La policía negocia con el secuestrador de una decena de personas en Sídney
El captor fuerza a los rehenes a desplegar una bandera islámica negra.
Un hombre armado retiene desde hace varias horas a al menos una decena de personas en una cafetería en pleno centro financiero de Sídney, la ciudad más grande de Australia. El atacante entró armado en la cafetería sobre las 9.30 —23.30 del domingo, hora peninsular en España— y obligó a los rehenes a sostener una bandera contra el aparador del establecimiento. La bandera negra con letras blancas reza en árabe: “No hay más Dios que Alá, y Mohamed es su profeta”. Australia es uno de los países de primera fila en la coalición militar encabezada por Estados Unidos contra el avance en Irak y Siria de los extremistas suníes del Estado Islámico.
Cinco rehenes han conseguido salir del establecimiento. La policía no ha aclarado si han salido como consecuencia de negociaciones de las autoridades con el secuestrador o si habrían podido escapar por su cuenta. La portavoz de la policía de Nueva Gales del Sur, Catherine Burn, no confirmó si el secuestrador pertenece a algún grupo terrorista islamista o si actúa solo. Cientos de agentes de seguridad han aislado un área de varias manzanas alrededor del lugar del secuestro y evacuado a los residentes.
Las autoridades no han confirmado cuántas personas se encuentran retenidas en la cafetería, pero han asegurado que hasta el momento no hay indicios de que haya heridos. Burn afirmó en rueda de prensa que las autoridades están negociando con el atacante: “hemos estado en contacto durante el día y de varias formas”, afirmó. “Una parte muy importante de la negociación es que no hablemos de algunas de las tácticas o de la información con la que se está trabajando”, añadió, y explicó que el sistema que la policía utiliza para comunicarse con el secuestrador es “de primera clase”.
En un comunicado televisivo, el primer ministro australiano, Tony Abbott, afirmó: “Este es un accidente muy doloroso, es profundamente espantoso que gente inocente esté siendo retenida por una persona armada que expresa motivaciones políticas”. Cuarenta organizaciones musulmanas de Australia han condenado el secuestro, al que han definido como un "acto despreciable", informa France Presse.Durante las últimas horas, hasta tres televisiones y radios australianas han recibido llamadas de los rehenes desde el interior de la cafetería. Según han contado los rehenes a los periodistas de estos medios, el secuestrador estaría pidiendo hablar con el primer ministro australiano y que le trajeran una bandera del Estado Islamico (EI). La portavoz policial precisó a la prensa que no puede confirmar informaciones sobre las supuestas demandas del hombre armado.
Los alrededores de la cafetería están tomados por la Policía y cortados al tráfico. Los autobuses que pasan por la zona han sido desviados y los trenes no paran en la parada de metro de Martin Place, a pocos metros del establecimiento. El suceso ha trastocado el corazón financiero de Australia. Si bien en otros puntos del distrito continuaba la actividad habitual, los sucesos de la mañana estaban en boca de todos los viandantes. No en vano, Martin Place es la sede de los principales bancos, empresas e instituciones financieras, tanto australianas como internacionales.
COMENTARIO:
Ninguna religión dice "no matarás". Y de hecho, las mayores mortandades de la Historia (hasta la llegada de las bombas modernas y los modernos sistemas de matarnos, que en eso sí progresamos) siempre han sido en nombre de la religión, intentando imponer el falso "Dios Verdadero" de cada cual. Las religiones como tales, justifican plenamente que se mate, siempre y cuando los muertos sean "los herejes" de la otra religión. Sin ir más lejos, Bush dijo: Dios está con nosotros", y se le llamó Cruzada a sus guerras sin sentido. El Islam, ya de sobra se conoce, tiene en la "Guerra Santa" la consigna de matar al "infiel" allá dónde lo encuentre. Noooo, as "religiones" como tales, apoyan, para expandirse y hacerse hegemónicas, la muerte del no creyente. Solo algunos de los llamados profetas (Jesús, no lo olvidemos es un profeta para el Islam), han dicho "no matarás". Pero esa lección no la hemos aprendido. Lo curioso de todo esto es que sumados los supuestos cristianos más los supuestos musulmanes, no llegan ni a la mitad de la población mundial actual. Esperemos que la otra mitad sea más razonable.
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