miércoles, 10 de febrero de 2016

AL SR. RAJOY LE HA PASADO SU TIEMPO, AHORA QUE DEJE GOBERNAR.

El líder del PP, Mariano Rajoy, en rueda de prensa

Rajoy no concreta su oferta y ve imposible un Gobierno en minoría


El presidente incluye la lucha contra la corrupción en la bases de su pacto de gran coalición.

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, sigue sin concretar su oferta de reformas a aplicar por la gran coalición de amplia base parlamentaria y moderada que propugna para salir de este impasse con el PSOE y Ciudadanos. Rajoy repitió ante el Grupo Popular en el Senado, este miércoles, que un Gobierno entre esas formaciones es la única solución "razonable y sensata" para evitar la incertidumbre en España. Y añadió otra advertencia contra cualquier alternativa para fraguar un ejecutivo en minoría, incluso del propio PP con Ciudadanos: "Los números pueden dar para sacar adelante una investidura pero la falta de coherencia y los intereses tan dispares hacen imposible en España un Gobierno que se pueda considerar como tal sin el PP, imposible".
La cita de Rajoy ante los 143 senadores del PP (122 electos y los demás por designación autonómica como la hoy ausente Rita Barberá) solo sirvió para remachar esos principios y para que el portavoz en la Cámara alta subrayase una veintena de veces que todo el partido se siente "orgulloso y agradecido por el temple y la lealtad demostrada por Rajoy con este país". Xosé Manuel Barreiro, el portavoz del PP en el Senado, repitió sin parar la palabra lealtad hacia Rajoy ante el cúmulo de especulaciones sobre posibles disensiones internas, nunca públicas.
El líder popular le agradeció inmediatamente esa combatividad y generosidad a su portavoz en el Senado. Todos en el Gobierno en funciones y en el PP son conscientes de que el partido y el presidente en funciones están atravesando uno de esos momentos difíciles, en los que corren el peligro de que empiecen a aflorar los nervios y los debates pendientes. No fue el caso este miércoles en el Senado. Introdujo el asunto el orador Barreiro, disertó Rajoy, se levantaron todos al unísono para aplaudir y se acabó la cita sin ninguna pregunta o intervención, con el mismo patrón que la semana pasada ante el Grupo Popular en el Congreso. No es el momento para debates en el PP y menos en público.
Rajoy recordó de nuevo que el PP ha ganado las elecciones del 20-D y con distancia sobre el siguiente y tanto en el Congreso como en el Senado, algo que se considera ahora vital ante la pretensión del ya candidato socialista, Pedro Sánchez, y sus posibles aliados de abordar cuando proceda la reforma de la Constitución.
El presidente en funciones incidió en que Sánchez y sus hipotéticos socios podrán intentar gobernar contra el PP pero no le parece "ni lo más democrático ni lo más razonable". En esa línea abundó en que el PSOE, Podemos, IU y otras fuerzas de izquierda e independentistas "podrán investir un presidente con todos los inconvenientes del mundo pero no gobernarán contra quien ha ganado" y menos aún "para volver a las andadas", en una alusión que se entendió como el objetivo de derogar muchas reformas del actual ejecutivo y de recuperar políticas del Gobierno que heredó del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Para el actual presidente del Gobierno, los resultados electorales y los mensajes de los españoles con el castigo que infligieron a los principales partidos solo deberían permitir un nuevo mandato del PP pero consensuado con PSOE y Ciudadanos. Rajoy sigue sosteniendo que esa gran coalición tendría además amplia mayoría para abordar las reformas para muchos años: "Para gobernar se necesita una mayoría, si no se engaña a la gente. Con 90 diputados (solo los del PSOE), ni con 130 (los del PSOE más Ciudadanos) ni con 160 (los del PSOE con Podemos e IU) se puede gobernar, ni con 163, los del PP con Ciudadanos, tampoco se puede".
En resumen, según Rajoy, "en minoría no se puede gobernar". Porque sería "un Gobierno débil, sin posibilidad de sacar propuestas adelante, que se necesitan aprobar por mayoría". En ese sentido avisó de nuevo de que el PP no permitirá con su mayoría absoluta en el Senado y su mayoría minoritaria en el Congreso que se intente afrontar así una reforma de la Constitución. Y tampoco que se discuta ni la unidad de España ni la soberanía nacional, que es su temor a que Sánchez al final pacte con partidos independentistas.
Rajoy añadió que este tipo de ideas y puntos genéricos son los que va a contarle este jueves a Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, y el viernes a Pedro Sánchez, con los que se verá al fin en el Congreso. En ese catálogo recurrente de cuatro principios que recuerda en cada una de sus intervenciones desde el 20-D, Rajoy incluyó este miércoles en el Senado un quinto apartado a discutir con nuevas medidas y planteamientos en la lucha contra la corrupción, en plena resaca aún de los escándalos que están afectando a su partido, ahora especialmente en la Comunidad Valenciana. Presumió de lo mucho realizado en esta legislatura pero se mostró abierto a tratar sobre nuevas actuaciones que se le puedan plantear.
Frente al conocido escenario de alianzas que planteó, que en su equipo en La Moncloa y en el PP ven muy difícil que prosperen, Rajoy solo ve por tanto dos alternativas: repetir las elecciones o un Gobierno del PSOE, Podemos, IU "y un apoyo a favor o abstención o ausencia de los partidos independentistas". Esa opción le parece que traería "consecuencias muy negativas" para España, con "fórmulas imposibles y comedias de enredos" que pondrían "en entredicho el marco de convivencia".

LE HA PASADO SU TIEMPO DE GLORIA AHORA QUE SE DEDIQUE A PERSEGUIR LA CORRUPCIÓN  EN SU PARTIDO, INCLUIDOS SUS SOBRES DE DINERO NEGRO.

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