domingo, 28 de diciembre de 2014

LOS POLÍTICOS CATALANES CHUPAN DE LA TETA QUE DA GUSTO

Artur Mas y el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, en el Parlament.
Artur Mas y el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, en el Parlament
El Gobierno catalán reparte 1,5 millones en dietas a sus altos cargos
Políticos sí, pero no tontos. Los altos cargos catalanes se embolsaron casi 1,5 millones de euros en dietas durante el año que ahora se acaba. Eso como poco, porque hay consorcios, empresas públicas y administraciones que no están fiscalizados. Mucho recorte social, recorte en educación y recorte en sanidad, incluso recorte en seguridad (donde, se discuten cosas tan básicas como los chalecos antibalas para los Mossos d’Esquadra), pero esa crisis no parece afectar a los representantes de la Administración y, en menor medida, de algunos partidos políticos.
La pregunta es: ¿se puede cobrar más de 500 euros por una reunión de un par de horas (básicamente para hablar de cosas de poca importancia) mientras se eliminan camas de hospitales que pueden salvar vidas? Es más: ¿se puede repetir periódicamente esas reuniones para engrosar sobresueldos de escándalo? Pues parece que sí.
La política catalana demuestra que, mientras los límites de la pobreza se disparan, algunos se llenan los bolsillos de manera obscena. Y es que, en aras de la austeridad oficial, se han aplicado recortes sin precedentes, entre otras cosas eliminando una paga extraordinaria a los empleados públicos. A los altos cargos, sin embargo, esos recortes le suponen poco: bajo mano, reciben mucho más que una paga extraordinaria.
La consejería de Territorio es la que se lleva la palma: repartió más de 550.000 euros en dietas, seguida por Economía, con más de 304.000 euros, Gobernación, con más de 250.000 euros, y Empresa y Empleo, con 161.000 eurosLa consejería de Territorio es la que se lleva la palma: repartió más de 550.000 euros en dietas, seguida por Economía, con más de 304.000 euros, Gobernación (con más de 250.000 euros) y Empresa y Empleo, con 161.000 euros. ¿En concepto de qué? Por una banalidad: en las consejerías del Gobierno hay empresas y organismos públicos. Y los altos cargos, que han de formar parte de sus consejos de administración por mor de su naturaleza pública y de las responsabilidades que tienen por ser miembros de la Administración, reciben un sobresueldo por acudir a reuniones de ese organismo. Pueden tener una o dos reuniones al año o doce a lo sumo. Pero por ello, y dependiendo del organismo, se embolsan suculentas cantidades. Al margen de sus sueldos oficiales, que jamás bajan de los 80.000 euros anuales, claro.
Se trata, en definitiva, de una elite política que mantiene sus privilegios bajo viento y marea. Precisamente la moción 169/X aprobada en el último pleno del Parlamento catalán reiteraba la resolución 707/X que pedía que se suspendiesen este tipo de pagos por asistencia a órganos colegiados de altos cargos del Gobierno, personal de confianza y trabajadores de la Administración. Como quien oye llover. La Generalitat jamás tuvo intención de eliminar los sobresueldos de su personal de alto nivel, a pesar de que fuese el propio Parlamento quien lo ordenase. Otras resoluciones parlamentarias, en cambio, provocan una ofensiva gubernamental en todos los frentes. Pero, en este caso, se toca el bolsillo de un puñado de privilegiados y la Generalitat no está dispuesta a enmendar la situación.
La elite de los privilegiados
Por organismos, el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), un organismo que depende de Empresa y Empleo, se lleva la palma: los integrantes de su consejo de administración se llevaron nada menos que 113.500 euros en dietas durante el año que ahora termina. Para hacernos una idea, el consejo de administración de la empresa pública Servicio de Emergencias Médicas (SEM) sólo repartió algo más de 5.600 euros en dietas.
También la junta de Gobierno del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), el embrión de lo que sería el futuro banco público catalán en caso de independencia, maneja cifras importantes: sus miembros se repartieron en dietas algo más de 95.000 euros, a razón de 540,9 euros por cada reunión a la que asistieron. El dinero se lo repartieron un total de 16 personas. Y en una situación parecida se encuentra la cúpula de la empresa pública Infraestructures de Catalunya, la heredera de Gisa, la sociedad que controla toda la obra pública de la comunidad: sus miembros cobran 627,45 euros por reunión. De esa manera, costaron a las arcas públicas un total de casi 98.999 euros.
Las entidades que controlan transportes son también claves en la recepción de sobresueldos. Ifercat, el organismo del transporte ferroviario, tiene un consejo de administración cuyos 8 miembros se embolsaron más de 36.000 euros. Y los 20 integrantes del consejo de Ferrocarriles de la Generalitat (algunos de ellos también en Ifercat) se llevaron casi 31.000 euros. Incluso la quebrada Agencia Catalana del Agua (ACA) reparte la lotería en forma de dietas: pagó a altos cargos más de 48.000 euros por dietas. Está visto que los números rojos no importan si afectan al erario público.
Y LUEGO DICEN QUE ESPAÑA LES ROBA, VAYA CAROTAS SI NO SE REGENERAN, EL PUEBLO CATALÁN ESTÁ PERDIDO, LO PEOR QUE TIENEN SON SUS POLÍTICOS.



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