lunes, 12 de octubre de 2015

BRUSELAS QUIERE QUE NOS APRETEMOS MAS AÚN EL CINTURÓN

Bruselas duda de los Presupuestos e insta al Gobierno a cambiarlos

La UE ve riesgos de que España acabe incumpliendo el objetivo de déficit para 2015 y 2016.

Se confirma el varapalo de Bruselas, aunque menos redondo en las formas después del serio toque de atención de Alemania a la Comisión Europea. Bruselas confirmó este lunes el polémico dictamen de sus servicios de Economía y Finanzas sobre el presupuesto español para 2016: ve serios riesgos de incumplir las metas de déficit y, sobre el papel, reclama una actualización del proyecto una vez se celebren las elecciones y se forme el nuevo Gobierno.
España incumplirá las metas de déficit este año y el próximo, según el análisis aprobado en su segunda tentativa por el ejecutivo comunitario. Con los números de Bruselas en la mano, la desviación se marcha a un punto de PIB entre este año y el próximo: si se cumplen los pronósticos de la Comisión, España debería acometer recortes por 10.000 millones de euros adicionales. En Bruselas, con todo, siempre hay un pero. El vicepresidente Valdis Dombrovskis dio por hecho en rueda de prensa que España no acometerá ajustes este año. Y lo dejó todo para el nuevo Ejecutivo, con lo que deja vía libre al Gobierno de cara a las elecciones del 20-D.
Nada es lo que parece en Bruselas. El dictamen es en un 99% idéntico al que EL PAÍS hizo público el pasado miércoles. Pero las formas han cambiado radicalmente: el comisario Pierre Moscovici dio un serio varapalo a España el lunes de la semana pasada. Este lunes, sin embargo, estuvo de lo más contemplativo: mantiene exactamente las cifras y critica al Gobierno por su exceso de optimismo. Pero con guante de seda: todo queda para el nuevo Gobierno. Es posible que España haga ajustes menores; nada sustancial. Bruselas ha insistido este lunes en que su opinión funciona como una advertencia: si al final se cumplen los vaticinios de Bruselas, y no los del Gobierno, España estará más cerca del jaleo.
Alemania gana: en la práctica, la Comisión deja claro que el actual Gobierno no tiene que hacer gran cosa. El ministro alemán, Wolfgang Schäuble, desautorizó a Moscovici la semana pasada y aseguró que España tiene todos los visos de cumplir sus objetivos. España y Alemania, con ayuda de otros comisarios, paralizaron la adopción de esa opinión sobre el proyecto presupuestario.
Al final ese dictamen se aprueba, pero acompañado de una batería de declaraciones que rebajan el varapalo. Bruselas lanza un aviso; nada más. Y pone en duda, eso sí, la narrativa autocomplaciente del Gobierno de Rajoy en materia de política económica: ni la recuperación va tan aprisa, ni el empleo termina de recuperarse, ni está todo hecho –ni mucho menos— en las reformas; la legislatura de Rajoy se ha dejado varias cosas en el tintero. Sobre todo, el PP se despedirá con un déficit público cercano al 5% del PIB; una deuda por encima del 100% del PIB; un desempleo superior al 20%, y la sensación de que, según el análisis europeo, queda crisis para rato.
BRUSELAS QUIERE MÁS Y NOSOTROS NO LE VAMOS A DAR NADA O MUY POCO PORQUE ESTE GOBIERNO VA A CAMBIAR MUY PRONTO

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