Una mujer utiliza un cajero del Banco Santander en Madrid.
El Santander también cobrará dos euros a los no clientes en sus cajeros
La entidad se unirá en octubre a CaixaBank y BBVA en la aplicación de una tarifa para los que saquen dinero.
El Banco Santander se une a los grandes bancos, CaixaBank y BBVA, en el cobro en los cajeros para los no clientes. Su consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha explicado este jueves que la entidad ha decidido cobrar una tasa fija de "en torno" a dos euros a los no clientes que retiren dinero en efectivo. Cuando las tres entidades apliquen esta tasa, en España 20.632 cajeros —el 44% del total— en los que habrá que pagar por obtener efectivo si no se es cliente del banco.
Por cuestiones de coordinación con el sistema europeo de medios de pago (SEPA), el Santander no hará efectiva la medida "hasta dentro de dos meses o dos meses y medio, esto es a finales de septiembre o inicios de octubre", ha dicho Álvarez en la rueda de prensa para presentar los resultados correspondientes a la primera mitad del año.
Hasta ahora, el Santander cobra unos 0,60 euros de media a la entidad emisora de las tarjetas y cobra al no cliente en función del efectivo que retire. A partir de finales de septiembre o principios de octubre cobrará directamente a los no clientes una tasa fija y no repercutirá esa "tasa de intercambio" a la entidad dueña de la tarjeta. La entidad presidida por Ana Botín cuenta con una red de unos 5.000 cajeros en España.
La medida no gusta en el Banco de España y está bajo investigación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y de Bruselas. Pese a todo, Álvarez dijo que "la decisión está tomada" y que no está previsto echarse atrás. Defendió esta tasa por el alto coste que tiene la instalación y el mantenimiento de los cajeros, así como su proceso digital, dentro de una política de que "los gastos los deben pagar principalmente los no clientes".
El número dos del Santander ha defendido la legalidad de la medida porque "en el proceso hay dos servicios y, por lo tanto, se pueden cobrar dos comisiones: la del dueño del cajero y la del emisor de la tarjeta". Sin embargo, esta política tiene dos problemas. Por un lado, que si el Santander no cobra la tasa de intercambio a la entidad dueña de la tarjeta, la entidad se la carga a su cliente. Las asociaciones de consumidores han sido especialmente beligerantes en este punto. Por otro, el banco emisor ya cobra una tasa anual al cliente que, se supone, le debería dar derecho para acceder al efectivo sin más recargo. Sin embargo, el usuario paga cada vez que la usa en un cajero que no es de su entidad.
De esta forma, el banco presidido por Ana Botín se suma a CaixaBank , que ya cobra dos euros a los no clientes por el uso de cajeros, y a BBVA, que cobrará la misma cantidad a partir de septiembre. Desde el sector se esperaba desde hacía tiempo que esta comisión se generalizara entre la mayoría de las entidades financieras que operan en España.
El número dos del Santander ha defendido que los cajeros requieren de una inversión y ha asegurado que es "caro" tanto la instalación y mantenimiento de estas máquinas. "Tiene sentido que los costes se trasladen a los no clientes", ha explicado, para después calificar de "sana" esta nueva política de la entidad a partir del cuarto trimestre.
Ante las investigaciones de la CNMC, Álvarez ha distinguido entre los costes generados por la emisión de tarjetas y el uso de cajeros. "Hay dos costes. Son dos servicios distintos", ha esgrimido.
EL MAYOR DAÑO A LOS BANCOS ES NO USAR LAS TARJETAS Y SACAR TODO EL DINERO DE LA CUENTAS.¡¡¡LUCHA CONTRA EL LATROCINIO CONSENTIDO¡¡¡
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