viernes, 24 de junio de 2016

"GIBRALTAR NUNCA SERÁ ESPAÑOL"

Banderas europeas siguen ondeando en Casemates Square, Gibraltar, tras el 'Brexit'

Picardo contesta a Margallo: “Gibraltar nunca será español”


Españoles y gibraltareños muestran su preocupación por las consecuencias de la salida para el Peñón



Hoy en Gibraltar reina la incertidumbre, el miedo y la decepción ante el triunfo del 'Brexit', que llevará a la colonia británica a la salida de la Unión Europea. En medio de este ambiente, ha vuelto a irrumpir la cuestión de la soberanía del Peñón: "La bandera española está mucho más cerca de ondear en Gibraltar", ha afirmado el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, tras conocerse el resultado del referéndum. El ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo, le ha respondido durante su primera comparecencia tras el 'Brexit' que Gibraltar "nunca será español, ni en parte ni en su totalidad".En su intervención, Picardo se ha mostrado "convencido" de que a pesar de la salida del Reino Unido de la UE "no habrá conversaciones sobre la soberanía" del Peñón y ha señalado que, a pesar de que Gibraltar mostró desde un primer momento su apoyo a continuar en la UE, "nunca pagará el precio de la soberanía a cambio de entrar en ningún mercado". Sobre la situación de los trabajadores transfronterizos, una de las mayores preocupaciones de la población local, ha asegurado que "seguirán siendo acogidos en Gibraltar" y que "no se les va a obstaculizar en el futuro".
Uno de ellos es Emi Caravaca, que cruza la frontera a primera hora cada mañana para acudir puntualmente a su puesto de trabajo. Es linense y trabaja de camarera en una cafetería de la plaza Casemates de Gibraltar. Hoy ha cumplido el mismo ritual, como cada día desde hace 28 años. Pero no es una jornada más. Es el día de la incertidumbre, el miedo y la decepción ante el triunfo del Brexitque llevará al Peñón a la salida de la Unión Europea. 
El gesto de preocupación de Caravaca lo dice todo. Aunque ella no tuvo derecho al voto se siente especialmente afectada: “Por una parte lo esperaba y por otra no. Es algo que llevo pensando todos estos días, lo he tenido muy presente”. Olga Zammitt, gibraltareña, comparte su preocupación y se siente “decepcionada” por un resultado “poco esperado”. 
Zammitt tiene clara su posición sobre la Unión Europea y, como la mayoría de los habitantes del Peñón, votó sí a seguir siendo europea. “Lo hice porque favorece el trabajo, ingresar en Europa fue bueno para Gibraltar. La UE es la única que le ha mostrado a Madrid que esto es un lugar de personas de dos países que se llevan bien”. 
Rogando a Dios 
La mezcla de decepción y rabia se deja sentir en las calles de Gibraltar. Los ciudadanos del Peñón, en días anteriores ávidos por hablar sobre las bondades del Remain (permanecer), hoy se mostraban con pocas ganas de hacer valoraciones. Muchos de ellos intentaban buscar culpables. Es el caso de Luisandro Moreno, gerente de una inmobiliaria, que apuntaba al posicionamiento a favor de la salida de parte de la prensa británica como posible causante del vuelco. 
La actividad económica de Gibraltar sigue con normalidad en el primer día después del 'Brexit'.

No sabe apuntar a los motivos, pero Antonia Sánchez aún no sale de su perplejidad. Es de La Línea de la Concepción y trabaja en el punto de información turística de la frontera. Su madre, su padre y su hermana tienen empleos en Gibraltar. Ella se mostraba confiada en un resultado favorable. “Ahora, no quiero ni pensar porque no quiero amargarme”, reconoce. 
En cualquier caso, Luisandro es de los optimistas y cree que las consecuencias “no serán tan graves como en la crisis de 2008”. “Es evidente que van a cambiar las cosas, puede que al principio notemos una minicrisis”, explica. De hecho, la caída de la libra ha sido una de las cuestiones más comentadas esta mañana en Main Street, la calle principal del Peñón. Sánchez tampoco se lo quitaba de la cabeza: “De un día para otro, mi salario ha bajado un 10%”. 
“Puede que nos cause problemas en el trabajo, en las entradas de cada mañana a Gibraltar. No sabemos qué pasará”, acertaba a vaticinar Emi Caravaca. David Cortes, otro linense que trabaja en La Roca vendiendo lotería se confiesa “con un bajón increíble”. “Han jodido al pueblo. Lo primero que he pensado es que a todos los trabajadores españoles nos iban a despedir, por eso le pido ayuda al Gobierno español”. 
De una forma o de otra, muchos son los que esta mañana apelaban al Ejecutivo español, mientras que el presidente Mariano Rajoy lanzaba un mensaje de tranquilidad para los trabajadores españoles en Gran Bretaña. “Esperamos que España se porte bien con nosotros”, apuntaba Caravaca. Zammitt era algo más dura y le pedía al gobierno del PP que “ya que son creyentes, que cumplan el Octavo Mandamiento (no mentirás) y ayuden a sus ciudadanos”. 
“Unidad y calma”
Ni llevar algo rojo, ni santiguarse dio más valor al ’sí’ que introdujo en la urna en la mañana de ayer el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo. Esta mañana, ha preferido apostar por la prudencia, mientras ha evaluado la situación junto a sus ministros en un gabinete celebrado a las diez de la mañana. Igualmente, esta tarde, a las tres, se ha convocado una sesión del Parlamento gibraltareño, en la que Picardo dará su posición oficial ante el Brexit. De momento, el líder del Partido Socialista Laborista de Gibraltar (GSLP), ha acertado a apelar “a la unidad y la calma” en Twitter. “Hemos superado retos mayores”, ha apuntado Picardo, mientras se ha mostrado confiado “a seguir prosperando”. 
El 95,1% de la población gibraltareña votó en contra de la salida en la jornada de ayer. Un total de 19.322 votos apoyaron la permanencia en la UE, frente al paupérrimo resultado a favor del Brexit, 823 votos, un 4,09%. El interés de los gibraltareños por seguir siendo europeos hizo que el 83,53% de la población con derecho a voto (24.117 personas) se animara ayer a acercarse a las urnas.
Desde que se convocó el referéndum para decidir el futuro de Inglaterra, Gibraltar ha abanderado una agresiva campaña en favor de la permanencia. De hecho, la abogada gibraltareña Gemma Vásquez fue la que puso en marcha la iniciativa Stronger in Europe, intentando concienciar a los británicos sobre la tranquilidad de mantenerse en el proyecto europeo. Esta mañana, la oficina de la campaña situada frente a la Catedral aparecía cerrada a cal y canto en una desoladora estampa. 
Justo enfrente, María Antonia Richardson, gibraltareña y trabajadora en la tienda de recuerdos de la Catedral, vendía rosarios y velas a los devotos. No ha negado su “tristeza y decepción”. Por eso, ha preferido apelar a otras fuerzas superiores para salir airosos: “Ahora estamos en manos de Dios, pero de momentos más difíciles hemos salido bien”.
¿QUIÉN VA OBLIGAR A INGLATERRA A SOLTAR LA PRESA?

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