Jordi Pujol y su mujer, Marta Ferrusola, el pasado verano
La esposa de Pujol y tres de sus hijos declararon 12 millones en 2013
Los cuatro miembros de la familia poseen parte de su riqueza en acciones.
La juez que investiga el origen de la fortuna familiar de los Pujol ya tiene una parte del retrato de su patrimonio. O, al menos, de la riqueza que cuatro miembros del clan han declarado ante Hacienda en los últimos años. Los informes aportados a la causa por la Agencia Tributaria reflejan las declaraciones del impuesto de patrimonio de la esposa de Jordi Pujol, Marta Ferrusola, y de tres de sus hijos (Oleguer, Pere y Mireia). Solo ellos —la petición de la magistrada se eleva a todos los miembros de la familia— declararon en 2013 una fortuna que ronda los 12 millones de euros.
El benjamín, Oleguer Pujol —uno de los tres hijos imputados en otra investigación judicial—, encabeza el ranking familiar. En 2013, declaró bienes no exentos de impuestos por 8,2 millones, por los que pagó unos 31.500 euros. Oleguer declaró dos inmuebles de poco valor —uno en Barcelona y otro en la vecina L’Hospitalet de Llobregat— y una finca rústica, también de escasa cuantía, en Lleida. El grueso de su patrimonio se encuentra en depósitos bancarios —la mayoría, en el Royal Bank of Scotland— y otros productos financieros, como 28.221 euros en bonos emitidos por la Generalitat catalana o más de 300.000 en la Banca Privada de Andorra. También declaró acciones y participaciones en compañías como Mediolanum o Ercros.
El patrimonio de Oleguer también es el que más fluctuaciones experimenta: de 2011 a 2012 creció un 70%, hasta los 9,5 millones. El informe de la Agencia Tributaria subraya que el benjamín presentó declaraciones complementarias —de IRPF y patrimonio— para aflorar nuevas cantidades.
La Fiscalía Anticorrupción reclamó —y la juez acordó— las declaraciones de la familia para comprobar la veracidad de lo que el expresidente de la Generalitat admitió el pasado 25 de julio: que su familia había mantenido, durante 34 años, una fortuna oculta al fisco. Esas riquezas proceden, según su versión, de una herencia paterna, y había estado en manos de su mujer y de sus siete hijos en Andorra. Días antes de la confesión, los hijos que aún no lo habían hecho regularizaron esas cantidades asentadas en Andorra, y que las investigaciones sitúan en torno a los cuatro millones. Se trata de Marta Ferrusola y sus hijos Pere, Mireia, Marta.
Hacienda aporta las declaraciones de todos ellos, salvo de la hija Marta. En 2013, la matriarca del clan declaró un total de 1,5 millones —casi lo mismo que el año anterior— entre la vivienda de Barcelona que comparte con su marido y otros 1,2 millones de euros en depósitos bancarios.
Pere Pujol, ingeniero que fue beneficiado con adjudicaciones de Generalitat en la época de su padre, declaró su vivienda habitual (en Sant Cugat), dos inmuebles en el Valle de Aran (en los Pirineos) y dos fincas rústicas. Además, dijo poseer 632.000 euros en productos financieros. La cifra es ligeramente superior a la del año anterior. Mireia Pujol, por su parte —que, de joven, estuvo alejada de los asuntos de la familia— declaró un patrimonio de 1,13 millones. Además de su piso en un barrio de Barcelona, el grueso está en acciones en un abanico muy variado de empresas: BNP Paribas, ArcelorMittal o Iberdrola.
El escrito de Hacienda subraya que no le consta que ni Jordi Pujol ni su primogénito, del mismo nombre, hayan presentado “declaraciones complementarias ni extemporáneas” por IRPF ni por el impuesto sobre el patrimonio en los años investigados.
COMENTARIO:
Recuerdan como gesticulaba cuando teóricamente declaraba...como sintiéndose ofendido...la desvergüenza de este tipo de políticos, tan abundante en nuestro país, a tenor de lo que día a día se conoce, no deja de sorprender. Da la impresión de que cuanto mas deshonestos son ,mas fuerte gritan y hacen lo que decía mi abuelo "anda hija, llámaselo antes de que te lo llame ".Si, a pesar de todo, somos incapaces de hacer que se arrepientan de lo hecho y restituyan lo robado , no merecemos cambio, sino agachar la cerviz y seguir rumiando, cobardemente, lo mal que va el país. No tendremos razón para quejarnos,solo consentimos su actuación y a razón de ciertas votaciones, parece se les apoya su actuación, y eso yo, ni apoyo ni entiendo.
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