lunes, 26 de septiembre de 2016

SÁNCHEZ SE ENROCA AL FRENTE DEL PSOE

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, este lunes

Sánchez justifica la convocatoria del congreso alegando que el PSOE debe tener una única voz.


La comisión permanente aprueba la propuesta del secretario general tras cerca de cinco horas de debate.

"Es evidente que hay dirigentes que no piensan lo mismo que yo, que creen que debemos abstenernos [ante la investidura de Mariano Rajoy] y que no debemos ni tan siquiera plantearnos la opción de gobernar con 85 diputados", ha argumentado este lunes el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para explicar el porqué va a convocar un congreso federal y que se presentará a las primarias previas, que se celebrarán el 23 de octubre. "Asumo mi responsabilidad, planteo este congreso y la elección en primarias porque reconozco que existe un debate a la vista de las declaraciones públicas de significativos dirigentes territoriales. Está abriendo una división que nos perjudica electoralmente y por eso lo hago", ha justificado.
El líder del PSOE ha insistido en la razón por la que convoca el congreso: "Es necesario que el PSOE vuelva a ser una organización unida y quien considere que tiene un proyecto mejor, que dé un paso al frente y que lo defienda. Si lo ganan, seré la primera persona en felicitarles", ha señalado en referencia a los líderes territoriales críticos que, sin embargo, no han planteado ni la dimisión y el relevo de Sánchez.
"Necesitamos debatir y votar y que el PSOE tenga una única voz y no lo que ha ocurrido hasta ahora una vez hayan decidido los militantes quién va a administrar esa posición política y que haya una única voz", ha señalado. “Espero que la mayoría del comité federal no va a poner impedimentos de que se pronuncie la militancia”, ha retado. "Yo creo que el PSOE debe diferenciarse del PP y creo que ha llegado la hora de que planteemos el debate a la militancia a través de un congreso", ha señalado.
Pedro Sánchez sigue planteándose la opción de tratar de formar un gobierno alternativo a Mariano Rajoy, pero no iniciará las negociaciones hasta que su liderazgo sea revalidado: "No tiene ningún sentido que yo intente negociar y se me cuestione desde dentro", ha sostenido.
Voy a hablar con todas las fuerzas políticas, pero no podré cerrar ningún acuerdo hasta que no obtenga el aval de mi organización. Yo defiendo que el PSOE esté en la solución. Como Rajoy está construyendo su guía de campaña responsabilizando de su no investidura al principal partido de la oposición, lo que tenemos que ofrecer es una alternativa. Puede no cuajar, porque no depende solo del PSOE. Pero esos 85 diputados los vamos a poner al servicio del cambio”
El anuncio del Pedro Sánchez de convocar un congreso para dirimir en primarias el próximo mes el liderazgo del PSOE ha hecho oficial "la guerra abierta", sin marcha atrás, entre el secretario general y los principales líderes territoriales. Tras cerca de cinco horas de reunión, la permanente ha aprobado, sin votación, la propuesta de Sánchez de celebrar primarias en octubre y congreso del partido en diciembre, iniciativa que ya ha sido rechazada por los representantes andaluces.
"Hemos manifestado nuestra contrariedad, porque no es el momento de detenernos un vez más a hablar de lo nuestro", ha dicho a la salida de la reunión el secretario de Política Federal, Antonio Pradas, hombre de confianza de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Pradas, que ha asegurado que ningún miembro de la ejecutiva ha pedido durante el debate a Sánchez que dimita, ha acusado a este de usar la convocatoria del congreso como "cortina de humo para tapar los resultados" de las elecciones gallegas y vascas, sobre los cuales —se ha aquejado— no han "profundizado".
La ejecutiva permanente del PSOE, con 26 miembros, la versión más reducida de la dirección socialista (35), se ha reunido en Ferraz para analizar el resultado electoral en las elecciones gallegas y vascas y los planes que tiene el secretario general para tratar de formar una mayoría para su investidura con Ciudadanos y Podemos.
Los socialistas obtuvieron sus peores resultados históricos tras perder 11 escaños (siete en Euskadi y cuatro en Galicia) y retrotraerse a niveles que no manejaba desde los años ochenta, en los primeros años de la restauración de la democracia. En ambos casos también les superó Podemos y sus aliados territoriales: si bien en País Vasco era lo previsible —el partido de Pablo Iglesias fue el más votado en las dos últimas generales—, el sorpasso se consumó en Galicia con En Marea por 16.000 votos y tras empatar a 14 diputados. El éxito de Luís Villares se explica por su mayor capacidad de movilización en las provincias de A Coruña y Pontevedra, donde se concentran las principales urbes gallegas; el voto rural contuvo la caída de los socialistas gallegos.
TODO A CONSTA DEL PARTIDO AUNQUE LE QUEDEN SÓLO LAS SIGLAS.

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