sábado, 31 de octubre de 2015

LA BANCA GRIEGA TIENE UN AGUJERO DE MÁS DE 14.000 MILLONES DE EUROS

Exterior de Alpha Bank en Atenas (Grecia).

La banca griega tiene un agujero de 14.400 millones, más del 8% del PIB

El BCE reclama a las cuatro mayores entidades que tengan listos sus planes de recapitalización el próximo viernes.

El corralito griego ha hecho estragos. El Banco Central Europeo (BCE) ha desvelado hoy finalmente uno de los secretos mejor guardados de la eurozona: la cicatriz que han causado los controles de capital y las interminables negociaciones sobre el tercer rescate en el sistema financiero griego y en su maltrecha economía, que ha perdido un cuarto de la riqueza desde 2010 y sigue con tasas de paro estratosféricas, en torno al 25%. El Eurobanco cifra el agujero de los cuatro grandes bancos griegos  (Alpha, Eurobank, NBG y el Banco del Pireo) en 14.400 millones de euros en el peor de los escenarios, que incluiría caídas del PIB de más del 3% este año y el próximo y un fuerte repunte de la morosidad. Y en 4.400 millones en el escenario base --con una recesión menos severa, del 2,3% este año y el 1,3% en 2016--, tras unas pruebas de estrés que vuelven a poner de manifiesto que Grecia y sus bancos necesitan más y más dinero.
Se espera que el sector consiga levantar por sí solo en torno a 5.000 millones de euros, acudiendo a los mercados, a la financiación privada. Para completar la brecha de capital que ha dejado al descubierto el BCE, se requerirá una inyección pública de casi 10.000 millones adicionales procedente del tercer rescate europeo.
El tiempo apremia. Los colchones de capital de la banca griega estaban por debajo de los 28.000 millones en septiembre (sin contabilizar provisiones), según el Banco de Grecia, y las necesidades de capital en el escenario estresado ascienden a más del 8% del PIB griego: es como si los cuatro grandes bancos españoles necesitaran 80.000 millones de un plumazo. El Parlamento griego ha iniciado hoy mismo el debate sobre la ley de recapitalización de la banca, que debería aprobarse tan pronto como mañana, según el ministro Euclides Tsakalotos, el sucesor del controvertido Yanis Varoufakis. Y el BCE exige a los cuatro grandes bancos griegos tengan listos los planes de recapitalización el próximo viernes, con un programa completo acerca de cómo piensan ampliar sus colchones de capital.
Tapiar el agujero de los grandes bancos es condición necesaria para volver a crecer en Grecia. Y es uno de los elementos fundamentales del tercer rescate europeo, pactado el pasado verano después de unos meses de dura negociación que obligaron a Grecia a establecer controles de capitales, que han devuelto al país a la recesión y que a punto estuvieron de provocar la salida del euro. El proceso de recapitalización, bajo el paraguas del programa de ajuste, debe completarse "antes de final de año", según el BCE, para evitar que Grecia tenga que hacer frente a la nueva normativa europea, que obligaría a aplicar quitas a los accionistas y a los acreedores, y puede que incluso a los depósitos por encima de 100.000 euros. Paradojas de la crisis: las instituciones europeas no quieren aplicar a Grecia la nueva regulación, que obligará a que los inversores se rasquen el bolsillo cada vez que haya que recapitalizar bancos: consideran que eso podría dejar muy maltrecha la confianza en el sistema financiero.
El BCE ha identificado la necesidad de acometer "ajustes significativos" por el deterioro de la situación económica en Grecia, el aumento de la morosidad y los problemas de liquidez en el sistema financiero helénico, según el comunicado hecho público hoy. Fráncfort exige a los cuatro grandes bancos un capital de máxima calidad del 8% en el peor de los escenarios, y del 9,5% en el escenario base.
Grecia tiene otros frentes abiertos. El Eurogrupo ha pospuesto esta semana la llegada de nuevos fondos a Atenas ante el retraso en los ajustes y reformas, entre los que destacan desacuerdos sobre el IVA en la educación privada, los desahucios de primeras residencias o una nueva regulación en el sector farmacéutico, dentro de una agenda legislativa que incluye una nueva rebaja de las pensiones a partir del 1 de enero, y en medio de una presión cada vez más elevada de los grupos de presión más perjudicados por la nueva oleada de recortes. Grecia tiene listas 14 de las 48 medidas que deben haberse aprobado el 15 de noviembre, según fuentes europeas; en la ya tradicional ceremonia del desconcierto en la que se ha convertido ese rescate, el Ejecutivo helénico apunta que ha cerrado ya el 90% de las medidas. Ese primer examen será fundamental. De él dependen tanto los desembolsos para impedir que el Estado griego se ahogue, como sobre todo la reestructuración de deuda prometida por los acreedores europeos. En Bruselas, durante las últimas semanas los mandarines del euro han subrayado el optimismo contenido que se respira respecto a Grecia, un asunto que ha pasado a un segundo plano ante la gravedad de la crisis migratoria. Una crisis que, en buena medida, empieza también en Grecia, con la llegada incesante de refugiados a las costas del país que gobierna la izquierda radical, quizá ya no tan radical, de Alexis Tsipras.
COMENTARIO:
¿Porqué siempre tenemos que rescatar a la Banca la clase media, madia-baja y no la clase media-alta o alta? ¿Porqué no se suben los impuestos a las grandes fortunas? ¿Porqué no se persigue el dinero en paraísos fiscales? Eso para empezar, luego con el IVA súper reducido, la persecución sin tregua del delito fiscal con actuaciones rápidas, derogar las pensiones dobles. Jodo, es que a nadie nos gusta soltar pasta pero sí recibir y claro el Balance no cuadra.

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