domingo, 12 de junio de 2016

26-J VAMOS A CONTAR MENTIRAS

 
26-J Vamos a contar mentiras
Mira por dónde, unas palabras del rey emérito Juan Calos I, pronunciadas el pasado jueves en la  Real Academia de San Fernando, y difundidas el viernes por la noche, sirven de marco a la campaña electoral. El rey emérito acudía al acto de presentación de las memorias de su amigo el rey Simeón II de Bulgaria. Los periodistas le preguntaron:
    -¿Se animará a contar las historias que conserva en su memoria?
    -¡No, nunca las voy a escribir! ¿Para qué, para decir mentiras? La verdad no se puede contar, así que me lo guardaré y me lo llevaré allá arriba -dijo, mirando al cielo.
     ¿Pude alguien negar que tiene más razón que un santo? ¿No deja acaso en evidencia las "memorias" de nuestros políticos profesionales?
     Al hilo de la afirmación, ¿y la memoria de los políticos que ya están enzarzados en campaña? Es decir: y las historias que nos cuentan, ¿acaso no evocan esa canción infantil popular anónima que da título a esta crónica? Vamos a contar mentiras, tralará, sí.                          
    Rajoy desoye a José María Aznar, quien le ha aconsejado, hace pocos días, alejarse de la polarización. Él, que ha sido el maestro de la polarización, de la exacerbación de las posiciones, de la utilización del terrorismo y de las víctimas, del uso del nacionalismo para sus propios fines según le interesaba, él, sí, ve el peligro político de la polarización - la encuesta del CIS solo marca una diferencia de 3,8 puntos porcentuales entre el PP y Unidos Podemos-, y viene a decir que agitar este fantasma puede ser funesto.
   Pero Rajoy y los suyos no lo ven así. Parecía que la fracasada experiencia de Esperanza Aguirre versus Manuela Carmena había servido de lección. Al menos es lo que había verbalizado la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid.
    Pero no.
    Rajoy ha dicho hoy que Ada Colau y Manuela Carmena -Barcelona y Madrid- hacen daño por razones ideológicas. Que representan al extremismo.
 
                                                Art02         
   
 
 
  Esto solo ha sido el comienzo. La campaña del PP va a ir ganando en intensidad, a medida que pasen los días, en relación con la denuncia del extremismo que amenaza a España. Tendrá tintes macartistas (por el senador republicano de los años cincuenta en Estados Unidos, Joseph McCarthy) y se concentrará en Unidos Podemos. El PP intentará desenmascarar al lobo que se quiere disfrazar con la piel de cordero de los socialdemócratas.
    Ayer Pablo Iglesias declaró, bajo el Arco del Triunfo del paseo Lluís Companys de Barcelona, al reivindicar el reconocimiento al derecho de autodeterminación, lo que él votaría en un eventual referéndum: "Os queremos con nosotros, no queremos que os vayáis, os necesitamos”. Pero recordó que respetará los derechos nacionales de los catalanes.
   Es la transcripción de la idea de Andreu Nin de 1932.
   Decía Nin, contrario a la independencia de Cataluña: "Desde el punto de vista de la democracia en general, el reconocimiento del derecho a la separación disminuye los peligros de la disgregación del estado. En general, los pueblos no se deciden a la separación más que cuando la opresión nacional hace insoportable la propia existencia y dificulta las relaciones económicas...El antídoto más poderoso contra la balcanización de España, que sería fatal a los intereses económicos de la península, es precisamente el pleno reconocimiento del derecho a la separación".
   ¿Sacarán los partidos a los ciudadanos de su desaliento y hartazgo?
   Una ciudadana originaria de Rande, próxima a Vigo, afincada en Madrid desde hace muchos años, no lo cree. Ayer, esta mujer de algo más 75 años,  decía en el mercado de Chamberi:
   - Cuando yo era pequeña iba al puente de Rande. Hablaba con los marineros. Me contaban sus historias de viajes por todo el mundo. Viajaba a través de ellos. Pero también relataban sus ideas de la vida y de las luchas.  Hoy ya no es así. Cuando ves a los políticos día a día te dices déjalo, abandona, no hagas más caso. Pero yo no puedo aunque me lo proponga cada día. Y sigo las noticias. Pero es que no mandan. Y todos sabemos que ya no mandan.
     Sí, es verdad, señora. Como en Alicia a través del Espejo, la cuestión es, simplemente, quién manda aquí.
    Y no mandan. 
QUIEN SE HAGA CARGO DEL GOBIERNO LO VA TENER MUY CRUDO, ESPAÑA ESTÁ MUY MAL ECONOMICAMENTE Y SOCIAL,EN QUIEBRA.

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