Pedro Fort, dueño del Grupo Fort, en un vídeo dirigido a sus clientes.
El colapso del negocio piramidal Fort Ad Pays atrapa a 40.000 personas
La empresa, con más de un millón de dólares en Dominica, impone un 'corralito' a los inversores
El colapso de un grupo de empresas de origen español con un modelo de negocio piramidal ha atrapado a unos 40.000 inversores de más de una decena de países, a los que el Grupo Fort, incapaz de hacer frente a los pagos, ha impuesto un corralito. El grupo ha puesto en marcha en los últimos dos años tres negocios que prometían rentabilidades de hasta el 2% diario mediante espacios publicitarios online. En realidad, las empresas apenas han tenido ingresos fuera del circuito interno y se han dedicado a repartir las aportaciones económicas de los nuevos miembros entre los más antiguos.
Los países con más víctimas son, por este orden, España, Venezuela, México, Colombia y Francia, según una estimación basada en el tráfico de visitas de la web Alexa.. Según ha podido saber EL PAÍS, el Grupo Fort ha logrado llevar hasta el paraíso fiscal de Dominica al menos un millón de euros, aunque la cifra real podría ser mucho mayor. En un último intento para conseguir más fondos, el grupo ha puesto ahora a la venta supuestas acciones de la compañía a 350 dólares la unidad, adquiribles por transferencia bancaria, asegurando que su valor de mercado supera los 51 millones de dólares. Algunos afectados, tras varias semanas tratando en vano de recuperar su dinero, han empezado a organizarse para interponer una demanda.
Aunque los esquemas piramidales están prohibidos por ley en España y muchos otros países, el Grupo Fort ha logrado crecer vertiginosamente desde su nacimiento ocultando su modelo de negocio tras un embrollado lenguaje que mezcla términos económicos —marketing multinivel, ganancias compartidas…— con otros más próximos a la superación personal. El grupo hace un uso intensivo de las redes sociales y la organización de eventos en España y otros países para reforzar los vínculos entre sus miembros, todo ello liderado por sus principales promotores, Pedro Fort y Josep Àngel Colomes.
La historia del Grupo Fort se remonta a finales de 2013, cuando Pedro Fort crea la sociedad Inversiones Anderfort en Colombia, país en el que reside este ciudadano español. Poco después, funda en Panamá Fort Group SA, que actuará como virtual cabecera de un holding que seguirá creciendo con más sociedades en Florida (Estados Unidos), Costa Rica , Dominica y España.
Mientras articula su estructura societaria, el Grupo Fort lanzar negocios piramidales que logran atraer a miles de inversores. El primero fue MLM Shop, posteriormente rebautizado como The Business Shop. En noviembre de 2014 nace Fort Ad Pays y, un año más tarde, Enkaizen. Aunque el lenguaje y las ofertas han ido cambiando con el tiempo, con frecuentes modificaciones unilaterales en las condiciones pactadas, el esquema ha funcionado como una estructura piramidal, según todos los expertos consultados.
Historia del Grupo Fort
Finales de 2013. Pedro Fort crea su primera empresa en Colombia. En los dos años siguientes creará una decena más en Panamá, Costa Rica, Dominica y Estados Unidos. Josep Àngel Colomés, por su parte, fundará dos en España. En noviembre, el grupo lanza el primero de sus negocios piramidales, MLMShop, posteriormente rebautizado como The Business Shop.
Noviembre de 2014. Lanzamiento del negocio Fort Ad Pays, basado al igual que el anterior en la venta de espacios publicitarios y que promete una rentabilidad del 2% diario, con balances que se actualizan cada 30 minutos.
Agosto de 2015. El Grupo Fort consigue abrir un banco en el paraíso fiscal de Dominica, que mantiene un capital mínimo de un millón de euros.
Finales de 2015. Lanzamiento de Enkaizen, basado inicialmente en el mismo modelo de negocio que los dos anteriores y con actividad solo en España. Pocos meses después, sus promotores admiten que el negocio "es inviable" y lo convierten en un negocio de venta de planes de formación, aunque mantiene el mismo lenguaje y promesas que Fort Ad Pays.
Febrero de 2016. El Grupo Fort anuncia el lanzamiento de un casino 'online', aunque este sigue sin funcionar correctamente.
The Business Shop empieza a tener problemas para atender las retiradas de dinero de sus afiliados. Muchos de ellos, que también habían invertido en Fort Ad Pays, tratan de retirar también dinero de esta esquema.
Marzo. El Grupo Fort empieza a poner restricciones a la retirada de dinero de sus socios. La empresa se justifica culpando a los "controles de las transacciones internacionales por la lucha contra el blanqueo y el terrorismo". En realidad, la mayoría de afectados no logra retirar ningún dólar debido a los constantes "problemas técnicos"
Abril. La situación financiera del grupo se deteriora. Los límites de retirada de dinero se reducen a 100 dólares al día.
El Grupo Fort anuncia la venta de 71.000 acciones con un valor nominal de 350 euros, aunque es posible comprarlas por 250 dólares durante las primeros días. La emisión es por el 49% del grupo, lo que supone valorarlo en 51 millones de dólares. Las acciones sólo pueden comprarse por trasferencia bancaria y no cotizarán en ningún mercado.
