viernes, 23 de septiembre de 2016

SÁNCHEZ PRETENDE PERPETUARSE EN EL CARGO.

Pedro Sánchez e Idoia Mendia durante un mitin en Bilbao.

Sánchez, dispuesto a enfrentarse a los críticos en un congreso federal.


El secretario general del PSOE va a jugar todas las cartas para tratar de formar Gobierno.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, va a jugar todas las cartas que tenga en su mano para tratar de formar Gobierno. Y, si no es posible, intentará volver a ser candidato en unas terceras elecciones. También baraja convocar un congreso y que la militancia vote en octubre para elegir al nuevo secretario general. A esa fórmula se oponen frontalmente seis de los siete presidentes autonómicos, que le piden que no explore un pacto de Gobierno con Ciudadanos y Podemos.
Cada hora que pasa el enfrentamiento entre Pedro Sánchez y los líderes territoriales socialistas —entre ellos, todos los presidentes autonómicos salvo la balear Francina Armengol— se hace más patente y más virulento. La opción barajada por el secretario general, según distintas fuentes, de estudiar la celebración de un congreso y que la votación de los militantes para elegir a su secretario general sea el próximo 23 de octubre, ha soliviantado a varios dirigentes territoriales, que se opondrán drásticamente.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado este jueves a EL PAÍS que supondría “un insulto a los ciudadanos que el PSOE se dedicara a ver quién tiene un sillón en Ferraz cuando no hay Gobierno en España”. La elección directa del secretario general por los militantes está regulada en los estatutos del PSOE y la inauguró en 2014 el propio Sánchez, que fue elegido líder del partido en competición con otros dos candidatos: Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.
La participación de los militantes para todos los procesos que puedan abrirse en el PSOE será puesta en marcha por Sánchez sin la menor duda, según reconocen en su entorno y temen los líderes territoriales. “Los barones no podemos ser criminalizados constantemente”, señaló García-Page, que interpreta que la apelación constante a los militantes les deja en muy mal lugar de manera injusta. Pero la guerra ya es abierta y se aprecia en las manifestaciones. “Me opondré a la celebración de un congreso”, afirma el presidente castellano-manchego. De la misma forma lo manifiestan otros dirigentes que piden no aparecer con su identidad.
Pero no es la celebración de este congreso lo que más preocupa en estos momentos a los líderes territoriales, sino la propuesta que pueda hacer el líder socialista en el comité federal del próximo 1 de octubre. Por las manifestaciones que ha hecho este jueves en Bilbao, en un acto electoral, no ha dejado dudas. Sánchez se ha dirigido por sus nombres a los máximos representantes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, informa Pedro Gorospe. A Iglesias le ha emplazado a “trabajar juntos para echar al Gobierno de Mariano Rajoy”, y le ha pedido que no escuche a su compañero de partido Juan Carlos Monedero. “No haga caso a Monedero. Olvídese de su obsesión por echar al PSOE y trabajemos juntos”, le ha dicho.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha sido el receptor del segundo requerimiento, pese a que Rivera ya ha anunciado que no apoyará un Gobierno con 85 diputados y mucho menos si en el pacto participa Podemos. “Son muchas cosas las que nos unen, merece la pena, levantemos los vetos cruzados y pongamos en marcha en este país el Gobierno del cambio, de la regeneración democrática”, ha pedido Sánchez al político centrista.
El enojo ha sido este jueves ostensible entre los líderes territoriales del PSOE por una propuesta que ven imposible. “No queremos anuncios ni propuestas de fogueo”, ha exigido García-Page. Si Ciudadanos mantiene su negativa, solo quedaría intentar un pacto con Podemos y los independentistas, o ir a elecciones. A lo primero se opondrán tajantemente la mayoría de los líderes autonómicos, incluso aunque se someta la propuesta a consulta de los militantes. Habrá excepciones, como la del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que pide a Podemos que renuncie al referéndum independentista. Pero tampoco parece que nadie vaya a defender la abstención para que gobierne Mariano Rajoy, por lo que la celebración de nuevas elecciones es lo más probable.
VINO AL PARTIDO PARA QUEDARSE EN EL CARGO COMO SEA.

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