.

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