Mayo. El Grupo Fort reduce la retirada de fondos a 10 dólares diarios. Pedro Fort anuncia la creación de un banco para agilizar los pagos y el lanzamiento de nuevas líneas de negocio, como un perfume "en frascos de cristal de Murano" y una aplicación de contactos personales.
El grupo empezó ofreciendo una rentabilidad de hasta el 2% diario, que actualizaba en los balances cada 30 minutos. Para conseguirla, bastaba con comprar espacios publicitarios para ser colgados en los portales del propio grupo y visitar cuatro anuncios al día, aunque incluso esto podía evitarse si se compraban los “paquetes vacacionales”, que permitían seguir cobrando sin hacer nada. Además, podían conseguirse más ingresos con las comisiones logradas al atraer nuevos afiliados a las empresas del grupo. "Era sentarse frente al ordenador y ver crecer tu dinero. Así ha acabado todo", lamenta uno de los afectados.
Los problemas para el Grupo Fort empezaron hace cuatro meses en su marca más antigua, The Business Shop. “Llevaba dos años funcionando, plazo en el que estos esquemas suelen empezar a agotarse”, explica el responsable de un portal de denuncia en Internet de este tipo de negocios. Esta persona pide el anonimato por las amenazas que dice estar recibiendo por sus denuncias. “Como en todo esquema piramidal, al principio es sencillo ofrecer altas rentabilidades a los primeros socios porque el crecimiento de ingresos por la entrada de nuevos socios es exponencial. Pero llega un momento que esta vía se agota y la base se afiliados es tan grande que ya no hay dinero para todos”, explica.
Las dificultades iniciales de The Business Shop llevaron a muchos afiliados, que también lo eran de Fort Ad Pays, a tratar de retirar dinero en este segundo esquema. Incapaz de hacer frente a la avalancha de retiradas de dinero, el grupo empezó a aplicar un corralito, limitando las retiradas de dinero. Primero fueron 100 dólares diarios por persona y, desde hace poco más de una semana, apenas 10 dólares. Además, muchos de los cobros solicitados no llegan ni siquiera a realizarse por supuestos “problemas técnicos”.
“Ya no pagan casi nada”, explica otro afectado. “Cuando les interesa abren un poco el grifo, pero luego lo cierran. Están jugando con la gente”, añade. Los cuatro afectados con los que ha hablado este diario, que han invertido entre 100 y 4.000 dólares, prefieren que no dar su nombre. Algunos se remiten a la cuenta de correo afectadosdefortadpays@gmail.com, cuyo responsable está tratando de reunir al máximo número posible de afectados “para poner en marcha una demanda porque se ha engañado a la gente y esto es una estafa”.
La cifra exacta de afectados es difícil de conocer. El Grupo Fort asegura en su portal tener más de 250.000 afiliados, aunque sus responsables admiten que “la cifra real es mucho menor porque hay clientes duplicados y otros que se registran y luego no tienen actividad”, explica Josep Àngel Colomes. Este estima en entre “40.000 y 50.000 los afiliados activos”. El responsable del portal de denuncia calcula, basándose en los datos de tráfico de las web del grupo, que “el número de afectados debe oscilar entre los 30.000 y los 60.000”.
Tampoco es posible todavía saber la cantidad de dinero que ha atraído el grupo, aunque los datos dados a conocer por los primeros denunciantes (que admiten haber invertido entre 100 y varios miles de dólares) permiten estimar que son varios millones. El único dato contrastado es que el Grupo Fort abrió en agosto de 2015 un banco offshore en la pequeña isla caribeña de Dominica, un paraíso fiscal que exige a estas sociedades mantener un mínimo de millón de dólares para conservar la licencia. Los responsables del grupo rechazan cuantificar sus activos. Tampoco es posible conocer el volumen de negocio de las distintas sociedades porque estas se encuentran domiciliadas en paraísos fiscales o son de reciente creación y aún no han depositado sus cuentas anuales.
En un vídeo publicado en Facebook el pasado día 20, Pedro Fort atribuía los retrasos en los pagos a una supuesta “nueva normativa internacional, que ha aumentado los controles por la lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo”. Esto, según Colomes, ha alterado el flujo de dinero a “través de las plataformas de pago por Internet, que han impuesto límites”. Pese a las promesas de ambos de que el grupo está trabajado “intensamente” para hacer frente a sus obligaciones, lo cierto es que en los últimos días apenas unos cientos de afectados han logrado cobrar 10 dólares al día ante los constantes “problemas técnicos” que van surgiendo.
Pese a las múltiples y detalladas justificaciones que ofrece Colomes, este admite lo más importante del diagnóstico de la situación. “Es cierto crecimos muy rápido y que ahora estamos en una situación delicada en la que tenemos que diversificar para consolidar nuevas vías de ingresos”, explica. “Pero este es un proyecto serio y viable. Estamos trabajando las 24 horas del día para resolver los problemas y dando la cara ante nuestros clientes. Pedimos un voto de confianza”, añade.
