jueves, 4 de agosto de 2016

UN PRIMER PASO

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera

Un primer paso.


Los acuerdos entre Rajoy y Rivera abren una vía para salir del bloqueo.

Un “pequeño primer paso para una larga caminata” es, según Mariano Rajoy, lo que se produjo ayer en su reunión con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con vistas a un posible acuerdo para la investidura del presidente en funciones. Paso adelante especialmente significativo por producirse un día después del desánimo general que causó el encuentro entre Rajoy y el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, aunque la caminata será larga, y difícil; pero el líder del PP no podía esperar otra cosa. Los vientos de la ausencia de negociaciones sembrados en la etapa de mayoría absoluta recogen ahora algunas tempestades. Los síntomas de cambio son positivos, pero necesitamos más, en Rajoy y en el PP.
Los interlocutores de ayer coincidieron en considerar que su primer objetivo es evitar que se repitan de nuevo las elecciones. Esa primera prioridad (en expresión de Rajoy) implica actuar en coherencia con el objetivo. Pero hay otra prioridad compartida de calado: negociar los temas de interés general más urgentes: la crisis catalana y los Presupuestos. Y hacerlo antes y después de la investidura.
Sobre Cataluña, Rivera propuso un pacto de Estado en defensa de la unidad y soberanía de España que no excluya una reforma constitucional consensuada y respetuosa con las reglas de juego. Propuesta que, según Rivera, Rajoy dijo “mirar con buenos ojos”. La disposición de Ciudadanos a participar en la negociación presupuestaria, con contactos entre los especialistas de ambos partidos, también es interpretada por Rajoy como una señal esperanzadora con vistas al acuerdo de investidura. Hay urgencia en que exista un Gobierno porque sin el no puede haber Presupuestos y estos deben estar listos para octubre. Pero para que haya Gobierno tiene que haber investidura, y para que esta prospere se necesita un pacto entre partidos. Rajoy quiso subrayar la apertura de un canal permanente de comunicación y negociación para la investidura que tal vez acabe siendo lo más importante del encuentro.
Rivera volvió a decir que su partido ha sido el único que se ha movido. Pero si ese movimiento se mantiene en los términos actuales (abstención en la segunda votación) será insuficiente; y no se trata de ver quien ha cumplido mejor o peor, sino de actuar con eficacia con vistas al objetivo prioritario de evitar terceras elecciones: precisamente porque si el PSOE se mantiene en el no habrá nuevas elecciones, el movimiento eficaz sería que Ciudadanos pasara de la abstención al apoyo pactado, lo que acercaría la suma PP+Ciudadanos a la mayoría absoluta. Ello movería a su vez al PSOE hacia la abstención, según argumentaron en su día algunos barones socialistas.
Rivera se comprometió ayer a hablar con Sánchez para convencerle de que facilite la formación de un Gobierno. Que hubiera una mejor comunicación entre sus partidos sería conveniente para acabar con ese ejercicio de tira y afloja (yo haré esto cuando tu hagas aquello) que suele saldarse con que nadie haga nada.
Ayer no hubo grandes acuerdos, pero Rivera dijo que “hoy por hoy no hay alternativa a la candidatura de Rajoy”; eso abrió un cierto cauce que algún día, tal vez, se revele como primer paso para evitar lo que nadie quería pero todos propiciaban.
AÚN VEO MUY DIFÍCIL Y LEJOS LA INVESTIDURA.

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