Obama recibido por ministro de la presidencia de Panamá, Álvaro Alemán
Obama busca normalizar la relación con Latinoamérica
El presidente estadounidense intenta aprovechar el deshielo con Cuba para revitalizar el diálogo en la región.
"Todos somos americanos", dijo el presidente Barack Obama el 17 de diciembre, cuando anunció el fin de más de medio siglo de Guerra Fría con Cuba. El mensaje se dirigía a los cubanos, pero se escuchó en todo el continente. Con el giro de la política cubana, Estados Unidos quería enterrar décadas de recelos con sus vecinos del sur.
La doctrina Obama de diálogo, diplomacia y multilateralismo tiene su versión latinoamericana. Pero en esta región, donde los agravios hacia el vecino del norte reales o imaginarios son una pieza valiosa del tablero geopolítico, nada es tan sencillo.
La teoría de la Administración Obama es que la reconciliación con Cuba retira un factor "irritante" en la relación con América Latina. Cuba servía de pretexto para los reproches a la primera potencia.
Según esta teoría, la desaparición de Cuba como excusa altera el tablero. Si el pasado 17 de diciembre la Guerra Fría terminó en el Caribe, el siguiente paso, como ocurrió en los años posteriores al fin de esa etapa en Europa, es la reunificación del continente.
"Esto va a abrir puertas que han estado cerradas durante muchos años a los Estados Unidos en la región", dice en una entrevista telefónica el senador demócrata Tim Kaine. "La cumbre de Panamá tendrá un ambiente muy distinto de otras cumbres y será por el proceso de diálogo con Cuba".
Kaine viajó en febrero a Colombia, Honduras y México. Y en los tres países el mensaje de sus interlocutores oficiales fue idéntico: "Es muy importante para la relación entre Estados Unidos y otros países de Latinoamérica tener un canal para el diálogo con Cuba. Esto abrirá puertas cerradas durante muchos años a Estados Unidos en la región".
La reconciliación con Cuba retira un factor "irritante" en la relación con América Latina. Cuba servía de pretexto para los reproches a la primera potencia
"La decisión sobre Cuba es el acto político simbólicamente más importante de EE UU sobre América Latina desde los acuerdos de Jimmy Carter sobre Panamá", dice Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, el laboratorio de ideas de referencia en cuestiones latinoamericanas. Con estos acuerdos, de 1977, EE UU se comprometió a entregar a Panamá la soberanía del canal.
El acercamiento a Cuba "crea un ambiente más abierto, con menos desconfianza hacia América Latina". "Esto no quiere decir que la desconfianza, el resentimiento, que tiene raíces históricas, haya desaparecido. Es un poco ingenuo pensar que una decisión puede cambiar al 100% la relación".
Venezuela es la prueba. Al tiempo que empieza a desaparecer el factor "irritante" cubano, otro lo reemplaza. Las sanciones contra altos funcionarios venezolanos, firmadas en marzo por Obama, recogieron pocos aplausos en las capitales latinoamericanas. Obama recibió más críticas en la región por sus sanciones que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, por la detención de opositores.
La decisión sobre Cuba es el acto político simbólicamente más importante de EE UU sobre América Latina desde los acuerdos de Jimmy Carter sobre PanamáMichael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano
Los esfuerzos de EE UU en las últimas horas se centran en eliminar el "irritante" venezolano del cónclave de Panamá. Estas cumbres tienen mucho de gesticulación y la Casa Blanca quiere evitar que Maduro se haga con el titular.
Obama se siente fuerte. "Estamos tratando de presentar el legado de Obama en las Américas como el de un líder interesado en el diálogo, en los temas que afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos en las Américas y en las iniciativas que mejoran las vidas de los ciudadanos en las Américas", dijo, en vísperas de la cumbre, Ricardo Zúñiga, responsable del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.
Algunas decisiones de política interna de EE UU, como el fin de la denominada guerra contra las drogas o las medidas para regularizar a inmigrantes sin papeles, repercuten en América Latina. EE UU confía en que el acercamiento a Cuba (y a Irán) aleje los fantasmas del intervencionismo.
La doctrina Monroe, que en el siglo XIX consagró América Latina como la esfera de influencia de EE UU, "ha terminado", dijo en 2013 el secretario de Estado, John Kerry. En Panamá, un país asociado al intervencionismo estadounidense, Obama intentará que sea su doctrina la que defina el siglo XXI: "Todos somos americanos".
Obama: "Venezuela no es una amenaza para EE UU"
El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó a Efe que ni su país ni el continente deben "mantener silencio" ante la situación en Venezuela, una nación que, a su juicio, se enfrenta actualmente a "retos enormes" y con cuyo Gobierno Washington sigue abierto al "diálogo directo".
"No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos y Estados Unidos no es una amenaza para el Gobierno de Venezuela", subrayó Obama en una entrevista exclusiva con Efe, realizada antes de viajar a Panamá para participar en la VII Cumbre de las Américas.
"Pero seguimos muy preocupados por cómo el Gobierno venezolano sigue esforzándose por intimidar a sus adversarios políticos, incluido el arresto y acusación por cargos políticos de funcionarios electos, y la erosión continua de los derechos humanos", añadió Obama.
Por ello, explicó que las sanciones que anunció en marzo mediante una polémica orden ejecutiva "iban dirigidas a disuadir la violación de derechos humanos y la corrupción" en Venezuela.
ESPAÑA POR SU MALA DIPLOMACIA ESTÁ PERDIENDO UNA OPORTUNIDAD DE ORO EN CUBA.
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