viernes, 27 de mayo de 2016

PUIGDEMONT DA UN ULTIMATUM AL ESTADO ESPAÑOL

Carles Puigdemont, esta mañana en Madrid.
                                    Carles Puigdemont, esta mañana en Madrid
Puigdemont da un año al Estado para pactar antes de declarar la independencia.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha explicado que en un año convocará nuevas elecciones con carácter constituyente para celebrar un referéndum y declarar de forma efectiva la independencia.
"Esta es la hoja de ruta que han trazado con sus votos millones de catalanes", ha advertido. La senda, que contemplaba un plazo de 18 meses desde la fecha en la que se hizo cargo de la Generalitat, tiene ya un recorrido de casi seis meses. El president ha apuntado que no le gusta hablar de "última oportunidad" aunque ha admitido que "la paciencia no es infinita". "No esperaremos cruzados de brazos eternamente a que en España haya nuevas mayorías", ha puntualizado.
Según su teoría los puntos en los que debería moverse una negociación con el Estado incluirían la fecha de la pregunta del referéndum de independencia, el texto de la misma, el quórum necesario e incluso el plazo en el que no podría volverse a consultar a los catalanes. "Pactar", ha dicho, "no es señal de debilidad ni un acto de cobardía. Pactar engrandece".
Puigdemont, en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, ha señalado su convencimiento de que el Estado "no está preocupado" por el proceso de independencia catalán. Y pese a ello ha insistido en que el 27 de septiembre de 2015, fecha de las últimas elecciones catalanas, "dos millones de españoles pidieron darse de baja, cancelar su suscripción" a España, lo que implica "un 8% del total de votantes que hay en España".
Mi propósito, ha recalcado, es reclamar la atención sobre un asunto de la máxima trascendencia, para encontrar la mejor solución para todos". Esto en su opinión es "hacer, política" porque la sociedad catalana "está convencida de que el Estado español es un mal Estado".
Puigdemont ha asegurado que "la solución llegará de todas formas" y para ello lo mejor es que el Estado entienda que "hay que dialogar", ha dicho antes de asegurar que es imprescindible hacerlo con respeto.
"Propongo", ha insistido, "que no pase de este año para que nos reconozcamos más y el independentismo sea reconocido como un actor político que no va a desaparecer". "Hay que dialogar con coraje, con ganas de llegar a acuerdos y con el compromiso de implementarlos". Según Puigdemont esta sería la vía que "más conviene a las dos partes" porque, una vez que se llegue "a la solución que quiere Cataluña habrá que seguir cooperando".
El presidente de la Generalitat ha insistido en que la mayoría de los catalanes "no quiere desentenderse de España pero tampoco quiere entenderse de esta manera. Hay que reentenderse y debe ser de igual a igual", ha matizado.
La reforma de la Constitución no es la fórmula apropiada. Es "sólo un enunciado", "un mensaje de Twitter", ha afirmado. Él cree que un pacto constitucional requiere de un gran coraje político como el que se puso en marcha para articular la Constitución de 1978.
"Ahora estamos muy lejos de aquel espíritu", ha recalcado antes de reprochar a los políticos españoles que ni siquiera hayan tenido el coraje para evitar la repetición de las elecciones.

Degradación de Moody's

El presidente de la Generalitat, cuestionado sobre la última rebaja de calificación de la deuda catalana por la agencia Moody's (inferior incluso al bono basura y con perspectiva negativa), ha afirmado que su gobierno en este asunto es "poquísimamente responsable". En este sentido ha reclamado para la Generalitat la capacidad de ser quien recaude los impuestos y entonces, ha dicho, "veremos qué calificación crediticia obtiene Cataluña".
También se ha referido a los conflictos que afronta el barrio de Gràcia con enfrentamientos nocturnos entre grupos antisistema y Mossos. En este punto Puigdemont ha asegurado que "hay que ser inflexibles" con los violentos. "No queremos tener ningún tipo de ambigüedad", ha dicho precisando que, además de garantizar la seguridad de los ciudadanos hay que "proteger a los que quieren protestar sin ser violentos".
Una vez que Puigdemont ha finalizado su intervención inicial, justo cuando se abría el turno de preguntas, una joven se ha aproximado a la mesa presidencial desde la que hablaba el president y ha gritado: "Sin ley no hay democracia". La mujer, que ha entrado en el acto con una invitación dirigida a Santiago Abascal, asegurado ser simpatizante de Vox, ha abandonado la sala sin que se suscitara ningún incidente. Antes de abordar al presidente catalán, dejó sobre su mesa unas esposas y un libro.
AHORA LOS PÁJAROS DISPARAN A LAS ESCOPETAS.

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