domingo, 27 de septiembre de 2015

¡ADIOS ESPAÑA¡NO NOS VAMOS PERO SEREMOS NACIÓN

Foto: El presidente de la Generalitat, Artur Mas. (EFE)

Mas no logra los 68 escaños y depende de la radical CUP para seguir con su desafío

Artur Mas se puso como reto la mayoría absoluta del Parlament para sentirse legitimado y seguir con el 'procés'. Lejos del 50% de los votos, logra esa cifra solo con el apoyo de la extrema izquierda.
 
 
Artur Mas necesita a la CUP para poder seguir adelante con el 'procés'. Su lista se ha quedado lejos de los 68 escaños que le concederían la mayoría absoluta en el nuevo Parlament. Los primeros sondeos a pie de urna arrojan una victoria de Junts Pel Si con entre 62 y 66 escaños, lejos de los 71 escaños que consiguieron CiU y ERC en 2012, lo que les obliga a apoyarse en la CUP (de nueve a 13 escaños, según las encuestas de COPE y TV3), un partido radical, de extrema izquierda y que quiere salirse de la UE, para seguir adelante con su desafío soberanista. La victoria de Mas, por tanto, puede convertirlo en rehén de sus nuevos socios, y en las propias filas de CDC -burgués y de derechas- ven con mucho más que recelo seguir de la mano en semejante compañía.
Los sondeos de TV3 y COPE dan la segunda posición a Ciudadanos, lo que le convierte en el partido que debe liderar la oposición antiindependentista. Según la COPE, Ciudadanos lograría 18 o 20 escaños, mientras que TV3 le da entre 19 y 21. La encuesta de COPE -realizada telefónicamente por GAD y previendo un 77% de participación- concede al PSC de 16 a 18 escaños, lo que supone un repunte en el último tramo de campaña. Para TV3, los socialistas obtendrían entre 14 y 16 asientos en el Parlament.

Cataluña Sí que es Pot obtendría la cuarta plaza con 13 o 14 escaños, según TV3, y 11-13 según la COPE. Las huestes afines a Pablo Iglesias habrían acabado pagando el empuje de la CUP, que según la encuesta de TV3 tendría 11-13 escaños o 9-11 de acuerdo con la COPE. En el PP, finalmente, apenas se habría notado el llamado efecto Albiol: 10-12 asientos según la COPE y 9-11 según TV3.
Por último, el partido de Duran Lleida, Unió, obtendría dos o tres escaños según la encuesta de la COPE, y entre cero y tres según la de TV3.
La incertidumbre ha presidido toda la jornada en este 27-S, con la vista puesta en los índices de participación. Según todos los expertos, a mayor participación, más oportunidades para el bloque antiindependentista. Históricamente, en las elecciones autonómicas se producía la deserción del llamado 'cinturón rojo' de Barcelona -de mayoría histórica socialista y 'española'- porque no entendían como 'suyas' esas elecciones al Parlament. Las 'suyas' eran las elecciones generales, cuando se movilizaban para elegir a Felipe González en los años ochenta y principios de los noventa. Ese era el objetivo de los 'unionistas': intentar convertir este 27-S en unas elecciones generales y conseguir una movilización histórica.

Los primeros índices de participación anunciados a la una de la tarde insuflaban ánimos a las huestes antisoberanistas: casi cinco puntos y medio más que en 2012, cuando se había tenido también una asistencia histórica a las urnas. Según las simulaciones de los partidos y los expertos demoscópicos, si al final de la jornada se llegaba a un 76% de participación se podría poner incluso en cuestión que la suma de Junts Pel Sí más la CUP diera los 68 escaños de la mayoría absoluta. Ni hablar ya del 50% del porcentaje del voto emitido: según los sondeos a pie de urna, se han quedado en el 48%.
A las seis de la tarde, la participación seguía siendo histórica, pero el crecimiento era bastante menor que el de la mañana. A esa hora, un 63,14% del censo había acudido a las urnas, 6,81 puntos por encima del 56,3% que se registró en 2012. A ese ritmo, la mágica frontera del 76% parecía inalcanzable a no ser que aquellos que se marcharon a disfrutar del puente de la Mercé rergresaran a tiempo para depositar su papeleta. En los cuarteles generales de los partidos, la alegría iba por barrios. Para unos, los índices de participación demostraban que este día era "histórico" y serviría para aumentar aún más el mandato a Artur Mas y su lista para seguir adelante con el 'procés'.
Para los otros, tirando de hemeroteca, la participación en las ciudades obreras del cinturón de Barcelona y también en Tarragona, donde más ha aumentado la participación con respecto a 2012, la provincia menos 'independentista' después de la capital, supondría que, por fin, la mayoría silenciosa de los catalanes había tomado conciencia de la importancia de su voto. Su participación, al menos, impediría -según el cálculo de sus analistas- que Junts Pel Sí lograra en solitario los 68 escaños, como llegaron a manejar no hace muchos días algunas encuestas. Y la necesidad de contar con la CUP, un partido radical de extrema izquierda y antieuropeísta, que pide salir de la UE, provocará -calculan esas mismas fuentes- un desgaste brutal en Junts Pel Sí, que cuenta entre sus huestes a históricos militantes de CDC, la derecha burguesa catalana que es lo más alejada a la CUP de Antonio Baño y David Fernández.
La incertidumbre, pues, seguirá en las próximas horas, días y semanas. ¿Quién presidirá un Govern formado entre CDC y la CUP con las huestes de la ANC en la calle?
COMENTARIO:
Si el España nos roba fue una frase desafortunada. Como tantas otras que se han dicho por las dos partes en los últimos años. A partir de ahí, si la mayoría de gente se quiere ir y acepta asumir las consecuencias, no entiendo tanta inquina. Y, si, el proceso es irreversible. Es solo cuestión de tiempo. Pero no hacen falta guerras civiles ni exabruptos.

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