Errejón y Pablo Iglesias en el Congreso
Podemos discute sobre distintos modelos de partido en su universidad de verano.
La formación debate sobre su futuro entre mañana y el domingo en un ciclo de debates y talleres.
¿Hacia dónde camina Podemos? ¿Hasta dónde llegan las discrepancias entre sus dirigentes? ¿Qué tiene que hacer para crecer? La formación, que empezó a gestarse hace casi tres años para hacer frente al bipartidismo, se encuentra en una encrucijada. Tiene una importante presencia institucional, pero no quiere institucionalizarse. Nació en las movilizaciones, pero tiene que compaginar la calle con la gestión. Entre mañana y el domingo los principales portavoces del partido debatirán en la universidad de Podemos, un ciclo de cursos y talleres con 250 ponentes y 100 mesas, en torno a estas cuestiones cruciales para el futuro de la organización y sobre las que los propios Pablo Iglesias e Íñigo Errejón tienen ideas distintas. El secretario político inaugurará este jueves las jornadas, que se celebran en la facultad de Filología de la Universidad Complutense. El secretario general será el encargado de la clausura.
Jorge Lago, coordinador de la universidad y director de la fundación de Podemos, el Instituto 25-M, explica que “la finalidad fundamental es juntar a cuanta más gente mejor para pensar Podemos”. “Ha habido un cambio necesario de contexto político y hay que pensarlo. No estamos en el mismo Podemos porque no estamos en la misma situación política, y la reflexión sobre lo que tiene que hacer Podemos tiene que adecuarse a ese nuevo contexto. Y ese nuevo Podemos tiene que ser el resultado de una reflexión abierta, honesta, plural y donde las diferencias que necesariamente hay se expongan de manera colectiva y de manera abierta”, razona Lago, que invita a todos los simpatizantes a participar en la redefinición del partido y sus objetivos.
Calle e instituciones
En opinión de este dirigente, que fue codirector de la campaña de las europeas de 2014, existen unos ejes centrales del debate: “Podemos ya es una realidad institucional, y por tanto el Podemos de la movilización, el Podemos outsider, el Podemos de la calle tiene que pensarse también como un Podemos institucional”. En la búsqueda de ese equilibrio se encuentra ahora inmersa la formación, cuyos cuadros proceden de un entorno eminentemente académico y están acostumbrados a la disputa teórica, e incluso la ven necesaria. “Por tanto”, prosigue Lago, “cuando se apela a que falta calle hay que ser conscientes de que tipo de calle hay en España. El trabajo político que hay que pensarlo también desde las instituciones, sin olvidar la calle y que la calle no solo son sindicatos, no son solo movimientos sociales, es una enorme ciudadanía más o menos organizada y atomizada, que todavía no nos ha dado un apoyo mayoritario. Falta mucha gente para que el programa de Podemos llegue”.
Los cursos y talleres del partido, a los que se han apuntado cerca de mil personas, abordarán en distintas mesas asuntos como la plurinacionalidad y el proceso constituyente, la perspectiva feminista, el cambio político en Europa, el recorrido de los movimientos sociales o las relaciones entre democracia, capitalismo y hegemonía. Entre los ponentes figuran invitados internacionales como los filósofos Toni Negri y Chantal Mouffe o Arturo Carmona, estrecho colaborador de Bernie Sanders.
"Que las diferencias no se oculten"
“La universidad tiene que llegar a permitir que los militantes o los inscritos en Podemos tengan directa o indirectamente debates, pero también a mucha gente que puede sentirse más o menos cercana a Podemos y que creo que tiene algo que decir, pero que no es militante ni es inscrita en Podemos. Eso también se refiere a la gente que viene. Creo que es mayoritario el deseo de que Podemos tenga razón, pero no es todavía mayoritario el apoyo. Y eso no ese consigue solo con los nuestros, se consigue haciendo las discusiones sean las más abiertas posibles”, manifiesta Lago. No teme que el debate escenifique un pulso teórico. “Yo creo que no puede haber desventaja ninguna al hacer reflexión abierta, colectiva, que las diferencias no se oculten, sino que se muestren. No puede haber desventaja en ello. Hay solo un riesgo, que se confunda la diferencia teórica y política, que se confunda el debate con división. Que solo entiendan el debate como veja política. Ese riesgo lo tenemos que asumir porque hay que hacer pedagogía también hacia afuera. Nadie puede pensar que más democracia es un riesgo”.
Otro de los clichés que rodean a Podemos tiene que ver con la identificación de los sectores del partido, por ejemplo, con hipsters y obreros y con gustos musicales y culturales distintos. Al igual que Errejón, Lago rechaza esta dicotomía y ve más interesante “analizar qué hay en común entre todos esos fragmentos y expresiones”. “Apostar por uno de estos elementos es un error. La fortaleza de Podemos es que hay formas distintas de ver las cosas”, enfatiza.
PUEDE SER UNA ESTRATEGIA PARA ESTAR PRESENTE EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario