martes, 10 de mayo de 2016

EL CHIRINGUITO DEL PP DE BARBERÁ

El chiringuito del PP de Barberá
La declaración del representante legal de Génova revela un absoluto descontrol de las cuentas.
Las cuentas del grupo municipal estaban al margen del partido y la «donación» de 1.000 euros nunca llegó a una cuenta autorizada del PP.
Las cuentas del Grupo Municipal del Partido Popular en Valencia han sido durante años algo así como un chiringuito en el que Mari Carmen García Fuster, secretaria del grupo, hizo y deshizo a su antojo, saltándose todas las normas de la dirección nacional del partido y actuando al margen de todas las directrices que, supuestamente, se establecen para el control de las cuentas de la formación.
El PP de Valencia habría actuado poco más o menos que al antojo de quienes lo controlaban, que políticamente ha sido la ex alcaldesa Rita Barberá y orgánicamente, desde 2013, su presidente local, Alfonso Novo, investigado junto al resto de los ediles excepto el actual portavoz, Eusebio Monzó por supuesto delito de blanqueo de capitales.
Así se desprende de la declaración ante el juez de Jorge Ignacio Carbó, el representante legal enviado por el Partido Popular ante el juez instructor del «caso Taula». Carbó explicó que desde 2011 todas las federaciones regionales disponen de unas normas básicas directamente enviadas desde la dirección nacional, incluidas instrucciones para decidir contrataciones.
Sobre las dos cuentas investigadas, una del Banco Sabadell y otra de Caixabank, cuyos apuntes han revelado parte de las irregularidades, Carbó declaró que ni una ni otra pertenecen al PP. Las cuentas están abiertas a nombre del Grupo Municipal, que no forma parte del PP, segun dijo, y por tanto estarían «fuera» del ámbito de supervisión del partido.
La secretaria, Mari Carmen García Fuster, persona de confianza y amiga personal de Rita Barberá, no rendía cuentas al PP porque tampoco el partido tiene facultad para supervisarlas, algo que es competencia de la Intervención Municipal, siempre según la declaración de Carbó a cuya transcripción ha tenido acceso EL MUNDO.
También se le preguntó si existe un mecanismo para detectar aportaciones de «dudoso» origen y se limitó a aclarar que en las instrucciones que se facilitan se establece que se deberían rechazar aportaciones «que se consideren no correctas».
¿Quién puede abrir cuentas del PP?, le preguntó el Ministerio Fiscal. Eso corresponde a la gerencia del partido. Nadie más, especificó, puede abrir una cuenta a nombre de la organización. Corroboró que existe una cuenta especial para donaciones y que las cuotas de los afiliados se realizan por transferencia o recibo bancario, siempre con el nombre de quien la realiza. Los famosos 60 euros mensuales que pagaban todos los cargos públicos y que todos reconocen, aclaró que son aportaciones al Grupo Municipal, no al PP. De hecho, no iban a la cuenta del PP.
Respecto a las campañas electorales, Carbó dijo que se cumplen a rajatabla las normas electorales y que, para no incumplir los límites, se prohíben donativos para campaña. Por tanto, los 1.000 euros que se exigieron a ediles y asesores -y que luego se les devolvieron en dos billetes de 500 euros originando la sospecha de blanqueo-, señaló que no puede haber más aportaciones que las que llegan a la cuenta del PP. Y ninguna de las que gestionaba García Fuster lo eran. «Lo que se haga en otras cuentas es al margen del partido», indicó, incluidos pagos por publicidad en campaña. También negó que en cuentas oficiales del PP se ingresaran «mordidas».
PRIMERO PARA PODER METER LA MANO HAY QUE CREAR UN DESCONROL DE CUENTAS INTECIONADO , LUEGO YA SE PUEDE ACTUAR  ES EL MANUAL DEL BUEN LADRÓN.RITA SIGUE PASEANDO POR CALLE COMO SI NO FUERA CON ELLA.

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