sábado, 19 de septiembre de 2015

UN CIENTIFICO QUE DEJÓ QUE UNA ABEJA LE PICARA TRES VECES EN EL PENE

El científico que dejó que una abeja le picara tres veces en el pene

Los premios Ig Nobel reconocen un año más los estudios científicos más cómicos.

Muchos de los más célebres científicos de la historia consiguieron sus mayores logros cuando todavía eran muy jóvenes. Esperemos que no sea el caso de Michael Smith, estudiante de postgrado de la Universidad Cornell, especializado en el comportamiento y evolución de las abejas. Su momento eureka llegó cuando una abeja con las que trabaja se coló bajo sus pantalones cortos y le picó en los testículos: a partir de esa epifanía, decidió investigar cuál sería el punto de la anatomía humana donde más dolor provocaría el aguijón de una abeja. Su trabajo, en el que usó su propio cuerpo como laboratorio, le ha valido el premio en la categoría de Fisiología y Entomología en la ceremonia de los Ig Nobel, la versión gamberra de los sacrosantos Nobel que se entrega cada año, entre risas, en la Universidad de Harvard.
Smith eligió 25 puntos de su cuerpo para picarse tres veces en cada sitio y evaluar el dolor sentido en una escala de 1 a 10 usando un picotazo en el antebrazo como zona de control y referencia. Durante su experimento, se administró cinco picotazos de abeja diarios durante 38 días, en lugares con sensibilidad muy distinta, como la planta del pie, el pezón, el escroto, la nalga y en lo alto de la cabeza. Finalmente, los puntos menos dolorosos —para Smith— fueron el cráneo, la punta del dedo corazón del pie y el brazo (los tres puntuaron 2,3 sobre 10). Los más dolorosos: el tallo del pene (7,3), el labio superior (8,7) y la aleta de la nariz (9).
El Ig Nobel de Biología fue para unos investigadores chilenos que descubrieron que si le pones un palo en la cola a una gallina, anda como lo hacían los dinosaurios
Como siempre dice el impulsor de los premios, Marc Abrahams, estos premios primero hacen reír y luego hacen pensar.
En la divertida ceremonia celebrada en Harvard, en el que verdaderos premios Nobel se desmelenan en pruebas absurdas, se entregó el Ig Nobel de Medicina a un numeroso grupo de científicos por publicar diversos estudios sobre los beneficios o las consecuencias biomédicas de besarse intensamente. En concreto, los hallazgos se refieren a que besar reduce las reacciones alérgicas y a la cantidad de ADN masculino que permanece en la mezcla de saliva tras un beso intenso.
En Matemáticas, el Ig Nobel lo recibieron unos investigadores de la Universidad de Viena por tratar de explicar en su estudio cómo fue posible que el Ismaíl de Marruecos El sanguinario, que nació en el siglo XVII, lograra tener 888 hijos (al menos más de 600) como le atribuyen las crónicas: es biológicamente posible, y le bastaron 32 años y 65 mujeres.
El Ig Nobel de Biología fue para los chilenos descubridores de un gran hallazgo sobre dinosaurios: si le pones un palo en la cola a una gallina, anda como lo hacían los dinosaurios. Merece la pena visionar la demostración, que es indiscutible.
Imaginen que están sufriendo de apendicitis y van en coche. Seguramente, lo último que espera encontrar en su camino son unos badenes que le hagan rebotar en su asiento. Esta dolorosa experiencia es objeto del premio en la categoría de Diagnóstico Médico: la utilidad de los badenes para diagnosticar un caso de apendicitis aguda.
El premio Ig Nobel de Física fue para científicos de EE UU y Taiwán por su estudio La duración de la micción no cambia con el tamaño corporal. El propio título deja bastante claro en qué consiste su hallazgo: todos los mamíferos del zoo de Atlanta mayores de tres kilos de peso tardan en orinar 21 segundos, con un margen de 13 segundos arriba o abajo. "Este estudio", aseguran, "puede ayudar a diagnosticar problemas urinarios en los animales, así como inspirar el diseño de sistemas hidrodinámicos escalables basados en los de la naturaleza".
"¿Eh?" resulta ser una expresión universal, según el trabajo que le ha valido el Ig Nobel de Literatura a unos lingüistas holandeses. Al parecer, esta interjección —huh? en inglés— está presente de un modo similar en todas las lenguas estudiadas.
El ganador del Ig Nobel de Fisiología por dejarse picar por abejas, durante la ceremonia.
La Policía Metropolitana de Bangkok se ha llevado el Ig Nobel de Economía por ofrecer, según numerosos informes, pagas de dinero extra a los policías si estos se niegan a aceptar sobornos.
En el apartado de Química, el premio fue para unos investigadores australianos y estadounidenses por idear una receta que permite descocer parcialmente un huevo ya cocido. Así expresado no parece gran cosa, pero los autores aseguran en su estudio que esa capacidad para tratar las proteínas tendrá un impacto decisivo en un mercado farmacéutico, industrial y alimenticio de 160.000 millones de dólares.
Finalmente, el premio para el mejor estudio de 2014 en el mundo de la empresa ha sido para un trabajo que demuestra que los ejecutivos que han sufrido desastres naturales durante su infancia, y han sobrevivido, dirigen compañías que toman más riesgos en su actividad empresarial y financiera.
COMENTARIO:
El premio  Nobel de Periodismo debería ser para el periodista (el de esta noticia) que redactó la frase: "los ejecutivos que han sufrido desastres naturales durante su infancia, y han sobrevivido, dirigen compañías que toman más riesgos en su actividad empresarial y financiera." Con el añadido en negrita se ha lucido, vamos.

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