viernes, 26 de septiembre de 2014

JORDI PUJOL VA DE VÍCTIMA EN SU DECLARACIÓN ANTE EL PARLAMENT

Camacho pregunta a Pujol si el padre de Artur Mas gestionaba sus fondos en el extranjero
Jordi Pujol, en un momento de su comparecencia.
Pujol abronca a los diputados sin responder a sus preguntas en el Parlament.
El expresident de la Generalitat afirma que el dinero oculto en el extranjero tenía  su origen únicamente en la herencia que le dejó su padre, no en comisiones o negocios corruptos.
Termina su comparecencia levantando el tono y abroncando a los diputados por querer "mezclarlo todo" para "crear malestar" contra sus mandatos como presidente y contra CiU.
La comparecencia de Jordi Pujol ante el Parlament de Catalunya no ha arrojado nueva luz sobre el origen del dinero negro que el expresident confesó haber mantenido en una cuenta extranjera. Lejos de responder a las preguntas formuladas, el Pujol ha terminado su comparecencia abroncando a los diputados, a los que ha acusado de querer "mezclarlo todo" para "crear malestar" en torno a su familia, a sus 23 años de presidencia y a CiU.
El fundador de Convergència no se ha salido del guión marcado en la carta autoinculpatoria enviada a los medios en junio y se ha reafirmado en que el origen del fondo es una herencia de su padre, Florenci Pujol; una fortuna que según ha revelado era -al recibirla en 1980- de 140 millones de pesetas, guardada en dólares. "No he sido un político corrupto", ha proclamado después de asegurar que "la existencia de dinero en el extranjero puede ser muy criticada pero no presupone que su origen sea ilícito. No salió del erario público", ha zanjado.
Pujol ha recorrido detalladamente la historia de su padre, pero nada ha dicho sobre las múltiples causas judiciales abiertas de hasta tres de sus hijos. Todo lo contrario, el exlíder nacionalista ha defendido con vehemencia su gestión al frente de la Generalitat, sobre lo que ha dicho que siempre intentó "establecer puentes, buscar soluciones, evitar conflictos políticos y sociales y conciliar intereses" entre la Administración y entidades privadas, para volver a indicar que nunca había cobrado por esas tareas. Se ha escudado en el "proyecto nacional" que ha llevado a cabo en su vida y ha asegurado que no entró en política para hacer dinero "porque ya lo tenía".
En el turno de pregunta de los grupos parlamentarios, los diputados le han planteado varias baterías de preguntas, que Pujol ha obviado casi totalmente. Gemma Calvet, de ERC, le ha preguntado si se habían cobrado comisiones por la adjudicación de obra pública y le ha reprochado que haya minado la credibilidad de las instituciones catalanas. El líder del PSC, Miquel Iceta, ha señalado la importancia de los delitos que se le imputan por ser "quien ha ocupado los más altos cargos del país", aunque ha pedido "no convertir la corrupción en un campo de lucha partidista". Por parte del PP, Alicia Sánchez-Camacho ha afeado con dureza al Pujol haber confesado cuando ya estaba acorralado y ha indicado que el proceso independentista tiene que ver eso.
Joan Herrera, líder de ICV-EUiA, ha recordado los escándalos protagonizados por Convergència a lo largo de su historia y ha pedido a Pujol "tirar de la manta". "Usted dijo que si tiraba de la manta nos haríamos daño todos, pues tire", ha pronunciado el ecosocialista. Desde Ciutadans, Albert Rivera ha anunciado que llevarían la comparecencia de Pujol ante la fiscalía: "Si a mi no me contesta, yo no le preguntaré más, conteste ante un fiscal". David Fernèndez de la CUP ha asegurado que el régimen ha vivido en "un clima de corrupción impune". Los parlamentarios de CUP han abandonado la sala cuando Pujol, en su turno de réplica, ha elevado el tono y abroncando a los diputados.

