domingo, 15 de junio de 2014

TOMEMOS EJEMPLO DE LA SOLIDARIDAD DE LOS ANIMALES

Un grupo de investigadores descubre cómo estos insectos crean una estructura viviente con sus propios cuerpos para salvarse de las riadas o evitar una amenaza.
Cuando se sienten en peligro, los animales sociales trabajan juntos para mejorar su supervivencia y el bienestar del grupo. Uno de los casos más admirables es el de las hormigas de fuego, una especie picadora, cuyos miembros se enlazan sus cuerpos unos con otros hasta formar balsas y puentes vivientes ante la amenaza de una inundación o una riada. Esta hazaña de cooperación social siempre ha asombrado a los científicos, pero no sabían exactamente cómo sucedía, cuál era el orden de esa construcción biológica. Ahora, un equipo del Instituto de Tecnología de Georgia en Atlanta (EE.UU.) ha conseguido desentrañar la técnica «arquitectónica» de las hormigas. Los hallazgos aparecen publicados en la revista Journal of Experimental Biology.
Para entender cómo se forman estas «bolas» de hormigas, el ingeniero mecánico David Hu trató de observar la estructura que hay debajo. En primer lugar, según describe Nature en su web, Hu y su equipo recogieron varias colonias de hormigas en unos cubos. Después, separaron las hormigas de la tierra y pusieron más o menos 100 ejemplares en una taza, donde se arremolinaron formando una bola. Entonces, los investigadores congelaron el «balón» con nitrógeno líquido para poder examinarlo en un escáner de tomografía computarizada y lograr una imagen 3-D.
Pero, tristemente, el calor del escáner derritió la bola y el resultado fue... un montón de hormigas muertas. Después de meses de experimentación, al coautor del estudio Paul Foster, ahora en la Universidad de Michigan, se le ocurrió hacer lo mismo que se hace para inhalar crack, aunque no con cocaína sino con cola. Los investigadores calentaron el pegamento en una olla de aluminio sobre una llama, con la bola de hormigas congelada suspendida sobre una malla. El vapor de cola se elevó y cubrió a los insectos ligeramente.

El tamaño importa

El equipo observó que las hormigas se habían agarrado unas a otras con unas almohadillas adhesivas en sus patas, que se extendían para crear bolsas de aire. También tienden a orientarse perpendicularmente, distribuyendo su peso y creando una estructura ligera y flotante. La formación parece tomar ventaja de los diferentes tamaños de las hormigas. Las más pequeñas se insertan ordenadamente entre las más grandes para añadir más conexiones. Cada hormiga tiene como promedio 14 conexiones con sus compañeras.
Un estudio anterior publicado en Plos One por un equipo de la Universidad de Lausana, en Suiza, explicaba que la hormiga reina se coloca en el centro de la balsa como protección y es rodeada por sus vasallos. Los investigadores hallaron que las hormigas obreras y las crías eran extremadamente resistentes a la inmersión, por lo que se colocan en la base de la balsa para minimizar las lesiones o la muerte.
Radhika Nagpal, que crea robots inspirados en la biología en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, ha explicado a Nature que la nueva investigación podría ser útil para la creación de robots modulares que colaboren entre sí y utilicen sus «cuerpos» para crear nuevas estructuras. También puede inspirar el diseño de materiales «inteligentes» que se ensamblan a sí mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario