viernes, 24 de junio de 2016

6.7% MÁS DE MUERTES EN ESPAÑA EN EL 2015


Las olas de calor podrían haber aumentado la mortalidad
Las olas de calor podrían haber aumentado la mortalidad en España.
En 2015, los fallecimientos se dispararon un 6,7% con respecto al año anterior, según el INE
Por primera vez desde 1941 mueren en España más personas de las que nacen. Así lo revela el balance provisional del Movimiento de la Población publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según el cual el año pasado nacieron en España 419.109 personas frente a las 422.276 que murieron. Descontando a los nacidos y difuntos no residentes en el país, queda un saldo negativo de 2.753 personas, «la primera vez que esto sucede» desde que el INE comenzó a registrar datos anuales.
Para el catedrático de Demografía y Sociología de la Universidad de La Coruña, Antonio Izquierdo, «en España no hay conciencia social ni política sobre la gravedad de este problema» y advierte que será «muy difícil revertir la pirámide de población si no se organiza de otra manera». En este sentido, recuerda que la solución no está en la inmigración que podría llegar al país ante un ciclo de bonanza económica. «Acoplar la estructura demográfica a la evolución del ciclo económico es un error. Hay que adaptar nuestro modo de vida al envejecimiento y no al revés», destacó el demógrafo a ABC.

Cae la natalidad

Se trata además del sexto año consecutivo en que cae la natalidad, con un descenso del 2% frente a la subida del 6,7% experimentada en las defunciones. Considerando el año completo, la estadística muestra que nacieron en España 419.109 niños, es decir, 8.486 menos que en 2014. Desde 2008, cuando el número de nacimientos alcanzó los 519.779 (el máximo en 30 años), esa la cifra se ha desplomado un 19,4%.
Con todo, hay diferencias en función de la nacionalidad. El peso de las madres extranjeras en la cifra de nacimientos se mantiene estable respecto del año anterior, con un 17,8% del total, pero siguen teniendo de media más hijos que las españolas (1,65 de media por mujer foránea frente a 1,28 de las oriundas) y los tienen tres años antes (su media es de 29,4 años frente a los 32,4 de las españolas).
Pese a estas diferencias, el catedrático de Geografía Humana de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidente de la Fundación Instituto de Empresa (IE), Rafael Puyol, recuerda a ABC que «no solo cada vez hay menos inmigración, sino que las mujeres extranjeras contribuyen menos al aumento de la natalidad». La misma opinión defiende Izquierdo, al sostener que apostar por la inmigración para elevar el número de nacimientos «es un paliativo o una medida coyuntural para obtener algunos picos de natalidad pero que en ningún caso logrará revertir la situación a largo plazo».

Menos mujeres en edad fértil

Las mujeres en edad de ser madres (15-49 años) son cada vez un grupo más reducido. Mientras en 2009 eran el 11,61% de la población, esta cifra ha caído al 10,80 en seis años. El informe del INE atribuye esta bajada a «una mezcla de tres factores». La primera es que ese rango de edades está formado «por generaciones menos numerosas nacidas durante la crisis de natalidad de los 80 y primera mitad de los 90»; la segunda razón es el «menor flujo de inmigración exterior»; y en tercer lugar, «el mayor número de emigraciones al exterior en los últimos años».

Lejos del reemplazo generacional

Francia es el único país de la Unión Europea que puede garantizar el reemplazo generacional. Con la tasa de fecundidad más alta de todos los países miembros –2,01 nacimientos por mujer–, el país galo está a un paso de alcanzar los 2,1 nacimientos por mujer necesarios para mantener el tamaño de la población constante en ausencia de inmigración entrante o saliente, según los últimos datos de Eurostat, la oficina de estadísticas de la UE. España, en cambio, esa cifra está en 1,33 hijos por mujer apenas una décima más que en 2014.
Todos los expertos consultados por este periódico destacan los buenos resultados de la política de natalidad del país vecino. «Tienen medidas muy potentes y la mujer está más incorporada al mercado de trabajo gracias a fuertes las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar», comenta Izquierdo. Para Puyol, cada país tiene sus peculiaridades, pero la política del tercer hijo ha demostrado que puede ser «un modelo a seguir». «Ellos tienen más ayudas a las guardería, buenas políticas de conciliación y un mejor acceso a la vivienda», apunta Puyol.

Madres cada vez más mayores

Además, las mujeres cada vez esperan más tiempo para ser madres. La edad media de maternidad en España subió hasta los 31,9 años en 2015, frente a los 31,8 del año anterior. En sólo una década se ha incrementado casi dos años, pues en 2005 las ciudadanas eran madres antes de cumplir los 31.
En este sentido, Izquierdo advierte de que aunque la mayoría de las mujeres (casi 70%) quiere compatibilizar su vida laboral y familiar, hay un porcentaje cada vez más creciente de mujeres enfocadas a mantener su profesión. La falta de políticas de conciliación, el retraso de la edad para ser madre debido a la competitividad del mercado, el alto precio de las guarderías han provocado que «muchas familias que antes se hubieran podido planteaban tener un tercer hijo tienen dos y las que se planteaban dos solo tienen uno», señala el catedrático.

Ligero repunte del matrimonio

Otro de los datos curiosos que arroja la encuesta del Movimiento Natural de la Población es el leve incremento de la nupcialidad. En 2015 se registraron 166.248 parejas, un 2,3% más que en 2014. La tasa bruta de nupcialidad aumentó una décima hasta 3,5 matrimonios por mil habitantes. Las bodas, como los hijos, llegan cada vez más tarde. En España los hombres se casaron de media a los 37,3 y las mujeres, a los 34,4; cuando en 2005 eran de 33,4 y 30,4 años. Respectivamente.
Para el catedrático Rafael Puyol, «no se trata de una subida significativa». «Este aumento puede deberse a que muchos matrimonios fueron aplazados durante la crisis. Vincular la tasa de nupcialidad a la de fecundidad no tiene sentido, ya que hay que tener en cuenta que cada vez son más los niños que nacen fuera del matrimonio», explicó a ABC Puyol, quien sí reconoció que los malos datos que arroja el INE «hace tiempo que se ven venir». «La gente se casa más tarde y el número de hijos que puede tener es menor. La tendencia era mala y ahora nos llega esta mala noticia», comentó.

Baja la esperanza de vida

En cuanto a las defunciones, en 2015 fallecieron en España 422.276 personas, un 6,7% más que en el año anterior, y la tasa bruta de mortalidad se situó en 9,1 defunciones por mil habitantes, frente a 8,5 de 2014.
El demógrafo e investigador del CSIC, Diego Ramiro, explica a ABC que este aumento de la mortalidad «podría estar relacionado con las intensas olas de calor que se registraron en España el pasado verano y que afecta sobre todo a personas de edad avanzada».
La esperanza de vida al nacer también cayó, se redujo en 0,2 años y se situó en una edad de 82,7. Entre los hombres es de 79,9 años (0,2 menos que en 2014) y entre las mujeres, de 85,4 años (0,3 menos). De acuerdo a las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcanzara los 65 años en 2015 esperaría vivir de media, 18,8 años más si es hombre y 22,7 más si es mujer.
EL AUMENTO DE MUERTES ES MÁS BIEN A LA FALTA DE ATENCIÓN SANITARIA PÚBLICA, MEDICACIÓN Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES, ESA ES LA REALIDAD, MÁS QUE AL CAMBIO CLIMÁTICO.

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