La herencia de Florenci Pujol, única explicación

La fortuna familiar de los Pujol tenía un origen lícito, ha asegurado el expresident. Afirma que su padre ganó ese dinero como empleado en bolsa y con sus relaciones con el sector algodonero. Sin dar muchos detalles de la cantidad recibida, ha asegurado que "no salieron del erario público". En ningún momento ha aceptado responsabilidades sobre las decisiones tomadas en relación a la fortuna familiar.
Su padre "no mantuvo dinero en el extranjero con la intención de hacer negocio con él, sino con mentalidad de reserva, de rincón". No lo hizo por codicia, sino por miedo". Según esta versión, ese dinero era una especie de caja de resistencia con vistas al futuro para el caso de que la actividad política de Jordi Pujol pusiera en peligro la estabilidad familiar. Ha llegado a citar que se trataba de los años del 23F y de la LOAPA como ejemplo de esos temores.
Pujol no ha dicho cuánto dinero guardaba en el extranjero procedente de la herencia familiar. Sólo ha dicho que el dinero que Florenci Pujol le dejó inicialmente en un banco fuera de España era el equivalente en dólares a 140 millones de pesetas: "Con los años esa cifra aumentó significativamente a causa de las devaluaciones de la peseta".
Para sostener su inocencia, Pujol ha declarado que tuvo mucho dinero hasta que empezó su carrera política: "Luego cuando conseguí influencia política tuve mucho menos dinero", ha dicho. "Un hombre en estas condiciones, con cuarenta años y mucho dinero, puede hacer muchas cosas, tener un proyecto y dedicarle esfuerzo y recursos", ha asegurado. "Yo tenía un proyecto que para mí era prioritario y lo había empezado a escribir en 1958. Se llamaba construir Catalunya, o hacer país". Por tanto, se ha presentado como alguien que hizo sacrificios por su país y que nunca se interesó por el dinero.
El expresident ha llegado al Parlament solo, dos horas antes de su comparecencia para esquivar a la prensa y a los grupos de personas que protestaban en las inmediaciones del edificio, ultraderechistas de Plataforma Per Catalunya y Somatemps, y de colectivos sociales como la PAH o los huelguistas de Panrico. Según fuentes parlamentarias, entre que ha llegado y entrado a la sala de la comisión, Pujol se ha reunido con la presidencia del Parlament, Núria de Gispert.
COMENTARIO:
Todo pudo teatro ha comido con la presidenta de la cámara, estaba en su casa y  fue tratado a  cuerpo de rey. Pero.....
Qué cara más dura.
Cuánta soberbia, cuánta prepotencia.
No ha respondido a absolutamente nada y en su lugar ha vuelto a utilizar el hipócrita victimismo y la miserable utilización de la senyera (se ha permitido incluso decir sin que viniera a cuento todo lo que hizo por la cultura y la enciclopedia catalana) que utilizó durante 30 años.
El colmo ha llegado con ese puro teatro grotesco de cuando se ha puesto a reñir casi gritando a los portavoces parlamentarios pegando golpes en la mesa buscando el efectismo. Una interpretación de un actor de reparto de tercera habría estado mejor.
Y mira que la portavoz de ERC se lo ha puesto fácil siendo extremadamente dulce en el trato, reverenciándole continuamente como "President Pujol" y casi suplicándole que le respondiera por favor a al menos una pregunta.
La réplica de Joan Herrera (cuando le ha pedido que enseñe la protocolización del testamento de su padre), la intervención de David Fernàndez y la de Albert Rivera le han puesto muy bien los puntos sobre las íes..
El papel de Turull como portavoz de CIU intentando desprestigiar las críticas a Pujol resultaba patético y Rivera le ha rematado muy bien en la réplica final cuando le ha dicho "Cree el ladrón que todos son de su condición, y se lo digo literalmente Señor Turull", de hecho el presidente de la comisión le ha concedido 30 segundos a Turull por alusiones, pero ha balbuceado un par de segundos, pero se ha quedado en blanco y ha renunciado a replicar.

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