Gabriela Serra, Antonio Baños, y Anna Gabriel, diputados de la CUP
Mas asume personalmente la negociación con la CUP
El presidente catalán se reunió el pasado lunes con la formación anticapitalista pero no consiguió desencallar su investidura.
Artur Mas ha decidido asumir personalmente la negociación con la CUP para intentar desencallar su investidura como presidente de la Generalitat. El líder nacionalista se reunió con la formación anticapitalista el pasado lunes según han confirmado fuentes de la negociación. Hasta ahora el grueso de las conversaciones las llevaban colaboradores del presidente y miembros de la candidatura Junts pel Sí.
Fuentes del entorno de Mas han explicado que el encuentro, publicado hoy por El Confidencial, "es uno más de los que mantenemos a todos los niveles y con la máxima discreción". Lo único que ha trascedido es que sigue sin haber acuerdo con la CUP para que Mas repita al frente de la presidencia.
El diputado de la CUP Benet Salellas ha insistido este jueves que su posición se mantiene invariable: no votarán al candidato de Junts pel Sí. Las negociaciones, además, se han enrarecido por la detención de un grupo de anarquistas. Este miércoles tras el operativo de los Mossos d'Esquadra, la CUP anuló una reunión con la formación que integran CDC y ERC.
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La cuestión de la investidura corre en paralelo a la polémica por la resolución que Junts pel Sí y la CUP quieren aprobar la semana que viene en el Parlament para dar por iniciado el proceso hacia la independencia. Estos partidos no quieren que el bloqueo a la declaración independentista frustre sus planes. Junts pel Sí y la Candidatura d'Unitat Popular pretendían hacer un pleno antes del 9 de noviembre, el día que expira el plazo para hacer la primera votación de investidura del nuevo presidente de la Generalitat. Con el freno del PP a la declaración, las formaciones necesitan forzar el reglamento para cumplir con sus deseos. La CUP presiona para acelerar al máximo los trámites: espera que la votación se realice el viernes, día 6 de noviembre, tal como ha explicado el diputado Benet Salellas: "Pensamos que aún tenemos los día suficientes para generar los plazos para que el pleno extraordinario pueda ser el 6 de noviembre", ha afirmado en una entrevista en RAC1.
Precisamente es el viernes cuando expira el plazo para que el PP se constituya como grupo. Al no formalizar su condición en esta nueva legislatura, la formación de Xavier García Albiol evita que se pueda llevar a cabo cualquier pleno. Por ello confiaban en postergar la declaración hasta después de la primera sesión de investidura. Junts pel Sí esperaba a convocar un pleno extraordinario el mismo día 9, antes del debate sobre la presidencia, para aprobarlo. Si cumpliera con los deseos de la CUP, los grupos de la oposición no tendrían tiempo a presentar enmiendas.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha sugerido esta mañana en una entrevista en RNE una fecha intermedia: el sábado 7 de noviembre. Según la expresidenta de la ANC, se podría habilitar el fin de semana como día para votar cuando se cumpla "el trámite" de la constitución del grupo parlamentario del PP. Hasta que la formación no se registre formalmente en la cámara, no se podrá convocar la Junta de Portavoces que debe convocar el pleno. Pese a la sugerencia, la opción que contempla Forcadell es la misma que la de Junts pel Sí: el doble pleno para el día 9.
El lunes nueve es el día que debe celebrarse el primer debate de investidura. Parece difícil que para esa fecha ambas formaciones se hayan puesto de acuerdo en la presidencia. Pese a que Salellas ha asegurado que si fuera por la formación anticapitalista se podría nombrar presidente de la Generalitat el día de la primera votación,
Forcadell cree que las conversaciones necesitarán más tiempo. "Tengo que reconocer que no van tan rápido como me gustaría", ha admitido. Una vez pasado el primer debate de investidura, los partidos tendrán dos meses para ponerse de acuerdo. Si no, quedarán automáticamente convocadas unas nuevas elecciones autonómicas.
COMENTARIO:
La Sra. Forcadell respondió de manera patética esta mañana en la entrevista de Radio Nacional cuando, después de haber dicho que quería ser la presidenta de todos los catalanes, el director del programa le afeó ("con todos los respetos") que durante su investidura hubiese dado un hurra a la "república catalana". La Sra. Forcadell salió por peteneras argumentando que los valores de la "República" son universales. Sí, lo son y los compartimos muchos, y por eso precisamente repudiamos el uso partidista e interesado que hace la Sra. Forcadell que, una vez investida presidenta del parlamento, debió haber sido más comedida (cosa difícil en una independentista convencida) y debería haberse tragado sus instintos más radicales. En este caso en particular, no puedo resistirme a hacer una comparación con el presidente de la Asamblea General en Venezuela, que ejerce como segundo de a bordo en el ejecutivo. ¿Es ésta la situación en Cataluña?.
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