MAS VA A POR TODAS FUERA DE LA CONSTITUCIÓN

Artur Mas y Josep Rull, en el acto de Convergència en Molins de Reis.

Mas pone a CDC al servicio de las entidades soberanistas para el 27-S

El presidente se pone a disposición de lo que decidan las sociedades civiles independentistas.

 

Artur Mas ha hecho esta mañana un llamamiento a las entidades soberanistas que han convocado las movilizaciones masivas de las últimas Diadas del 11 de septiembre para que impulsen una candidatura desde la unidad con vistas a poder ganar las elecciones anticipadas del 27-S. Tras la consulta del 9-N, el presidente catalán impulsó una candidatura desde Convergència para aglutinar a todos los soberanistas que fracasó con estrépito. En este punto y justo cuando se ha consumado la fractura con sus socios Unió, Mas ha dado una vuelta de tuerca a su estrategia y ha pedido a las entidades civiles que promuevan esa candidatura garantizando que él mismo y Convergència estarán a su disposición. “Les invito a que trabajen por la máxima unidad posible en el ámbito soberanista. Es casi imprescindible. Pueden contar con CDC y a mí que me asignen el papel que quieran”.

“Se habla mucho de la candidatura del presidente. Y a mí eso me incomoda. Creo que se debería de hablar de una candidatura con el presidente. Y eso es muy distinto”, ha afirmado Mas en una conferencia titulada Benvinguts al futur (Bienvenidos al futuro) en el teatro Foment de Molins de Rei, localidad próxima a Barcelona, ante un auditorio entregado y con banderas estelades y pancartas independentistas. Nada distinto a lo que pasaría en un mitin de Esquerra Republicana. En ese sentido, Mas ha dicho cinco veces que no está hablando de formular esa lista desde los partidos –“Eso ya se vio que no funcionó”-, sino desde las entidades soberanistas, catalizadoras de las grandes movilizaciones del 11-S en los últimos años. “El turbo de la ilusión soberanista ha bajado un poco de revoluciones. No digo que esté apagado. Pero este tipo de procesos hay que afrontarlos con el máximo de ilusión posible”.

Mas ha dibujado su nueva estrategia justo en el momento en que se ha consumado la fractura con Unió tras 37 años de relación. Tras negar, como dijo este viernes Josep Antoni Duran Lleida, que los democristianos hubieran recibido un “ultimátum”, Mas ha atribuido el divorcio a que les separa una “cuestión de fondo y no de matiz”. “Es un tema que está instalado en nuestra sociedad que ha provocado que millones de personas se movilizaran. No lo digo con satisfacción pero es la realidad: es la prueba de que las cosas van en serio. No estamos para tonterías: hemos puestos la directa y vamos muy en serio”.

En su intervención, Mas ha advertido del peligro que pueden suponer para el proceso soberanista la emergencia de nuevas fuerzas como Podemos, formación a la que no ha negado sus buenas intenciones, pero ha puntualizado que deja al margen el eje soberanista para centrarse en la lucha de clases. “No ha habido mucha diferencia entre lo que ha pasado en Madrid y Barcelona. El Sí se puede que escuchamos en la plaza de Sant Jaume tiene muy poco que ver con el autogobierno de Cataluña”, ha dicho en relación al clamor que se escuchó durante a investidura de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona el pasado sábado. A su juicio, tanto partidos como el PP o Ciudadanos y algunos de izquierda rechazan a la par que las del 27-S sean unas elecciones plebiscitarias, pero ha señalado que si los soberanistas pierden estos partidos serán los primeros en denunciar que se trataba de un plebiscito con todas las de la ley.

“El riesgo es hacer algo y tirar hacia adelante o quedarnos con una autonomía recortada, amputada y ahogada”, ha señalado Mas interrumpido por cerradas ovaciones en varias ocasiones. Su objetivo, ha afirmado, es lograr la secesión para que Cataluña pueda tener, gracias a sus recursos, el mismo paro que Austria o Dinamarca (del 5%); el mismo modelo educativo que Finlandia; las mismas infraestructuras que Holanda, o que, como en Suecia, los ciudadanos se puedan levantar sin tener que pensar en qué nuevo ataque ha recibido su idioma y su cultura. “En Madrid nos dicen que nos vamos a quedar sin pensiones. Pero olvidan que no las paga el Estado: va en función de si trabaja más o menos gente. Cataluña en ese sentido sería más viable que España”, ha afirmado.

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