domingo, 17 de abril de 2016

LA MAYOR SOLEDAD DEL HOMBRE FRENTE A UNA SOCIDEAD MÁS IFORMATIZADA

"Es algo que veremos cada vez con más frecuencia"


En 2010, en Ciudad Naranco (Oviedo), un hombre de 60 años fue hallado después de una semana. Subía la basura al sexto piso hacía tiempo. Sufría Diógenes y estaba alcoholizado desde que había perdido un hijo de 15 años, una década atrás. El chico había ido a hacer las pruebas para jugar en el Real Oviedo y nunca regresó. Fue arrollado por un tren cuando volvía andando a casa.
Luis Ferrer, psiquiatra y miembro de la Real Academia de Medicina de Galicia, comenta que el “crac biográfico” siempre suele existir. "Habitualmente, en las personas con Síndrome de Diógenes, hay un fondo depresivo que se monta sobre la soledad". "El vacío se va aliviando con los objetos" recogidos, y detrás puede haber una experiencia traumática. "El 99% viven solos y se van aislando". Muchos ya no trabajan y, en bastantes ocasiones, beben. Entre todos los desperdicios acumulados, es frecuente que aparezcan cientos de botellas vacías. El de Diógenes es un síntoma de otras cosas, y se da tanto en hombres como en mujeres, y más en mayores de 65 que en jóvenes, aunque muchas personas manifiestan los primeros rasgos obsesivos ya en la adolescencia. "Con los años, esos rasgos se tienden a caricaturizar. Y entre los ancianos hay más soledad y más angustia", sigue describiendo el psiquiatra. 
El caso del vecino de Vigo (Pontevedra) que amontonaba basura y se mantenía aislado en la vida real mientras buscaba amigos en Facebook resulta novedoso para los psiquiatras y despierta su interés porque, según Ferrer, "es algo que veremos cada vez con mayor frecuencia a medida que vivamos más en el llamado tercer entorno". El "tercer entorno" es el mundo virtual en general, desde los mensajes de telefonía hasta los videojuegos y todo el universo infinito de la Red, sus mundos y sus submundos. Su desarrollo "ha coincidido en el tiempo" con esa transformación social que ha poblado el país de viviendas con una sola alma. "En España, uno de cada cuatro hogares son unipersonales, y sobre todo se trata de mujeres viudas y de varones solteros o separados", ilustra el médico.
El vigués José Ángel cumplía con este perfil. Estaba solo y había perdido el empleo. Y en su caso, por ser un hombre más joven, al aislarse del mundo se refugió en las nuevas tecnologías: "Era un sujeto escindido. La misma mente puede sufrir un cuadro de Diógenes y vivir en paralelo otro personaje superactivo en el mundo virtual"
José Manuel Menchón, jefe de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge (Barcelona), explica que una persona con el síndrome puede sentir o buscar "desinhibición" en internet. Pero mientras tanto, todos rechazan la ayuda directa del prójimo. La propia naturaleza del síndrome hace que tantas veces acaben sus días en sus particulares refugios de basura en vez de recurrir a un hospital. “El propio abandono de sí mismos” escribe ese final.
El de Diógenes “no es un diagnóstico”, no está considerado como una enfermedad en sí, y aunque se describió en 1975, está mucho menos estudiado que el Síndrome de Acumulación Compulsiva. No hay cálculos actualizados sobre su incidencia en la población, recuerda Menchón, aunque existe una estimación "de hace tiempo" que dice que “aparece un caso al año por cada 2.000 habitantes”. Las personas que acumulan basura no son conscientes de su trastorno y no van al psiquiatra, y en ocasiones muy contadas pueden llegar a arrastrar a su pareja o a otro miembro de la familia hacia la misma compulsión. Por lo general, el síntoma no se presenta de forma aislada, sino asociado “a un alcoholismo, una demencia, una esquizofrenia”, y se considera que tiene que ver con alguna alteración del lóbulo frontal.
CONSECUNCIAS DE LA SOLEDAD Y DE UNA SOCIEDAD INJUSTA Y FALSA QUE DICE MIRAR POR LOS MAS DÉBILES Y ES MENTIRA.

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