El portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, en el Congreso
Líderes territoriales del PSOE abrirán el debate para evitar nuevas elecciones.
La dirección del partido sostiene que su posición no cambiaría ni con otro candidato que sustituyera a Rajoy.
Una realidad política nueva se abrirá la noche de este viernes después de que el candidato del PP, Mariano Rajoy, fracase en la segunda votación de su investidura. Este es el argumento que esgrimirán distintos líderes territoriales del PSOE para promover el debate sobre qué hacer para evitar terceras elecciones. El proceso no se presenta fácil porque desde la dirección se mantiene el discurso cerrado de que su no a dejar gobernar al PP es definitivo. Ni siquiera con otro candidato que sustituyera a Rajoy cambiará. Los líderes territoriales se organizarán para abrir la reflexión ya que “el no a todo” para ellos caduca hoy.
La desazón cunde en los principales líderes territoriales del PSOE al constatar que la posición del partido ha sido tan cerrada que tienen serias dificultades para abrirla, máxime cuando la dirección, que encabeza Pedro Sánchez, no deja resquicio al replanteamiento. El discurso del líder socialista gustó en términos generales porque su rechazo total a las políticas del Gobierno del PP, encabezadas por Mariano Rajoy, es compartido sin fisuras. Pero dentro de unas horas la realidad será otra.
Los secretarios generales de las federaciones más numerosas tienen la decisión de promover el debate sobre el qué hacer, aunque aún no está articulado el procedimiento, según reconocen a EL PAÍS.
A partir de las nueve de la noche, cuando previsiblemente la votación en el Congreso haya terminado con 180 votos en contra de la investidura de Rajoy y 170 a favor, empieza otro tiempo para el PSOE. Al menos así lo ven dirigentes territoriales y cuadros medios. Las conversaciones entre los partidarios para cambiar de posición o, al menos debatirla, ya han empezado, aunque aún falta articular la manera de hacérsela llegar a Pedro Sánchez.
No se llaman
Todo sería más fácil, recalcan, si la relación de la mayoría de los dirigentes territoriales con Sánchez fuera más fluida y natural. Pero no es así. El líder socialista no les llama y ellos tampoco a él, con alguna excepción o alguna conversación esporádica. La relación entre el secretario general y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, una vez pasada la campaña electoral de las elecciones del pasado mes de junio, vuelve a ser inexistente.
Dos meses “es mucho tiempo”, declara a este periódico el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en referencia a la última reunión de un comité federal, que fue el 9 de julio. “Ha habido en España dos elecciones generales y la situación que se prevé en Cataluña también merece una reflexión”. Cita, por ejemplo, la “cuestión de confianza a la que se someterá en septiembre el presidente de la Generalitat”.
Hasta ahora, los pasos han sido más o menos compartidos y así lo quiere reflejar García-Page. “Todo el partido ha tenido claro lo que no había que hacer, pero ahora tenemos que reflexionar sobre qué debemos hacer porque los ciudadanos nos reclamarán algo más”, prevé este dirigente socialista. Eso es lo que piensan también el presidente asturiano, Javier Fernández; el de Aragón, Javier Lambán; de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; de Valencia, Ximo Puig; y, según distintas fuentes, la presidenta andaluza, Susana Díaz, aunque guarda un absoluto silencio.
Hasta ahora, Fernández Vara, Lambán y García-Page son los únicos que, sin proponer una solución concreta, sí han pedido “abrir la reflexión”. Este último se pone “a disposición” de Sánchez para “contrastar posiciones en el PSOE para cuajar una opinión”. Este dirigente aclaró a este periódico que no se ofrece como “intermediario”, sino que se coloca al servicio de Sánchez.
Este ofrecimiento supone una vía alternativa a un comité federal o una preparación del mismo. Sin embargo, nadie da el paso de promover su convocatoria, que corresponde al secretario general o a un tercio de los miembros de ese órgano de dirección. La segunda opción no es baladí, toda vez que supondría tomar una medida al margen y en contra de la ejecutiva federal que dirige Pedro Sánchez y, por tanto, batalla y fractura.
Las fuentes territoriales consultadas aseguran que ese cónclave se producirá, aunque no pueden determinar si antes o después de las elecciones en Galicia y en el País Vasco del próximo 25 de septiembre. Ese plazo se antoja demasiado largo para la mayoría, por lo que aseguran que el debate empezará antes.
La referencia oficial para los socialistas sigue siendo la resolución del comité federal del 28 de diciembre, tras las elecciones del 20-D, por la que se cerraba el paso a cualquier acción que permitiera dejar gobernar a Rajoy o a cualquier otro dirigente del PP.
El siguiente comité federal, el del 9 de julio tras los comicios del 26 de junio, no generó ningún documento alternativo, sino que de viva voz numerosos dirigentes se mostraron mayoritariamente en contra de apoyar al PP. Se dio por bueno el texto del “no es no”. Otros apostaron por intentar una alternativa y todos por evitar unas nuevas elecciones. Esto último es lo que moverá a los barones territoriales a promover la reconsideración de lo dicho y aprobado hasta ahora.
A PEDRO SÁNCHEZ LE QUEDAN MUY POCOS TELEDIARIOS EN PSOE,ESE ES MI PARECER POR TREMENDA TORPEZA Y CABEZONERÍA.
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