Los afectados consultados por este diario confiesan que el colapso del Grupo Fort no les ha pillado “del todo desprevenidos”. “Esto ya se veía a venir”, confiesa uno de ellos. “Ahora es fácil decir que hemos sido demasiado ambiciosos o ingenuos. Pero esta gente ha logrado generar un ambiente que te impulsaba a invertir. Yo al principio era reticente, pero luego veías a un amigo que había invertido 6.000 dólares y que ya 18.000. Mirabas Facebook e ibas a los eventos y todo el mundo decía lo bien que iba el negocio. Al final llega un momento que también entras en el juego. Yo metí 4.000 dólares y ahora se supone que tengo 11.000, aunque logré sacar a tiempo algo más de 2.000. Pero todo lo que queda ahí dentro es humo”, explica uno de ellos. “Yo metí 2.500 y llegué a tener casi 10.000 porque, aunque te obligaban a reinvertir el 50% de los beneficios, yo lo seguí metiendo todo. Solo en las últimas semanas he tratado de sacar dinero, pero no he conseguido ni 300 dólares”, relata otro.
Luis Beltrán Garrigues fue uno de los abogados que tramitó numerosas denuncias en el caso Unetenet, una monumental estafa hecha con una moneda virtual que afectó a 50.000 personas, 6.000 de ellas en España. “Combatir estos esquemas desde el punto de vista legal es muy difícil”, explica. “Los afectados pueden ir por la vía civil para tratar de recuperar el dinero, pero lo habitual es que el dinero ya no esté en España, sino en paraísos fiscales. Además, estas empresas suelen cambiar unilateralmente el fuero y se someten a jurisdicciones donde la justicia española no puede actuar”. Garrigues considera que la única opción que les queda “es la vía penal”.
EL PAÍS ha tratado de recabar la versión del Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d’Esquadra, que han declinado informar sobre si han recibido denuncias sobre el caso y si mantienen investigaciones abiertas.
Investigacion@elpais.es
Una huida hacia adelante para obtener más ingresos
El Grupo Fort ha anunciado en los últimos meses la puesta en marcha de varios negocios que, prometen, “pronto permitirán remontar la situación”. Estos negocios son la puesta en marcha de un casino online —www.worlwidecasino.com—, domiciliado en Costa Rica y que, sin embargo, no funciona. Otro, según anunció Fort en el vídeo, es un “proyecto inmobiliario” en la Isla de San Andrés (Colombia) del que este diario no ha encontrado rastro. La empresa también lanzará un “exclusivo perfume” de “alto valor añadido” al ser comercializado en “frascos de cristal de Murano” y confía en los buenos resultados de “Gisi, una aplicación de contactos personales”, que apenas tiene presencia en la Red.
Frente a tantos proyectos, el paso más firme dado por el Grupo Fort en las últimas semanas para aumentar sus ingresos está dirigido a captar aún más dinero de sus afiliados. Se trata de unas supuestas acciones lanzadas el pasado abril con un valor nominal de 350 dólares (aunque en los primeros días podían comprarse por 250) que solo pueden adquirirse por transferencia bancaria. El grupo anunció que ponía a la venta 71.000 acciones por el 49% de su capital, valorando así la empresa en 51 millones de dólares. Esta cifra sale del cálculo que hace del valor de la web de Fort Ad Pays el portal de Internet www.worthofweb.com.
Esta estimación, sin embargo, está solo basada en el tráfico que un momento dado atrae una página web y no tiene relación alguna con la solvencia real de una empresa. Según el ranking de la web Alexa, Fort Ad Pays ocupa la posición 484 entre las páginas más visitadas en España, el 248 en Venezuela y el 557 en Colombia.
Colomes admite que “en España las exigencias para vender acciones de una empresa son mucho más estrictas”. “Pero Fort Ad Pays está domiciliada en Dominica y allí sí es posible la venta de acciones respaldadas con esta valoración”. Pese a que algunos mensajes del Grupo Fort dan a entender lo contrario, Colomes admite que las acciones del grupo “no cotizarán en un primer momento en ningún mercado y lo harán solamente a nivel interno”.
Otra vía por la que el Grupo Fort podría captar más recursos de sus afiliados es su banco domiciliado en Dominica, aunque estima que aún tardará tres o cuatro meses en entrar en funcionamiento. “Queremos que sea un banco de referencia en Internet. Nuestros clientes podrán abrir cuentas, pedir tarjetas….”, explica Colomes.
Otra de las alternativas que estudia el Grupo Fort para hacer frente a sus problemas es la creación de una “criptomoneda parecida a bitcoin”, afirma Colomes. Esta moneda virtual permitiría que la compañía aligerara en gran medida las deudas que mantiene con los afectadosen dólares, al convertir los saldos pendientes a una moneda que, en realidad, crearía el propio grupo y no estaría respaldada por valor real alguno.
LA GENTE NO ESCARMIENTA NADIE DA EUROS A 20 CÉNTIMOS , HAY QUE HUIR DE ESAS INVERSIONES QUE TERMINAN SIENDO UNA ESTAFA.
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