198 días para una consulta en salud mental en Oviedo, 142 para una operación de hernia discal en el HUCA o 100 para implantar una prótesis de cadera en Cabueñes. A esto se suman esperas que llegan a superar el año cuando se trata de hacerse un TAC, una resonancia o una simple ecografía. Son solo algunos de los tiempos medios de demora a los que se enfrenta un paciente en Asturias cuando tiene que acudir a una cita médica o someterse a una intervención quirúrgica en el Servicio de Salud del Principado. En esa situación hay en Asturias 131.118 personas, más del 10% de la población. Es el total de pacientes que están aguardando por una intervención, una prueba diagnóstica o una consulta con el especialista en hospitales y centros de salud de titularidad pública.
Según la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública estamos ante «las peores lista de espera de la historia» de Asturias, una situación de «extrema gravedad» que lleva a este colectivo a llamar a los asturianos «a movilizarse». La plataforma ha convocado a entidades sociales y sindicales a una asamblea que tendrá lugar este lunes, día 1 de febrero, en el Auditorio de Oviedo, a las seis de la tarde. La medida coincide casi en el tiempo con la iniciativa de Podemos de crear una comisión parlamentaria para investigar qué está pasando con las demoras sanitarias y que será presentada el 3 de febrero.
«Las actuales listas de espera son incompatibles con una atención sanitaria digna y eficaz y comprometen la calidad de vida y la seguridad de muchos pacientes», alerta Defensa de la Sanidad. Lo explica de forma gráfica uno de los responsables del colectivo, Carlos Ponte, conocedor del sistema sanitario público donde desempeñó su trabajo como responsable de una de las UVIS del viejo HUCA hasta su jubilación hace unos años. «Me cruzo por la calle con profesionales que trabajan o que han trabajado en la sanidad pública y son muchos los que aseguran disponer de seguros privados». Porque, tal y como afirma este médico intensivista, «según datos de las aseguradoras, hay un 20% de asturianos que disponen ya de cobertura privada». La cifra contrasta con la que había hasta no hace mucho en Asturias, donde la presencia de la medicina privada entre la ciudadanía «rozaba el 8% como mucho».
Esa situación de dualidad está motivada «en el empeoramiento de la sanidad pública y, en especial, lo que está ocurriendo con las demoras asistenciales, que cada vez son mayores e inasumibles». Quien puede, alerta Ponte, «se hace un seguro privado», quien no, «se fastidia». «En pocos años pasamos de una situación de monopolio de la sanidad pública, con una sanidad privada marginal, a un escenario dual con una inequívoca tendencia de privatización», advierte.
Los últimos datos del Servicio de Salud, los correspondientes a 2015, dan cuenta de una lista de espera en la que se encuentran 131.118 personas. 72.855 aguardan por una consulta con el especialista, otras 39.563 por una resonancia, un TAC, una ecografía o una mamografía y, finalmente, 18.700 por una intervención quirúrgica. Como media, para una cirugía es necesario aguardar más de dos meses y medio, aunque hay especialidades como Traumatología, Dermatología, Digestivo o Cirugía General en la que el plazo se alarga más allá de los cuatro meses.
Asturias 'des-espera'
Defensa de la Sanidad Pública ha puesto en marcha una campaña bajo el lema 'Asturias des-espera'. «Es ineludible en estos momentos la movilización de la ciudadanía en defensa del derecho a la salud», señalan los promotores de esta actuación, que busca sumar apoyos entre entidades sociales, vecinales y sindicatos. La situación actual «es de enorme gravedad», abunda Carlos Ponte, porque «la demora media de la que habla el Sespa», esos 76 días que hay de plazo para operarse «no son reales. Las esperas son mayores». Precisamente, conocer los tiempos reales a los que se enfrentan los pacientes es uno de los retos de la Plataforma, que demanda «transparencia en la gestión de los datos». Asimismo, insta al Gobierno regional a «adoptar medidas para reducir las abultadas listas de espera y hacerlo con los medios del Sespa». En su opinión, «es necesario un pacto de la administración y los profesionales para definir guías de actuación». También piden que la solución a las demoras «no pase por derivar a clínicas privadas, ya que representan una forma de competencia desleal con el sector público».
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