viernes, 15 de mayo de 2015

EL 15 M FUE VAMPIRIZADO

15-M

Un hombre durante la celebración del cuarto aniversario del 15-M.

La ‘ley mordaza’, protagonista del cuarto aniversario del 15-M

Un centenar de personas celebran el cuarto aniversario de la acampada de Sol.

En la Puerta del Sol de Madrid, chulapas y chulapos, turistas –muchos turistas–. Dos furgones de la Policía Nacional flanquean la puerta de la Casa de Correos, sede de la presidencia de la Comunidad. Seguidores del Fenerbahçe –equipo que disputa el primer partido de la Final Four contra el Real Madrid–, algún repartidor de propaganda electoral de Podemos y Ahora Madrid y una treintena de participantes en el cuarto aniversario del 15-M, que llegarán a poco más de un centenar según avancen los actos y que reparten mordazas simbólicas para protestar contra la Ley de Seguridad Ciudadana.
Sol es un cruce de caminos en el que hace cuatro años confluyó la indignación de “una sociedad, hasta entonces, acomodada”, explica Isabel Vergara, una madrileña de 52 años. Lleva todos los símbolos para celebrar un 15 de mayo en la capital: mantón de manila, pañuelo con clavel sobre la cabeza, camiseta de Podemos y en mitad del círculo una pegatina de Ahora Madrid con el rostro de Manuela Carmena, candidata a la alcaldía. Vergara se autodefine gata y republicana. La mañana la pasa en Sol "para celebrar este cuarto cumpleaños". La tarde, en La Pradera. "Quiero que mi hija vuelva [se fue a trabajar a Alemania], por eso estoy aquí". Aclara que no le vale que regrese a cualquier precio, que tiene esperanza de que cambien las cosas a mejor. Tiene la confianza puesta en el partido de Pablo Iglesias. Siente que en Podemos cuentan con los ciudadanos y que todo empezó aquel 15-M de 2011. Pero echa en falta gente joven en este cuarto aniversario.
La edad del centenar de personas que ha pasado la mañana en Sol supera con creces los 30 años. Carlos Beneitez es una excepción: tiene 24 años y es consciente de que es de los pocos de "su quinta" que están allí. Es ingeniero agrónomo en paro y forma parte de la plataforma No somos delito. A él se han dirigido los agentes del Cuerpo Nacional de Policía cuando, en torno a las once de la mañana, colocaba las primeras pancartas en las cristaleras de la salida del Cercanías. “Nos han informado de que el acto no estaba autorizado y nos han preguntado hasta qué hora estaremos allí”. Asegura que los actos de este viernes durarán hasta las ocho de la tarde con una pieza de teatro denuncia que organiza su agrupación. "Con obras de teatro llegamos a una parte de la sociedad que de otra forma no podemos. A las asambleas no va toda la gente que nos gustaría". Koke, de 33 años, sin embargo, tiene la esperanza de que se repita lo que ocurrió en 2011 y se queden por la noche.
Cuarto aniversario del 15-M en Madrid.
El acto repite a una escala mucho menor las asambleas que se convocaban cada tarde de la acampada de Sol hace cuatro años: sentados en el suelo, algunos sobre cartones. Las agrupaciones exponen sus líneas de trabajo. Cuando están de acuerdo con lo que oyen, los asistentes suben los brazos y giran las manos, el aplauso sordo que se hizo conocido en el 15-M. A veces corean consignas como: “De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste”, o “Sí se puede”. Repiten los hashtag que les unen en redes sociales, como ya ocurrió hace cuatro años. En este aniversario hay un símbolo diferente, un trozo de tela azul que han repartido para que los que allí se concentran se tapen la boca, como símbolo protesta contra la Ley mordaza. La pancarta que preside el acto reza: "No nos amordazan. La lucha sigue en las calles". La Ley de Seguridad Ciudadana es una de las protagonistas de este cuarto aniversario.
Julio, de 50 años y miembro de la asamblea popular de Carabanchel asegura que ha vuelto por los mismos motivos por los que fue en 2011. "No hay mejoras sustanciales". Antes no tenía ninguna vinculación con partidos políticos y ahora tampoco: "En aquellas elecciones voté la opción menos mala, hasta que me cansé". Para él, el movimiento es apolítico y no cree que se haya desinflado: "Ha seguido la lógica natural de un proceso. Ahora estamos en los barrios. El 15-M generó y genera pensamiento a largo plazo". Dice que esta puede ser una de las causas por las que falten jóvenes: "Quizá son más impacientes y los resultados no pueden ser inmediatos".
La asamblea se ha alargado, multitud de grupos han participado: Plataforma de auditoría ciudadana de la deuda, marea granate, acampada económica de Sol, política a corto plazo… Todos los que han estado, estuvieron en 2011, y estarán en todas las acciones que se han preparado para este cuarto cumpleaños: talleres, manifestación de Cibeles a Sol el sábado 16 de mayo, controvertido grito sordo convocado para la jornada de reflexión del sábado 23 de mayo. Los que se van se despiden hasta el próximo encuentro con un "feliz 15-M".
UN SUEÑO DILUIDO EN AGUA COMO UN AZUCAREILLO Y RESERVA POLÍTICA Y PROPICIA PARA LOS YA ORGANIZADOS Y REBOTADOS DE OTROS PARTIDOS, NADA NUEVO Y ORIGINAL

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