La mafia del gasóleo anuló la competencia y defraudó 5,5 millones en ocho meses
Intervenidos 1,2 millones de euros en efectivo a la trama delictiva, que operaba desde 2011.
La trama delictiva dedicada a adulterar gasóleo, para venderlo posteriormente en diferentes gasolineras del país, defraudó más de 5,5 millones de euros en impuestos en apenas ocho meses; según ha informado este viernes responsables de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera, encargados de la operación policial. Esta red, compuesta por nueve grupos criminales, operaba desde tres años, había terminado acaparando el mercado porque otras empresas encargadas del suministro de este tipo de carburantes no podían competir con ella por los precios que ofrecían y, finalmente, los compradores terminaban acudiendo a los ahora detenidos.
La investigación de los agentes, que aún están practicando detenciones y se han incautado de 1,2 millones de euros en metálico, ha supuesto ya la detención de 98 personas en 24 provincias. 33 de ellos pasarán esta tarde a disposición del Juzgado de Instrucción de Illescas (Toledo). Precisamente allí, el grupo delictivo se encargaba de manipular el combustible en una planta que había habilitado para tal efecto. La trama, además, contaba con una flota de cisternas y camiones, pero no repostaban en este punto.
Hasta el momento, se han obtenido pruebas e indicios de la participación en los hechos, en mayor o menor grado, de 138 personas físicas y 104 personas jurídicas. De hecho, la Guardia Civil y Servicio Vigilancia Aduanera abrió una gran operación en toda España al detectar cómo una trama, en connivencia con gasolineras, se dedicaban a transformar gasóleos B (a 0,9 euros el litro de media en Madrid) y C (un euro el litro) —usados en maquinaria agrícola y calefacción—, en gasóleo tipo A (1,29 euros el litro), empleado como combustible para coches y camiones.
Los gasóleos B y C, además, están bonificados fiscalmente, es decir, que se paga por ellos una menor cantidad de impuestos especiales (0,078 euros por litro) que por el A (0,307 euros por litro). Por ello, a los 5,5 millones defraudados, habría que sumar la cantidad derivada del IVA y otros impuestos, aún por determinar.
Los carburantes más baratos —tintados de rojo para distinguirlos de los caros— eran lavados con sustancias químicas para poder venderlos como la modalidad más cara, lo que supone la adicción de sustancias químicas de difícil eliminación en la combustión. El defraudador se embolsa la diferencia: en un repostaje medio de gasóleo (50 litros) el beneficio roza los 13 euros. Este fraude conlleva un supuesto riesgo para la mecánica de los automóviles.
Los agentes han retirado todo el combustible manipulado por los grupos delictivios. Y, aunque la operación aún permanece abierta, los mandos de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera aseguran que no existe riesgo para los consumidores.
ESTO PASA EN ESPAÑA PORQUE LOS CORRUPTOS NI DEVUELVEN EL DINERO ROBADO NI PAGAN POR ELLO
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